443 familias sin casa por un t¨²nel que no encaja

Ernesto Mart¨ªnez, de 58 a?os, entr¨® en la cooperativa hace a?o y medio para comprarle una casa a su hijo, que ahora vive de alquiler en Fuenlabrada. "En el barrio de Chamber¨ª es imposible encontrar un piso a un precio asequible. La ¨²nica manera es formar una cooperativa y que no se lleve la ganancia el promotor". La vivienda, de 90 metros cuadrados y dos habitaciones, le va a salir por unos 380.000 euros, "un 20% menos de lo que cuestan en la zona". Ya ha aportado m¨¢s de 100.000. Sin embargo, Ernesto est¨¢ "muy cabreado" desde que el 17 de mayo la alcaldesa, Manuela Carmena, les dijo que la iniciativa que hab¨ªan presentado incumpl¨ªa el PGOU. "Lo que no sabemos es en qu¨¦ puntos. Hemos pedido al concejal el informe t¨¦cnico que lo explica, pero no hemos tenido respuesta". Este socio manifiesta sentirse "indefenso". Ser¨¢ una asamblea de socios la que decida el 13 de junio si ponen el caso en manos de la justicia.

"Me embarqu¨¦ hace dos a?os en una vivienda y no puedo ni pedir plaza en el colegio", afirma Jos¨¦ Serrano, casado y con tres hijos. "Estamos desesperados. Es una lucha pol¨ªtica (entre Ayuntamiento y Comunidad) que no entendemos". Jos¨¦ y su familia viven cerca de Atocha y tienen que pagar cada mes el alquiler de su actual residencia. "Hemos dejado de pagar la cooperativa, no queremos meter ni un duro m¨¢s porque tenemos una gran inseguridad. Pero si no pagamos a Metro, podemos perderlo todo".

Metro de Madrid, que depende de la Comunidad, era la propietaria del solar de 40.000 metros cuadrados que este grupo de familias compr¨® en noviembre de 2014 por 88 millones de euros, una cantidad que han de abonar en plazos (hasta ahora se han pagado 35). Est¨¢ situado entre las calles de Pablo Iglesias, de Bravo Murillo y la avenida de la Reina Victoria.

En ese terreno se proyect¨® la construcci¨®n de tres edificios residenciales (incluida una torre de 25 plantas), otro de oficinas y otro para la Administraci¨®n. En total, iban a ser 443 viviendas (una para cada socio), 62 de ellas de protecci¨®n oficial. El primer desencuentro tuvo lugar en enero, cuando el Ayuntamiento solicit¨® a los socios el 10% de aprovechamiento que le corresponde por ley. Semanas antes de las elecciones municipales de 2015, los socios hab¨ªan acordado con el Gobierno de Ana Botella monetizar (compensar con dinero) ese porcentaje que deben ceder a la Administraci¨®n. El cambio de plan, insisten los cooperativistas, significar¨ªa que algunos de ellos (26 seg¨²n los c¨¢lculos de los arquitectos) se quedar¨ªan sin casa a pesar de haber abonado parte del dinero.

El motivo por el que el Ayuntamiento asegura que el proyecto incumple partes del PGOU, aprobado en 1997, es otro: la negativa de Metro Madrid a modificar la rasante de las cocheras (hundir las cocheras por debajo del nivel del suelo). Para no hacerlo argumenta que el acceso a estas por el t¨²nel existente bajo la calle de la Reina Victoria ser¨ªa imposible de realizar, ya que quedar¨ªa m¨¢s alto que los hangares. Juan Jos¨¦ Perucho, director de Ibosa (la gestora que aconseja a los cooperativistas), sostiene que bajar la altura de las cocheras en un espacio de 100 metros es imposible: "Convertir¨ªamos las v¨ªas del Metro [el t¨²nel] en un tobog¨¢n". En su opini¨®n, "el Ayuntamiento se est¨¢ inventando un incumplimiento".

El dise?o que presentaron el 8 de abril los socios incorpora una cubierta vegetal de 14.000 metros cuadrados para cubrir las nuevas cocheras del suburbano que tendr¨ªa una altura de siete metros. El Consistorio afirma que esa altitud est¨¢ "por encima de la cuota que establece el plan general" y exige que sean soterradas al completo. "No podemos dejar a los vecinos en una situaci¨®n de inseguridad jur¨ªdica. Si aprobamos el proyecto y se somete a un periodo de alegaciones p¨²blicas (como establece la ley) y las hay, un tribunal lo puede tirar atr¨¢s. Los vecinos se quedar¨ªan pagando y metidos en un entramado de tribunales que les puede llevar a?os", insisten desde el ¨¢rea de Desarrollo Urbano Sostenible. El 2 de junio, tras la Junta de Gobierno, la portavoz municipal, Rita Maestre, ya avis¨® de que el Ejecutivo no iba a incumplir el PGOU y que confiaba en que ning¨²n particular ni partido les instara a ello.

"Sin aportar razones convincentes"

Un informe de la Comunidad de Madrid, avalado por cuatro expertos, afirma que el proyecto alberga el soterramiento de las cocheras. El estudio entiende que "no se dirige este al completo enterramiento bajo la rasante de las calles colindantes, sino a aquel que permitan las necesidades t¨¦cnicas de la infraestructura". Esto es: mediante una losa de siete metros. Adem¨¢s, se asegura que ya "se sab¨ªa perfectamente que la cota de la plataforma de la zona verde (que cubrir¨ªa el soterramiento)" ser¨ªa de siete metros de alto. El informe tambi¨¦n afirma que el proyecto de los socios "ser¨ªa viable y que cumplir¨ªa con lo establecido en la ficha urban¨ªstica en cuanto al ajuste de rasantes". ?lvaro Vald¨¦s, de la plataforma Salvemos Cuatro Caminos, afirma que "Metro se ha negado a cualquier cambio" que ha planteado el Ayuntamiento "sin aportar razones convincentes".

Para la plataforma, esa no es la ¨²nica incertidumbre que se ci?e sobre el terreno. Queda por encajar la protecci¨®n de las antiguas cocheras. "El embri¨®n del Metro son estas cocheras dise?adas por el arquitecto Antonio Palacios", insiste Vald¨¦s. Ahora Madrid ya pidi¨® en diciembre en la Junta de Chamber¨ª catalogarlas como elemento protegido, algo que ya desaconsejaron, en mayo de 2014, la Real Academia de San Fernando, y los t¨¦cnicos de Patrimonio. Sin embargo, de prosperar la solicitud, los planes de la cooperativa ya no ser¨ªan posibles. En la Asamblea, los grupos pol¨ªticos, a excepci¨®n del PP, tambi¨¦n instaron el 21 de abril al Gobierno de Cristina Cifuentes a iniciar el tr¨¢mite para declarar Bien de Inter¨¦s Cultural (BIC), la m¨¢xima protecci¨®n de las tres que existen, a las cocheras de Cuatro Caminos. La directora regional de Patrimonio, Paloma sobrini, rechaz¨® esa posibilidad el 9 de mayo en la comisi¨®n de Cultura.