La Clota, peque?o gran feudo de En Com¨² Podem

En el norte de Barcelona, encajonado entre el Carmelo y el paseo de la Vall d¡¯Hebron, se levantan las casitas del peque?o barrio de La Clota. La zona, una especie de pueblo congelado en el tiempo, es uno de los n¨²cleos residenciales m¨¢s antiguos de Horta-Guinard¨® -se erigi¨® en el siglo XVI alrededor de cinco grandes mas¨ªas- y est¨¢ poblada hoy mayoritariamente por hijos de la inmigraci¨®n andaluza de mediados de los a?os 50. En Com¨² Podem obtuvo en las pasadas elecciones el mayor porcentaje de voto: un 44%. Un lugar donde tradicionalmente el PSC se hab¨ªa impuesto con facilidad y que, como tantos barrios de Barcelona, ha virado hacia la formaci¨®n de Xavier Dom¨¨nech. Aqu¨ª el sorpasso?se da por descontado.

A las 11 de la ma?ana Ram¨®n, que lleg¨® de Ja¨¦n hace 47 a?os, apura un copa de an¨ªs en el bar Maig, junto al colegio electoral. Acaba de ir a votar con su mujer y por segunda vez se ha decantado por En Com¨² Podem. ¡°Toda la vida fui del PSOE, pero ya no me f¨ªo. Este pa¨ªs necesita cambios y estoy seguro de que no vendr¨¢n con Pedro S¨¢nchez¡±, se?ala mientras el camarero chino le observa desde el otro lado de la barra con cara de no entender nada.

A esa hora ya se ha formado una peque?a cola ante las urnas del colegio Taxonera. Modesto, un colombiano que lleg¨® a Espa?a hace 17 a?os y que hasta hace poco fue militante del PSOE, sale a fumar un cigarrillo. Hoy le ha tocado presidir una de las mesas electorales y tiene la impresi¨®n de que se repetir¨¢n los resultados de los anteriores comicios. En el an¨¢lisis improvisado hay parte de observaci¨®n -el tama?o de las monta?as de papeletas- ¡°En este barrio, toda la gente que conozco vota izquierda. Muchos nos desilusionamos con el PSOE y queremos que se produzca un cambio real¡±.

Precisamente, la lucha entre En Com¨² Podem y ERC en campa?a por enarbolar la bandera de esa transformaci¨®n -unos a trav¨¦s de las promesas de reforma del Estado y los otros enumerando las bondades de la independencia- y quedarse, de paso, con los votos de la CUP tampoco parec¨ªa a la salida del colegio que fuese a variar respecto a las pasadas elecciones. La formaci¨®n independentista qued¨® en segundo lugar y obtuvo el 16.6% de los votos del barrio, una cifra que a Josep Burrull, al apoderado del partido en la zona ya le parec¨ªa alta. ¡°Aqu¨ª ser¨¢ dif¨ªcil ara?arle votos a Podemos. Puede que le quitemos algunos a CiU, pero pocos¡±, se?ala. A su lado, Laia Castilla, su hom¨®loga de En Com¨² Podem de 21 a?os, confirma la tesis. ¡°Creo que ERC lo tendr¨¢ complicado, especialmente con la gente mayor que no naci¨® aqu¨ª¡±.

La Clota se ha convertido con los a?os en un entresijo de diminutas calles que se fueron abriendo paso entre las antiguas mas¨ªas y las casas de autoconstrucci¨®n que sobrevivieron a la anterior reforma urban¨ªstica. No hay equipamientos y muchos vecinos acuden al Carmelo para hacer las compras b¨¢sicas. Remigio viene ahora de ah¨ª arrastrando los pies lentamente con la jaula de su p¨¢jaro en la mano. No ha votado en toda su vida y, desde luego, no piensa molestarse ya a estas alturas, cuenta. Nadie en su familia tiene previsto hacerlo tampoco. De los 409 vecinos llamados a las urnas en las pasadas elecciones solo acudieron 271, un 66,3% de participaci¨®n.

El hast¨ªo de unas nuevas elecciones y el puente podr¨ªan rebajar la cifra todav¨ªa m¨¢s. As¨ª que, por si acaso, Jos¨¦ Mar¨ªa, vecino de toda la vida del barrio, se encarga con tremendo ¨¦xito a las 12.30 de movilizar a su familia por tel¨¦fono: ¡°Hermano, hay que votar para sacar a estos ladrones del Gobierno¡±. Y el hermano aparece al cabo de 10 minutos con su hijo y su esposa. Ambos tienen empleos temporales en un almac¨¦n de ropa y est¨¢n hartos de que la promesa de empleo del Gobierno se haya traducido en trabajo cada vez m¨¢s precario. ¡°Este es un barrio obrero y la crisis nos ha golpeado muy fuerte. Estamos hartos del PP y PSOE¡±, se?ala mientras un vecino sale del colegio pidiendo al que quiera escucharle el voto para el de ¡°la coleta¡±.?