La salud: una cuesti¨®n de sentido com¨²n
Las modificaciones del modelo catal¨¢n desde los a?os 80 han perseguido que la parte p¨²blica incluya actividad privada, pero no queremos de un supuesto pol¨ªtico ¡°progresista¡± que nos explique cu¨¢l es el status quo
No es nada sencillo captar los matices de los gestos y maniobras pol¨ªticas que ocurren en medio de un escenario convulso, como lo es una campa?a electoral. Los actores pol¨ªticos son muy conscientes y lo aprovechan para subir la voz o decir palabras duras en medio de un oc¨¦ano de ambig¨¹edad donde se mezclan aguas de escepticismo; una mala marea que predispone a los marineros a escuchar los cantos de sirenas mientras las naves se ven sometidas a vaivenes ruidosos en la ¡°superficie medi¨¢tica¡±.
A finales del a?os setenta, a Margaret Thatcher no se le hubiera ocurrido atreverse a plantear privatizar el sistema nacional de salud (NHS) de forma masiva, cosa que han defendido alegremente los diputados laboristas durante las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. El pilar central del sentido com¨²n se hab¨ªa desplazado. En Catalu?a, esto se est¨¢ preparando desde hace m¨¢s de treinta a?os y ahora estamos en la batalla final, durante la cual se puede acabar implantando en la conciencia colectiva que no todo el mundo tiene el mismo derecho a la salud y que pagar para obtener una mejor asistencia sanitaria es leg¨ªtimo.
En una entrevista a EL PA?S?el 19 de junio, el consejero de Salud, Antoni Com¨ªn, afirmaba lo siguiente: ¡°No queremos prohibir la actividad privada de los operadores p¨²blicos porque es una fuente de financiaci¨®n a la que no podemos renunciar. En estos momentos hay muchos proveedores p¨²blicos que cuadran su presupuesto gracias a esta actividad privada. Lo que tenemos que hacer es regularla bien para minimizar los riesgos de equidad que esta actividad genera¡±. ?C¨®mo es esto? ?D¨®nde est¨¢n las cifras concretas que sostengan la afirmaci¨®n de que globalmente la p¨²blica ¡°cuadra presupuestos¡± gracias a la actividad privada? ?Por qu¨¦ todav¨ªa habla de aquello "p¨²blico" cuando realmente quiere un gobierno crecientemente controlado por la ideolog¨ªa e intereses privados? Sabemos perfectamente que las modificaciones del modelo catal¨¢n acontecidas desde los a?os ochenta han perseguido que la parte p¨²blica incluya actividad privada y dependa de esta, pero no queremos de un supuesto pol¨ªtico ¡°progresista¡± que nos explique cu¨¢l es el status quo, sino que cumpla su palabra y genere un sistema equitativo, sostenible y desmercantilizado. No queremos que se nos insulte, como usuarios y contribuyentes, y por lo tanto fideicomitentes del Servicio Catal¨¢n de la Salud (CatSalut).
Es evidente que Com¨ªn, licenciado en filosof¨ªa, ha le¨ªdo a Kant, Locke y Rousseau y por lo tanto sabe que nos enga?a cuando nos quiere hacer creer que nos trata como agentes maduros de una relaci¨®n fiduciaria establecida en la Constituci¨®n, individuos responsables con voz y voto, capacidad de informarnos y de exigir de nuestros representantes que persigan el bien com¨²n y no el de determinadas ¨¦lites. Es dif¨ªcil de entender c¨®mo un individuo supuestamente de izquierdas puede caer en ox¨ªmoros tan descarados como el de garantizar la equidad, que no es un t¨¦rmino econ¨®mico sino principalmente ¨¦tico, en un ambiente mercantilizado.
A todos nos preocupa nuestra salud, la propia y la ajena, porque sin un sistema sanitario realmente p¨²blico, equitativo y de calidad nadie tiene ninguna garant¨ªa. As¨ª pues, no dejemos que nos impongan su sentido com¨²n.
Juan M. Peric¨¤s se m¨¦dico especialista en Medicina Interna-Enfermedades Infecciosas en el Hospital Cl¨ªnic de Barcelona e investigador colaborador Greds-Emconet (UPF)
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