La verdad est¨¢ en ¡®Los p¨¢jaros¡¯
'Birdie', de la Agrupaci¨®n Se?or Serrano, de lo mejor visto por ahora en el festival
Despu¨¦s de cinco d¨¦cadas de infinitas especulaciones ?lex Serrano, Pau Palacios y Ferran Dordal (Agrupaci¨®n Se?or Serrano) han elaborado su propia teor¨ªa sobre el significado oculto en el guion de Los p¨¢jarosde Alfred Hitchcock. Sin borrar los p¨¢jaros. Al contrario: sin la amenazante presencia de los p¨¢jaros no hay conclusi¨®n universal. Les ha bastado aplicar el razonamiento inductivo en su lectura diaria de la prensa y fijarse con detenimiento deconstructivo en una fotograf¨ªa. La firma el activista Jos¨¦ Palaz¨®n. Imagen viral de 2014. El escenario captado es un campo de golf en Melilla con dos jugadores en primer plano, con el horizonte limitado por una alta valla met¨¢lica. En segundo plano, encaramados, un grupo de hombres intentando caer del lado de la prosperidad, vigilados de cerca por un guardia civil subido a una escalera.
BIRDIE
De Agrupaci¨®n Se?or Serrano. Creaci¨®n: Alex Serrano, Pau Palacios, Ferran Dordal. Performance: A.Serrano, P.Palacios, Alberto Barber¨¢. Sala Hiroshima,7 de julio.
Parecen p¨¢jaros esperando el momento de alzar el vuelo y continuar con el incesante movimiento migratorio, demostraci¨®n de vida ante el cual no hay obst¨¢culo que detenga el flujo. El mismo que ha poblado la tierra desde que pari¨® la Eva mitocondrial, la madre africana de toda la humanidad. Esas figuras a punto de saltar son el cuerpo de la amenaza que se cierne sobre el civilizado prado. El miedo explotado por pol¨ªticos como Nigel Farage para convencer a los brit¨¢nicos del Brexit, usando otra fotograf¨ªa de la desesperaci¨®n: una serpiente humana que ha hecho de la huida su existencia.
El p¨²blico que asiste a la funci¨®n de Birdie tambi¨¦n reconocer¨¢ esa imagen entre la panoplia de est¨ªmulos del montaje. Es un elemento m¨¢s del sofisticado despliegue de recursos de la compa?¨ªa, maestros en la simulaci¨®n de la simulaci¨®n, expertos en artesanilizar la tecnolog¨ªa de ¨²ltima generaci¨®n, de recrear en vivo y directo el encanto de una pel¨ªcula de stop-motion con la aplicaci¨®n audiovisual adecuada, de mimar la predisposici¨®n del espectador a la magia y sumergirlo en un odisea alucin¨®gena ¡ªquince a?os despu¨¦s del 2001¡ª o directamente invitarlo a volar. Basta un ventilador bien dirigido en la oscuridad.
Todo al servicio de un discurso sorprendentemente sereno y una denuncia muy bien armada, que tanto se explican con el audio y las palabras ¡ªque adem¨¢s sirve para cuestionar el valor de la misma representaci¨®n¡ª como con el v¨ªdeo y el ojo de la c¨¢mara que recorre y magnifica un time-line de la eterna b¨²squeda de la vida por acomodarse en un entorno favorable. Una impecable historia de la humanidad en las tres dimensiones de una miniatura. Quiz¨¢ peca en alg¨²n fragmento de los episodios centrales de cierto regodeo arty, de gui?o a Moholy Nagy, sin la misma densidad cr¨ªtica del resto de los paisajes dram¨¢ticos. Un pecado venial ante la elegante coherencia y contundencia que exhibe todo lo dem¨¢s.
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