Garc¨ªa Bragado: ¡°Esta vez, disfrutar¨¦ de los Juegos¡±
El marchador y concejal de Sant Adri¨¤ marca un hito en el deporte espa?ol con su s¨¦ptima participaci¨®n en la m¨¢xima cita mundial
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
Muchos de los deportistas que participar¨¢n en los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo de Janeiro no hab¨ªan nacido siquiera cuando se celebraron los de Barcelona en 1992. Jes¨²s ?ngel Garc¨ªa Bragado, en cambio, compiti¨® entonces y sigue compitiendo ahora, y a un magn¨ªfico nivel, siempre en la ¨¦lite mundial. Ser¨¢n sus s¨¦ptimos Juegos, un r¨¦cord en el atletismo mundial y otro en el deporte espa?ol, superando los seis disputados por el legendario waterpolista Manel Estiarte y el jinete Luis ?lvarez Cervera. ¡°Voy a vivirlo de una manera diferente. Me doy cuenta de que es el final de un camino que ha ido mucho m¨¢s lejos de lo que hubiera imaginado¡±, explica el marchador madrile?o de 47 a?os, afincado en Catalu?a y concejal del ayuntamiento de Sant Adri¨¤ del Bes¨®s.
¡°Con la experiencia que me da haber participado en tantos Juegos, me lo planteo desde la vertiente que no pude en otros, con la intenci¨®n de disfrutarlos al m¨¢ximo¡±, relata Garc¨ªa Bragado. ¡°A los de Londres, en 2012, fui pensando que todav¨ªa me quedaba esa peque?a oportunidad de lograr una medalla. La hab¨ªa rozado cuatro a?os antes en Pek¨ªn. Posiblemente me exig¨ª demasiado y me olvid¨¦ de eso, de disfrutarlos. Ir¨¦ a eso y, l¨®gicamente, a intentar hacer una gran competici¨®n¡±.
¡°Es el final de un camino. He ido m¨¢s lejos de lo que hubiera imaginado¡±
Ganador de una medalla de oro y tres de plata en los Mundiales, el marchador de Sant Adri¨¤ las ha visto de todos los colores. ¡°A veces he ido con grandes expectativas de conseguir una medalla y he fracasado, por ejemplo, en el Mundial de Sevilla en 1999 o en el Europeo de Barcelona en 2010. En cambio, en momentos en que no ten¨ªa ninguna expectativa, en los que a lo mejor ya sab¨ªa que deber¨ªa operarme al regreso, pas¨® todo lo contrario¡±.
M¨¦todo Simeone
D¨¦cimo en sus primeros Juegos en Barcelona, Bragado acarici¨® el podio ol¨ªmpico en 2004 en Atenas, donde fue quinto, y en 2008 en Pek¨ªn, donde fue cuarto, siempre en su especialidad, los 50 kil¨®metros marcha. ¡°All¨ª en Pek¨ªn, cuando entraba en el estadio, el Nido del P¨¢jaro, ten¨ªa ya la sensaci¨®n de que era mi despedida ol¨ªmpica¡±, recuerda. Sigui¨® en la brecha. Disput¨® los Mundiales de 2013 y de 2015. Como buen seguidor del Atl¨¦tico de Madrid, se anticip¨® al m¨¦todo popularizado Simeone. ¡°A m¨ª, ese a?o tras a?o, me ha ido un poquito mejor y he podido compatibilizar mi carrera deportiva con mi actividad de concejal en Sant Adri¨¤¡±. No le result¨® f¨¢cil al principio. ¡°En pol¨ªtica, a veces no tienes horarios y, antes, mi d¨ªa a d¨ªa era solo entrenarme. El alguna ocasi¨®n¡±, concede, divertido, ¡°he sufrido rampas durante los plenos. Son agotadores, duran horas y horas, tantas que incluso los vecinos se van a cenar. Tendr¨ªa que estar reglamentado el tiempo. Es dif¨ªcil mantener la debida atenci¨®n para debatir. Es agotador¡±. Y deja ir: ¡°Alguna vez, piensas: ojal¨¢ pudiera estar ahora mismo entren¨¢ndome¡±.
¡°Estiarte dijo que no volver¨ªa a una piscina, yo ser¨ªa feliz haciendo una horita de marcha¡±
Los debates m¨¢s intensos en las ¨²ltimas semanas afectaron a la ubicaci¨®n de un tanatorio. ¡°La disputa gir¨®, sobre todo, en torno al horno incinerador. Entiendo que a la gente no le guste tenerlo cerca de casa. Y m¨¢s en Sant Adri¨¤, donde se han ubicado muchas industrias y equipamientos que no ha querido Barcelona, como la famosa central t¨¦rmica. Ahora, las tres chimeneas ya est¨¢n en desuso y se quiere saber qu¨¦ se va a hacer, si conviene conservarlas o no. Esos grandes debates, s¨ª vale la pena que sean largos. Puedo hablar de La Mina, donde vivo. Se debate sobre d¨®nde ubicar una sala de venopunci¨®n, una narcosala, una sala de asistencias a personas con adicciones. Son debates de calado, que te hacen palpar lo que piden tus vecinos, a los que representas¡±.
Garc¨ªa Bragado ya conoc¨ªa Sant Adri¨¤ antes de irse a vivir all¨ª. Residi¨® durante muchos a?os en Lleida pero, tras romperse su matrimonio con la exgimnasta ol¨ªmpica, Carmen Acedo, se fue a un peque?o apartamento del Poble Sec. Su partido, el PP, le plante¨® la posibilidad de que se trasladase a Sant Adri¨¤. All¨ª, en el Parque Fluvial, se hab¨ªa entrenado multitud de veces. ¡°Me adapt¨¦ enseguida. Es una ciudad formada por un aluvi¨®n de personas venidas de todas partes. Soy madrile?o y se parece a Madrid, donde casi nadie es de all¨ª. Mi barrio de ahora me recuerda mucho al que viv¨ª, en Ciudad Lineal¡±. Y se explaya: ¡°Antes, hablar de La Mina era hablar de un lugar inaccesible. Y hoy en d¨ªa, es un lugar sobre el que se mantienen demasiados estigmas. Muchas cuestiones no se han solucionado. El F¨®rum de las Culturas favoreci¨® el barrio, pero queda mucho por hacer¡±.
¡°El F¨°rum favoreci¨® a La Mina, pero todav¨ªa es un barrio estigmatizado¡±
Garc¨ªa Bragado, que ha sufrido varias operaciones de cadera, no se ve absolutamente alejado del deporte una vez finalicen los Juegos. ¡°Estiarte, cuando se retir¨®, dijo que no quer¨ªa ver nunca m¨¢s una piscina. Yo no ser¨ªa tan tajante. Yo ser¨ªa feliz haciendo deporte una horita, lo que me pida el cuerpo. El deporte de alta competici¨®n no es muy sano, no lo voy a negar, porque llevas tu cuerpo al l¨ªmite¡±.
El veterano marchador guarda recuerdos de ¡°sus¡± Juegos: ¡°De Barcelona 92, mucha felicidad, y una foto en la Villa Ol¨ªmpica, donde ahora hay unos cines, con gente como Plaza, Massana¡; de Atlanta 96, el traje de los ¨²nicos en que desfil¨¦; de Sydney, con aquella magn¨ªfica Bah¨ªa, la colcha de la cama, pero la tienen mis hijas; de Atenas ¡ªnunca olvidar¨¦ el sonido de los grillos en la Villa Ol¨ªmpica¡ª el diploma ol¨ªmpico y la equipaci¨®n; de Pek¨ªn ¡ªlos mejores despu¨¦s de los de Barcelona y donde todos est¨¢bamos en el mismo edificio, con Pau, con Rafa Nadal¡¡ª una camiseta para competir con una franja rojigualda para que la gente nos identificara. Parece que nos cuesta fardar de nuestros colores, tenemos ese complejo. En Londres estuvieron muchos amigos, les pude conseguir entradas y vivir la semifinal de baloncesto de Espa?a contra Rusia. Tambi¨¦n guardo la colcha, pero esa la tengo yo. Ah, y colecciono todos los dorsales¡±. Le falta el que lucir¨¢ en R¨ªo. Ser¨¢n, probablemente, los 50 kil¨®metros m¨¢s emotivos para Chuso.
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