Asesinadas tres personas en un despacho de abogados de Madrid
Los servicios de emergencias encuentran a una de las mujeres degollada y al hombre con un hachazo en la cabeza
Un hombre de 43 a?os y dos mujeres, de 26 y 46 a?os, fueron asesinados ayer en el despacho de abogados Eurasia legal inmobiliaria, en el popular distrito de Usera. El due?o del bufete, V¨ªctor Yoel Salas Cobe?as, no se encontraba en el bufete en el momento de los hechos. Hab¨ªa sido fiscal antidrogas en Per¨². Los bomberos hallaron los cad¨¢veres cuando acudieron al piso tras recibir aviso de que se hab¨ªa registrado un incendio. Entre el humo hallaron al var¨®n, un cliente que hab¨ªa ido a recoger papeles de extranjer¨ªa, con un hachazo en la cabeza; a una mujer degollada y a la otra con un fuerte golpe en el cr¨¢neo. Ambas mujeres trabajaban para el bufete, una de ella como abogada y la otra repartiendo publicidad. La polic¨ªa cree que los criminales provocaron el fuego para intentar borrar sus huellas.
Los servicios de emergencia recibieron la llamada de aviso a las 18.30. ¡°Una mujer que sub¨ªa precisamente al despacho fue la que se encontr¨® con todo el percal y llam¨® a la polic¨ªa al ver que sal¨ªa humo por la escalera¡±, dijo una vecina.
El bufete est¨¢ situado en el primero C del n¨²mero 40 de la calle de Marcelo Usera. Se llama Euroasia y est¨¢ dedicado a cuestiones de extranjer¨ªa, gestor¨ªa y embargos. Su propietario es un antiguo fiscal antidrogas de Per¨². Abri¨® un bufete con un compa?ero pero se independiz¨® hace cinco a?os. El dependiente de un comercio cercano explic¨®: ¡°Desde el exterior no se ve¨ªa nada de humo ni nada raro. Estaba toda la calle muy tranquila hasta que han empezado a llegar los bomberos y las ambulancias¡±.
Cuando los bomberos entraron en la estancia principal de la oficina hallaron a Pepe C. V., ecuatoriano, tirado en el suelo. Junto a ¨¦l, alguien hab¨ªa acumulado papeles y libros y les hab¨ªa prendido fuego. Tras sacarlo de la humareda, descubrieron que ten¨ªa un hachazo en la cabeza. Fue bajado a la calle para que los facultativos del Samur intentaran reanimarlo. Durante unos minutos lo consiguieron, pero al poco rato falleci¨®. La polic¨ªa comprob¨® que ten¨ªa 43 a?os y nacionalidad ecuatoriana. Era uno de los clientes del despacho, que estaba esperando a ser atendido.
La oficina estaba llena de humo. Otro fuego de peque?as dimensiones, tambi¨¦n prendido con papeles y libros, ard¨ªa en una estancia al fondo del piso. Los bomberos encontraron all¨ª a las dos mujeres: una de ellas yac¨ªa muerta degollada; la otra hab¨ªa recibido un fuerte golpe en el cr¨¢neo, pero a¨²n respiraba. Los sanitarios intentaron reanimarla durante m¨¢s de media hora, sin ¨¦xito.
Empleadas del bufete
Un testigo declar¨®: ¡°Los cuerpos presentaban como signos de haber sido quemados o, de que al menos hab¨ªan intentado quemarlos. Estaban muy rojos y ten¨ªan algunas partes negras¡±.
Los tres cad¨¢veres fueron bajados a la calle, donde el Samur hab¨ªa desplegado un peque?o hospital de campa?a. Quedaron alineados en la acera hasta que el juez de guardia orden¨®, a las 21.30, su levantamiento y traslado al Instituto Anat¨®mico Forense, donde hoy se les practicar¨¢ la autopsia.
Las dos mujeres eran empleadas del despacho. Una de ellas, Marisa O. R., de origen cubano, ten¨ªa 46 a?os y llevaba cuatro a?os trabajando para el fiscal. Era muy conocida en el barrio, ya que se sol¨ªa poner en la calle, justo delante de la entrada del bufete, a repartir publicidad entre los viandantes. Cobraba 600 euros. ¡°Estaba siempre sonriendo y saludaba a todo el mundo¡±, recordaba anoche un conocido suyo. Llevaba veinte a?os en Espa?a y llevaba unos a?os viviendo junto a su hija de unos 30 a?os, que se trajo desde Cuba. Su familia vuela ya hacia Espa?a desde Cuba y Estados Unidos.
La otra mujer es Elisa C. G., tambi¨¦n cubana, de 26 a?os. Estudio en la Escuela de Formaci¨®n de La Habana y en Espa?a estudi¨® en la Universidad Cat¨®lica de ?vila y en la Universidad a Distancia de Madrid. Acab¨® la carrera hace diez meses y hab¨ªa llevado alg¨²n caso para el bufete.
Cuando lleg¨® el due?o del despacho, tuvo que ser atendido por los psic¨®logos del Samur. Despu¨¦s fue trasladado a dependencias policiales para prestar declaraci¨®n. Varios familiares de los fallecidos tambi¨¦n fueron atendidos en el lugar por los psic¨®logos.
Desde la calle, ni los techos ni las paredes del despacho se ve¨ªan afectados por las llamas. Un vecino declar¨®: ¡°Solo cuando los bomberos han abierto las ventanas, ha salido el humo, pero no era mucho. Entonces s¨ª ha empezado a oler como a pl¨¢stico quemado por toda la calle¡±.
El tr¨¢fico qued¨® cortado en la calle de Marcelo Usera hasta entrada la noche. La polic¨ªa se llev¨® a su base un Skoda Octavia blanco aparcado en un lateral de la calle que supuestamente pertenec¨ªa al fallecido.
¡°Estamos destrozados. Es muy duro¡±
Marisa O. R., una de las empleadas asesinada ayer en Usera, viv¨ªa en la calle del Olvido, a pocos metros de la oficina donde perdi¨® la vida. Sus familiares y amigos se reunieron en su casa tras el crimen. Declinaron hablar, al menos de momento. ¡°Estamos destrozados. Esto es muy duro¡±, resumieron su allegados.
El ¨²ltimo triple homicidio registrado en Madrid ocurri¨® en Vallecas en septiembre de 2001 cuando fueron asesinadas a tiros tres mujeres colombianas, de 35 y 60 a?os, en la calle de Historias de la Radio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
