La arquitectura de Catalu?a seduce en la Bienal de Venecia
El 40% de los proyectos del pabell¨®n espa?ol son de esta comunidad
Las visitas guiadas que pasean por la exposici¨®n principal de la Bienal de Arquitectura de Venecia, grupos de periodistas envueltos en una babel de explicaciones, no se paran en todas las obras. Sin embargo, todos se detienen en la instalaci¨®n de los catalanes Enric Battle y Joan Roig, que reproduce el trabajo que desarrollan desde 2001 para restaurar el territorio del vertedero del Garraf, descontrolado durante d¨¦cadas. Ellos son la punta del iceberg del ¨¦xito que est¨¢ teniendo estos d¨ªas la arquitectura catalana en este evento.
¡°Para que la toxicidad desaparezca del todo faltan otros 15 a?os, aunque ya hemos reconvertido el vertedero en paisaje¡±, explica Roig, enumerando con un entusiasmo contagioso todos los logros que han contribuido a devolver la vida a un paraje destinado a convertirse en un infierno de pl¨¢stico y exhalaciones mef¨ªticas. ¡°En su momento fue un experimento, ahora es una soluci¨®n para regenerar terrenos t¨®xicos, por eso titulamos la instalaci¨®n Cultivando la vida¡±, a?ade el arquitecto, cuyos proyectos son emblem¨¢ticos del enfoque ecol¨®gico, sostenible y social de la Bienal que coordina el chileno Alejandro Aravena.
¡°Trabajamos con mentalidad de pay¨¦s, no de arquitectos, buscando un equilibrio entre recursos caros y baratos; por ejemplo, utilizamos tierra mala gratuita y la mejoramos plantando leguminosas que aportan hidr¨®geno; usamos los gases de la descomposici¨®n para generar energ¨ªa y s¨®lo tuvimos que regar tres a?os porque despu¨¦s la naturaleza y el sistema de terrazas se han encargado del aporte h¨ªdrico¡±, asegura. Los arquitectos han colocado en su instalaci¨®n un carro que recuerda el de los curanderos del Lejano Oeste, con plantas en su interior y una secci¨®n del terreno con las capas necesarias para enterrar miles de toneladas de basura.
Battle i Roig son los ¨²nicos catalanes en el ic¨®nico pabell¨®n blanco de los Giardini; los dem¨¢s est¨¢n todos en el Arsenale, empezando por Alberto Veiga y Fabrizio Barozzi, que pese a ser gallego e italiano, tienen su estudio en Barcelona. Ganadores del ¨²ltimo Mies van der Rohe por la Filarm¨®nica de Szczecin (Polonia), no despliegan sus proyectos sino que han creado un elemento que representa la esencia de su trabajo: una columna en medio del flujo de gente, que contribuye a bloquear parcialmente la interminable vista de las naves del Arsenal, seg¨²n la indicaci¨®n de Aravena. ?ste eligi¨® ¡°la mujer que sube encima de la escalera para mirar el paisaje¡± como imagen de la reivindicativa 15? Bienal de Arquitectura, que marcar¨¢ este evento.
Hace una instalaci¨®n metaf¨®rica tambi¨¦n Toni Giron¨¦s, que responde al lema de Aravena: Reporting from the front, noticias desde el frente de la batalla clim¨¢tica que combate desde el Museo del Clima de Lleida. ¡°El museo se explica con 14 proyectos ejemplares de otros tantos conceptos¡±, dice Giron¨¦s, que ha creado una gran p¨¦rgola con tiras de pl¨¢stico sutil, que se mecen con el movimiento y la respiraci¨®n del p¨²blico.
M¨¢s cr¨ªptica es la propuesta del mexicano Eduardo Cadaval y Clara Sol¨¤-Morales, con despacho en Barcelona y Tlaxcala. La hija de Ignasi de Sol¨¤-Morales presenta una memoria de sus proyectos impresa sobre cart¨®n de embalaje: hay que leer mucho y a¨²n as¨ª se entiende poco. Completan la presencia catalana Xavier Vendrell, del estadounidense Rural Studio, con proyectos en el campo de Alabama y el IAAC (Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalu?a), cuyo lema es ¡°crear edificios utilizando saberes locales y usar los edificios para crear conocimiento¡±. En el pabell¨®n espa?ol, de la megaselecci¨®n de 55 proyectos presentada por los comisarios I?aqui Carnicero y Carlos Quint¨¢n, 23 (40%) son catalanes.
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