Desconfianza
El TTIP muestra un problema que cada vez afecta m¨¢s a la calidad de la democracia: la dificultad de obtener informaci¨®n fidedigna y relevante
Dice el fil¨®sofo Harry G. Frankfurt que una sociedad que de manera imprudente y obstinada se muestra negligente en la b¨²squeda de la verdad, est¨¢ abocada a la decadencia: ¡°La civilizaci¨®n nunca ha podido prosperar ni podr¨¢ hacerlo sin cantidades ingentes de informaci¨®n fiable sobre los hechos¡±. Poder evaluar datos fidedignos ha sido siempre crucial, pero en una sociedad globalizada y cada vez m¨¢s compleja tecnol¨®gica y organizativamente como la nuestra, lo es todav¨ªa m¨¢s.
La ciudadan¨ªa ha de juzgar propuestas sobre cuestiones muy complejas de las que depende su futuro. Resulta altamente sospechoso que un tratado comercial como el acuerdo de libre comercio entre Europa y Estados Unidos, ¡ªel TTIP¡ª que seg¨²n sus promotores no cambiar¨¢ el futuro de 800 millones de ciudadanos, sino las reglas mismas de la globalizaci¨®n, se est¨¦ negociando con tanta opacidad y secretismo. El TTIP constituye una manifestaci¨®n extrema y descarada de un problema que cada vez afecta m¨¢s a la calidad de la democracia: la dificultad de obtener informaci¨®n fidedigna y realmente relevante.
Para tomar decisiones informadas, es imprescindible disponer de datos fiables sobre los asuntos a debate, y tener acceso a un conocimiento experto que no siempre resulta f¨¢cil de manejar. Y sin embargo, en la sociedad abierta, la sociedad de la transparencia, en la que te¨®ricamente tenemos pleno acceso a la informaci¨®n, acabamos decidiendo en base a datos sesgados e incompletos. Al ciudadano le resulta cada vez m¨¢s dif¨ªcil distinguir entre la informaci¨®n veraz y la mucha informaci¨®n sesgada que las partes interesadas emiten. El problema es que cuando se toma la decisi¨®n en el ¨¢mbito de la pol¨ªtica, esa distorsi¨®n no siempre es visible, y solo aparece tiempo despu¨¦s, cuando los efectos que se persegu¨ªan son ya irreversibles. Lo hemos visto en el caso de la reforma laboral y lo vamos a ver tambi¨¦n a partir de 2019 cuando entre en vigor la parte sustancial de la reforma de las pensiones.
La reforma laboral se bas¨® en informes que aseguraban que reducir¨ªa de forma sustancial el paro, pero lo que hizo fue destruir un mill¨®n de puestos de trabajo, aumentar la precariedad y reducir los salarios. Lo sorprendente es que, pese a que hay datos incontrovertibles sobre su efecto, el Gobierno franc¨¦s se haya atrevido a utilizar las mismas promesas y argumentos para justificar una reforma con id¨¦nticos ingredientes.
?Ocurrir¨¢ lo mismo con el TTIP? De momento, adem¨¢s de la opacidad lo que vemos es que sigue el mismo patr¨®n que se ha seguido en las reformas que comportan un alto grado de involuci¨®n social: poner el acento en las supuestas ventajas econ¨®micas, omitiendo cualquier otra consideraci¨®n. Todo por el crecimiento. Todo por la competitividad. Resulta sorprendente que cuando ni siquiera se han negociado la mitad de los apartados del tratado, proliferen estudios e informes sobre lo muy beneficioso que ser¨¢. Tambi¨¦n resulta sorprendente que hagan un balance global positivo, cuando todos saben que en un cambio comercial de esta naturaleza, habr¨¢ sectores que ganen y sectores que pierdan. Pero eso no se contempla.
Todos estos estudios parten de par¨¢metros especulativos y algunos han sido elaborados con una metodolog¨ªa muy discutida (el Modelo de Equilibrio General Computable), cuya capacidad predictiva fracas¨® estrepitosamente en la recesi¨®n de 2009. Hasta The Economist ha advertido al respecto que ¡°pese a los esfuerzos pronosticadores, el crecimiento es algo endiabladamente dif¨ªcil de predecir¡±. El estudio con el que la Comisi¨®n Europea defiende el tratado ha sido elaborado por el Centre for Economic Policy Research ((CEPR), un think tank financiado por varios de los mayores bancos europeos. Vaticina que el TTIP har¨¢ crecer el PIB europeo un 0,5% (119.000 millones de euros) y crear¨¢ dos millones de empleos, aunque advierte que no se podr¨¢ verificar hasta 2027.
Otros estudios, sin embargo, dan previsiones muy diferentes, desde el que vaticina que el PIB EEUU crecer¨¢ un 15% y Europa solo un 5%, a los que advierten que Europa perder¨¢ 1.3 millones de empleos. Qui¨¦n tiene raz¨®n? ?Qu¨¦ datos son los fiables? Me temo que no va a ser f¨¢cil aclararlo. Lo que s¨ª sabemos es que en la negociaci¨®n del tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico (el NAFTA), a los mexicanos se les asegur¨® que el tratado servir¨ªa para sacar al pa¨ªs de la pobreza y cuando entr¨® en vigor, en 1994, el ma¨ªz americano invadi¨® el pa¨ªs y con la crisis de las tortitas, la tasa de pobreza extrema pas¨® del 16% al 28%. Con estos antecedentes, no es de extra?ar que cunda la desconfianza.
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