Fabra orden¨® buscar al topo del Palau, seg¨²n su exjefe de seguridad
El agente es juzgado por haber coaccionado al jefe de prensa del vicepresidente Jos¨¦ Ciscar
El exjefe de seguridad del Palau de la Generalitat, Rafael Piqueras, ha asegurado, tras declarar como acusado por un supuesto delito de coacciones, que fue el entonces presidente Alberto Fabra quien le "encarg¨® las gestiones" para averiguar qui¨¦n filtraba documentos desde el departamento del vicepresidente Jos¨¦ Ciscar. Durante esas pesquisas fue cuando el mando policial llev¨® a comisar¨ªa al entonces jefe de prensa de Ciscar, Juan Botella, y lo interrog¨®.
La secci¨®n quinta de la Audiencia Provincial de Valencia juzga, en esta causa, un posible delito de trato degradante o, alternativamente, coacciones, por el interrogatorio que Piqueras hizo a Botella en su despacho, en el que el exasesor de prensa se sinti¨® intimidado. Por ello, Botella solicita 6.000 euros de indemnizaci¨®n por da?os morales, mientras que el ministerio fiscal pide que se le imponga una multa de 4.500 euros y otros 2.000 en concepto de responsabilidad civil, por las mismas causas.
El exresponsable de la Polic¨ªa, que ha relatado que a Fabra le ofrecieron que este asunto, "que perjudicaba a presidencia", no saliera a la luz p¨²blica si el exjefe del Consell apoyaba a Ciscar para que presidiera la Diputaci¨®n de Alicante, ha explicado que se pretend¨ªa "atacar" al entonces jefe del Consell. "Mi desgracia ha sido acercarme a la casta de la pol¨ªtica, sal¨ª durante seis meses en la secci¨®n de pol¨ªtica de los peri¨®dicos", se ha quejado durante el interrogatorio.
En su relato de los hechos, Piqueras ha explicado que se hab¨ªan producido filtraciones de documentaci¨®n del Gobierno valenciano y ¨¦l ten¨ªa informaci¨®n que dec¨ªa que proven¨ªan de vicepresidencia. Seguidamente, ha reconocido que pese a las pesquisas no abri¨® una investigaci¨®n como tal, aunque pens¨® en que Botella le "ayudase a saber de d¨®nde proven¨ªan las filtraciones", dada su cercan¨ªa a los profesionales de los medios de comunicaci¨®n.
Para justificar estas pesquisas, ha se?alado que "igual que surg¨ªa esa informaci¨®n, pod¨ªan salir planos del Palau y que se produjera un atentado o una incursi¨®n". "El procedimiento para que salga la informaci¨®n no es en un garaje, sino con luz y taqu¨ªgrafos", ha a?adido.
Ante las preguntas del ministerio p¨²blico sobre la raz¨®n por la que se llev¨® al asesor de prensa a su despacho en la comisar¨ªa de Pont de Fusta desde la sede de vicepresidencia, en el Palau de Valeriola, ha comentado que no quer¨ªa que Botella pareciera un chota, en argot policial, o un confidente, ya que "mucha gente ve a la Polic¨ªa como un mal necesario".
Una vez llegaron al despacho del agente, seg¨²n ha defendido, fue "muy cordial" y no le acus¨® "de nada" sino que le pidi¨® que le dijera "qu¨¦ persona filtraba" y ha destacado que Botella "se mostraba indignado y con actitud chulesca". "En ese momento no entend¨ªa por qu¨¦ se puso as¨ª, pero ahora s¨ª, me estaba acercando [en las averiguaciones sobre la identidad del topo]".
M¨¢s adelante, el polic¨ªa nacional ha dicho que ten¨ªa informaci¨®n que indicaba que el jefe de prensa era el topo y que "desde presidencia" le indicaban que las filtraciones proven¨ªan de vicepresidencia.
Botella asegur¨® en su declaraci¨®n que el entonces responsable de seguridad del Palau, al preguntarle cu¨¢nto tiempo durar¨ªa el encuentro en comisar¨ªa, le respondi¨® que, dependiendo de c¨®mo contestara, "media hora, una hora o pod¨ªa pasar la noche en el calabozo, donde "se ablandar¨ªa".
Piqueras ha negado este extremo y ha dicho que Botella "es muy peliculero". Tambi¨¦n ha dicho que no le amenaz¨® con dejarle sin trabajo.
Botella se reafirma
El siguiente en comparecer ante el tribunal ha sido el propio Botella, que ha descrito que cuando Piqueras se present¨® en su despacho y le invit¨® a irse a su despacho en Pont de Fusta le pregunt¨® si era "una broma". "En el trayecto me dec¨ªa que no ten¨ªa nada de malo hablar con un polic¨ªa, subimos a su coche y cambi¨® totalmente a un tono intimidatorio", ha relatado.
"Me dijo que si necesitaba un abogado", ha proseguido, "le pregunt¨¦ por qu¨¦, y me dijo que estaba acusado de un delito". Inquirido sobre por qu¨¦ no se baj¨® el coche, ha se?alado que no se quer¨ªa "esconder" y quer¨ªa "aclararlo". "Yo ve¨ªa que estaba destrozando mis 15 a?os de vida profesional y le dije que mi delito m¨¢s grave hab¨ªa sido ir a 140 por la autopista", ha apostillado.
Seg¨²n ha explicado, durante el interrogatorio, Piqueras le cogi¨® su tel¨¦fono m¨®vil y comprob¨® si ten¨ªa un n¨²mero guardado y le dijo que un testigo le hab¨ªa visto en un garaje "entreg¨¢ndole documentaci¨®n al presidente de la asociaci¨®n contra la corrupci¨®n". Posteriormente, reconoci¨® que pod¨ªa haberse tratado de una identificaci¨®n err¨®nea y le pidi¨® que, ya que "ten¨ªa amigos periodistas, ten¨ªa que ayudarle a encontrar al topo", ha comentado.
"Si no colaboraba, me amenaz¨® con darle esos indicios a un juez. O eso o violentar a los periodistas con las fuentes", ha afirmado. Esa misma noche le cont¨® lo sucedido a Ciscar. "Me di cuenta de que esto no era entre un periodista y un polic¨ªa", ha a?adido.
Declaraci¨®n de Ciscar
Entre los testigos que han prestado declaraci¨®n en esta jornada del juicio, que contin¨²a el pr¨®ximo jueves, ha comparecido el exvicepresidente Jos¨¦ Ciscar, que ha asegurado que su jefe de prensa le llam¨® y le dijo que, tras lo sucedido, se hab¨ªa sentido "coaccionado y amenazado" y ha destacado que "despu¨¦s de eso, ya no fue la misma persona".
Asimismo, ha relatado que se sent¨® con Alberto Fabra, entonces jefe del Consell, para hablar de lo sucedido y Presidencia "abri¨® una investigaci¨®n sobre la actuaci¨®n del polic¨ªa".
Tambi¨¦n ha comparecido el comisario de la Polic¨ªa Auton¨®mica, superior de Piqueras. El agente ha se?alado que "nadie" le pidi¨® a Piqueras que investigara nada y ha a?adido que, en su opini¨®n, la informaci¨®n filtrada no era "reservada ni confidencial". Tambi¨¦n ha negado que Fabra le diera "ninguna instrucci¨®n".
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