Este instituto de FP es un hotel

¡°As¨ª no. Mira, te explico¡±, interrumpe el profesor Francisco Ortiz para corregir el modo que la alumna del IES Hotel Escuela sirve el vino. El maestro toma la botella y, delante de los clientes, muestra c¨®mo la mano debe de estar colocada para que ni una gota del tinto manche el inmaculado blanco del mantel. Con 67 habitaciones, tres cocinas y una agencia de viajes, este hotel ubicado al lado del Monte de El Pardo funciona como otro cualquier otro. La ¨²nica diferencia es que los camareros, cocineros, recepcionistas y gu¨ªas tur¨ªsticos en realidad son alumnos. Este hotel es, desde hace 25 a?os, un centro de formaci¨®n profesional.

El espacio en el que funciona el Hotel Escuela siempre fue de los j¨®venes. Antes el edificio funcionaba como una residencia de estudiantes. Despu¨¦s de una reforma, sus instalaciones pasaron a ser el local donde los 650 alumnos de los distintos ciclos formativos de Hosteler¨ªa y Turismo que ofrece el centro pueden recibir su formaci¨®n al mismo tiempo en que ejercen. La metodolog¨ªa de ense?anza es simple: los alumnos tienen una primera explicaci¨®n en la pizarra y luego pasan a trabajar con clientes reales. ¡°Es mucho trabajo, pero as¨ª salimos mejor formados¡±, cuenta Durgesh Granada, 19 a?os, que vive sus primeras semanas de pr¨¢cticas en la recepci¨®n del hotel.

¡°En los primeros meses hay muchos cortes en la cocina, por ejemplo, pero es parte del aprendizaje¡±, observa el director del centro, Miguel ?ngel P¨¦rez. Cualquier momento es una oportunidad para entrenar las habilidades ense?adas en el Hotel Escuela. El ejemplo m¨¢ximo del compromiso con el trabajo es que los alumnos sirven a sus compa?eros de clase en el comedor. Las pr¨¢cticas son tan intensas que los horarios pueden ir de las 8.00 a las 21.00. ¡°La idea es que todas las destrezas, manuales organizativas y cognitivas, se desarrollen en un entorno real. Y de una forma muy repetitiva¡±, define el director.

En ese largo espacio de tiempo tambi¨¦n aprenden a manejar la presi¨®n de recibir hu¨¦spedes en la recepci¨®n, inspeccionar habitaciones o cocinar para el restaurante al que van los verdaderos clientes. ¡°Llevar una bandeja con cuatro copas, por ejemplo, no es algo que se aprende en dos d¨ªas. Y este es el sitio en el que las copas tienen que caer¡±, subraya P¨¦rez.

Aunque est¨¦ un poco alejado del centro de Madrid, el director cuenta que, adem¨¢s de ser un ¨¦xito en el sentido educativo, el hotel funciona a pleno rendimiento en el aspecto tur¨ªstico. ¡°Estamos siempre llenos. Hay mucha gente de paso, otros que trabaja con comercio o ejecutivos de otras ciudades que viven aqu¨ª durante la semana¡±, comenta con una sonrisa. El aula restaurante, que ofrece la comida gourmet preparada por los alumnos de gastronom¨ªa, tambi¨¦n exige reservas con antelaci¨®n. De hecho, ahora mismo tiene lista de espera.

Sin embargo, como siempre ha sido en estos 25 a?os de existencia, el gran ¨¦xito del Hotel Escuela se debe al empe?o de los profesores y al esfuerzo de los alumnos. Muchos de ellos han acabado trabajando en el Ritz o en el Palace. Aqu¨ª los nuevos alumnos no paran de llegar y de interesarse por la propuesta: ¡°No todos institutos tienen un hotel entero para hacer las pr¨¢cticas¡±, resume Durgesh Granada.