Val¨¨ncia 1808-2015. La hist¨°ria continua¡­

Por fin, despu¨¦s de no pocos esfuerzos, presentamos, el pasado d¨ªa 5, en el colegio mayor Rector Peset, la edici¨®n en papel del resultado del II Congr¨¦s d?Hist¨°ria de la Ciutat de Val¨¨ncia que se celebr¨® a finales de enero y principios de febrero de 2015. El trabajo de edici¨®n de Balandra Edicions (?frica Ram¨ªrez) ha sido arduo, intenso y meticuloso, y tanto Juan Carlos Colomer como yo mismo estamos muy satisfechos de la forma y el fondo, eso s¨ª, sin ning¨²n atisbo de autocomplacencia. Son los lectores los que deben juzgar el resultado y nos compete a todos intentar dar continuidad a los trabajos de historia de la ciudad. S¨®lo conociendo la historia se entiende el presente y se puede dar respuesta a los retos, que no son pocos.

Dicho esto, s¨®lo unas pocas rayas para glosar m¨ªnimamente el contenido del libro (dos vol¨²menes, 965 p¨¢ginas, 52 ponencias y comunicaciones y un abundante material gr¨¢fico, planim¨¦trico y fotogr¨¢fico). El libro presenta una estructura de bloques tem¨¢ticos relativamente cl¨¢sica: metodolog¨ªa y problemas epistemol¨®gicos; arquitectura y arte (la construcci¨®n del lugar); agentes y conflictos urbanos; ver y ense?ar la ciudad; econom¨ªa, geograf¨ªa y espacio urbano y la Valencia tur¨ªstica. En el conjunto subyace una voluntad expl¨ªcita de interdisciplinaridad y transversalidad. Es la ciudad, el objeto de estudio, el que ¡°manda¡± y se busca la comprensi¨®n ¡°hol¨ªstica¡± a trav¨¦s de la interacci¨®n de diferentes disciplinas que ofrecen su correspondiente visi¨®n y enfoque sin que prive ninguna por encima de otras.

"La ciudad no es de ninguna disciplina. Es una realidad poli¨¦drica que exige intercambio, flexibilidad y generosidad"

No es la ciudad vista desde la arquitectura o la econom¨ªa o la sociolog¨ªa. No es un puro sumatorio de an¨¢lisis parciales. Es un intento de comprensi¨®n de la complejidad y de la interacci¨®n, una renuncia expresa a la perspectiva puramente sectorial. Cuando uno ha le¨ªdo el conjunto de las aportaciones se da cuenta de que la ciudad, vieja matrona, no se deja encorsetar y exige a los que se empe?an en estudiarla la renuncia a cualquier intento hegem¨®nico. La ciudad no es de ninguna disciplina. Es una realidad poli¨¦drica que exige intercambio, flexibilidad y generosidad. Y tambi¨¦n la incorporaci¨®n de nuevas visiones (habr¨¢ que a?adir otras) a las que, por ejemplo, responde la inclusi¨®n del bloque tem¨¢tico de Ver y Ense?ar la Ciudad, en un intento de subrayar, al mismo tiempo, la importancia de la difusi¨®n de la historia de la ciudad m¨¢s all¨¢ de los estrictos ¨¢mbitos acad¨¦micos. Una difusi¨®n a la que tambi¨¦n colabora una amplia bibliograf¨ªa en un intento imperfecto pero honesto de ofrecer al ciudadano lector informaci¨®n sobre aquello que sabemos, que es s¨®lo una parte de lo que deber¨ªamos saber.

Al final, sencillamente, un pelda?o m¨¢s en el conocimiento de nuestra ciudad, una aportaci¨®n colectiva realizada desde la humildad y el reconocimiento del largo camino que nos queda por recorrer.