Voz arrastrada y libre

¡°Cuando yo era joven, los ¨ªdolos eran Los Beatles, Miles Davis, Paco Ib¨¢?ez...¡±. As¨ª, jugando con la sorpresa y el contraste, empezaba este viernes Kiko Veneno su cita en el Nuevo Apolo. La lectura de Palabras para Julia, arquetipo de la canci¨®n de autor que en sus labios se vuelve tosca y desali?ada, sirve como buen ejemplo de ese amor por la transgresi¨®n que en el tr¨¢nsito por la sexta d¨¦cada no remite ni se aplaca. Ni falta que hace, por favor.

Tres en uno. Ese ven¨ªa a ser el argumento de esta cita singular en un teatro casi lleno: primero con grupo, luego en soledad ac¨²stica y, al final, con la adici¨®n de un cuarteto de cuerda. El resultado fue algo irregular, sobre todo porque el Cuarteto B¨¦tico se superpon¨ªa a La Banda del Retumbe m¨¢s que encontrar acomodo. As¨ª sucedi¨® con la a?eja La Cat¨¢strofe Mayor y la soberbia Dice la Gente, aunque los ingredientes quedaron m¨¢s equilibrados en Mi Morena (muy a lo George Martin) o la sencilla, resultona y hasta ahora in¨¦dita La Felicidad.

Los senderos habituales siguen constituyendo una bendici¨®n, m¨¢s all¨¢ de la ca¨ªda en desgracia de ese disco excepcional e incomprendido que fue Sensaci¨®n T¨¦rmica. L¨®pez Sanfeliu rumbea siempre por delante de la norma, sabe c¨®mo poner en efervescencia el patio de butacas (Echo de Menos) y ha acrecentado su voz arrastrada y libre. Memphis Blues, de hecho, ya suena m¨¢s dylanita que Dylan. Prevalece el asombro inagotable ante tantos fogonazos de poes¨ªa callejera, cotidiana, esclarecedora: ¡°Ratas, os comprendo porque sois la parte chunga¡±, ¡°T¨² me est¨¢s queriendo a m¨ª un 15 por ciento menos¡± o esos memorables ¡°Cachitos de hierro y cromo¡± que incluso han dado t¨ªtulo a un espacio televisivo. El veneno entra como la seda. Porque, como buen b¨¦tico, mucho Kiko es.