Polvoranca sigue maldita
Los restos ruinosos de una iglesia barroca son el ¨²nico recuerdo de la aldea que precedi¨® a Legan¨¦s
La aldea de Polvoranca, junto a Legan¨¦s, ten¨ªa fama de estar maldita. Entre pestes (ubicada junto a las lagunas, el paludismo siempre acababa haciendo aparici¨®n), hambrunas y ¨¦xodos, la leyenda negra no hizo m¨¢s que crecer hasta su despoblaci¨®n definitiva a finales del siglo XIX. Hoy no ser¨ªa m¨¢s que un recuerdo en alg¨²n libro o en la memoria de alg¨²n estudioso si no fuera por ese mont¨®n de piedras que se empe?an en mantenerse en pie en el parque de Polvoranca. Aunque no est¨¢ claro cu¨¢nto podr¨¢n aguantar.
Todo el lado del evangelio est¨¢ derrumbado, tambi¨¦n lo est¨¢ una parte del crucero, el campanario y casi toda la cubierta... Hace falta echarle bastante imaginaci¨®n para hacerse a la idea de lo que pudo ser la iglesia de San Pedro de Polvoranca, construida sobre una antigua ermita medieval a mediados del siglo XVII ¡ªcon su planta de cruz latina, sus capillas laterales y su b¨®veda de ca?¨®n encamonada¡ª por Francisco de Mora y Juan G¨®mez de Mora.
Junto a la iglesia, otro grupo de piedras recuerdan tambi¨¦n las ¨²ltimas casas que resistieron al abandono de la aldea de Polvoranca, por la que pasaron personajes como el poeta Fray Luis de Le¨®n ¡ªel que escribi¨® aquella oda a los placeres campestres que empieza ¡°?Qu¨¦ descansada vida / la del que huye el mundanal ruido¡±¡ª o el militar y diplom¨¢tico Juan de Austria. Bajo las piedras hay restos todav¨ªa m¨¢s antiguos, de poblamientos alto imperiales romanos y visigodos, seg¨²n unas prospecciones hechas entre 1999 y 2000.
¡°Las ruinas de las casas se?oriales, palacetes, de la iglesia de San Pedro implican un excepcional valor arqueol¨®gico y antropol¨®gico¡±, se?ala el diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid Rafael G¨®mez Montoya, que est¨¢ preparando una proposici¨®n no de ley (PNL) para reclamar a la Comunidad de Madrid la restauraci¨®n de la iglesia y el cuidado del yacimiento. Su idea es que lo hagan juntos el Gobierno regional y los municipios de Fuenlabrada, Alcorc¨®n y Legan¨¦s.
Aunque el yacimiento est¨¢ en medio de esas tres ciudades, y el de Polvoranca es un parque regional dependiente de la Comunidad, las ruinas pertenecen al Ayuntamiento de Legan¨¦s, que les concedi¨® un grado de protecci¨®n integral en 1998 y las incluy¨® en su cat¨¢logo de edificios protegidos. Pero en mitad de una crisis que apenas se est¨¢ empezando a superar, el Consistorio explica que tiene otras prioridades, como reformar los colegios m¨¢s antiguos y las instalaciones deportivas o abrir los comedores escolares en verano.
¡°Si tuvi¨¦semos colaboraci¨®n de otras Administraciones podr¨ªamos retomar la idea de rehabilitar estas ruinas, ya que son una se?a de identidad de Legan¨¦s¡±, se?ala una portavoz municipal.
De momento, sin embargo, el Gobierno regional se ha desentendido; ¡°Es competencia municipal¡±, respondi¨® a una pregunta de G¨®mez Montoya en la Asamblea, tras la cual el diputado socialista decidi¨® probar con la PNL. As¨ª que habr¨¢ que ver d¨®nde acaba este intento, que no es el primero de salvar los restos de Polvoranca.
Tampoco este es el primer art¨ªculo sobre el tema. En un reportaje de Abc en 1957, un pastor describ¨ªa el derrumbe del campanario: ¡°Cre¨ªmos que se acababa el mundo del ruido que hizo al caer¡±, explicaba. El texto terminaba con una pregunta sobre la iglesia: ¡°?No merecer¨ªa correr mejor suerte?¡±. De momento, parece que no.
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