A la sombra de los pinos
El programa municipal H¨¢bitat Verde invita a conocer los parques de Madrid este fin de semana. Pero, ?cu¨¢l es el origen de los parques de Madrid?
¡°Un viaje en ¨®mnibus; un paseo donde se re¨²nen paletos y damas, artesanos y estudiantes, ricos y pobres¡±. Con estas palabras defin¨ªa Gustavo Adolfo B¨¦cquer el crisol de personajes con los que te pod¨ªas cruzar dando paseo por el parque de El Retiro a finales del siglo XIX. El p¨²blico no ha cambiado mucho; ahora son modernos, estudiantes, turistas, parejas o solitarios que buscan en este espacio verde retirarse temporalmente del mundanal ruido de la urbe. Tambi¨¦n en el resto de parques p¨²blicos que salpican la capital y que este fin de semana, dentro del programa municipal H¨¢bitat Madrid, organizan diversas actividades para disfrutar de la naturaleza urbana. Y surge una pregunta: ?cu¨¢l es el origen de los parques de la capital?
¡°Madrid es una de las ciudades mejor provistas de espacios verdes de Europa¡±, dice Jos¨¦ Mar¨ªa Sendarrubia autor de la gu¨ªa Descubre los parques de Madrid (Ediciones La Librer¨ªa), en la que describe 25 sitios verdes urbanos. Seg¨²n datos del propio Ayuntamiento, la capital cuenta con 6.400 hect¨¢reas de zonas con vegetaci¨®n: ¡°Por cada madrile?o existen m¨¢s de 20 metros cuadrados de ¨¢reas verdes p¨²blicas¡±. Una cifra que supera la recomendaci¨®n de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) de que las urbes dispongan, como m¨ªnimo, de entre 10 y 15 metros cuadrados de zonas verdes por persona.
¡°Pero hay una trampa¡±, avisa Sendarrubia. Madrid es muy verde, pero ese verde no est¨¢ distribuido de manera homog¨¦nea: en el centro domina el gris del asfalto, que se ve compensado por el frescor, en algunos casos muy retirado, de la Casa de Campo, El Retiro o el Monte del Pardo. ¡°En el origen de la ciudad, los espacios verdes eran jardines privados bien de la nobleza o de la monarqu¨ªa¡±, resume Carlos Estrella, historiador y que ejerci¨® de gu¨ªa en varios parques de Madrid.
La Fuente del Berro, en Ventas, o El Retiro eran propiedades de la monarqu¨ªa, que en un momento dado ¡ªa partir de 1868 tras la Revoluci¨®n de la Gloriosa y la instauraci¨®n de la Primera Rep¨²blica¡ª pasaron a formar parte del patrimonio de la capital. El cambio de titularidad, de jardines privados a espacios p¨²blicos, incluy¨® matices en la visi¨®n que se ten¨ªa de las zonas verdes.
¡°Estos lugares sirven como lugares de relajaci¨®n y recreo pero, no lo olvidemos, tambi¨¦n tienen una funci¨®n ecol¨®gica y son los pulmones de la ciudad¡±, recuerda el ge¨®grafo Sendarrubia. As¨ª mientras monarcas, princesas, condes o duquesas usaban estas zonas como lugar de esparcimiento en los que disfrutar y entretenerse, a partir del siglo XIX se empez¨® a pensar en los parques como espacios ¡°higi¨¦nicos y moralizantes¡±.
Justamente para explicar la conversi¨®n de El Retiro en el parque de Madrid, se utilizaron estos argumentos: ¡°Por la necesidad de dotar a la ciudad de Madrid de espacios verdes de los que adolece y de alejar a sus ciudadanos de bares y tabernas¡±, defend¨ªa el edicto que quitaba la titularidad del jard¨ªn a los Reyes y se la daba a la ciudadan¨ªa. ¡°Las teor¨ªas que relacionaban las condiciones ambientales de las ciudades con algunas enfermedades que sufr¨ªa la poblaci¨®n comenzaron a divulgarse a finales del siglo XIX como consecuencia de la Revoluci¨®n Industrial¡±, cuenta el historiador Carlos Estrella.?
El auge de las f¨¢bricas y la dickensiana situaci¨®n del proletariado ¡ªsus problemas de salud y su temprana mortalidad¡ª despertaron el inter¨¦s y la preocupaci¨®n de la burgues¨ªa propietaria de f¨¢bricas. Un grupo de m¨¦dicos comenz¨® a investigar sobre el tema y concluyeron que deb¨ªan defender el acceso a sol, agua y aire puro de la clase obrera; en definitiva a pelear, entre otras medidas, por la necesidad de mejorar la calidad del aire en las ciudades. Descubrieron que el arbolado y las zonas verdes distribuidas por la ciudad pod¨ªan solucionar algunos de los problemas urbanos del momento y los parques se convirtieron en una de las ideas fuertes de ese movimiento.
Aunque a Espa?a esas teor¨ªas llegaron m¨¢s tarde que a otros pa¨ªses europeos, y a pesar de que Madrid no fue una ciudad especialmente industrializada si se la compara con Londres, Bilbao o Barcelona, el higienismo cal¨®. As¨ª surgi¨® una nueva oleada de zonas verdes, como el parque del Oeste o el pinar de La Elipa. Desde entonces, las zonas verdes entraron a formar parte de la cultura urbana, del urbanismo, de los diversos modelos de ciudad y de las inquietudes ciudadanas: ¡°La propuesta es sencillamente plantar m¨¢s ¨¢rboles en nuestras calles y aceras¡±, reclamaban los vecinos de la capital al Ayuntamiento en una consulta sobre presupuestos p¨²blicos.
¡°A pesar de ese inter¨¦s, a los parques y zonas verdes se les sigue dando poco valor¡±, cuenta el ge¨®grafo Sendarrubia. ¡°Se trata del patrimonio m¨¢s vivo de la capital y se viven desde dentro a trav¨¦s de la experiencia¡±, a?ade el experto, ¡°son un elemento fundamental de la ciudad; sus ¨®rganos vitales¡±.
?Conoces este parque?
Este fin de semana Madrid se vestir¨¢ de verde. El programa H¨¢bitat Madrid, que elabora el ¨¢rea de Medio Ambiente del Ayuntamiento de la capital, invita este s¨¢bado a todos los madrile?os a participar en las rutas de senderismo urbano para conocer las zonas verdes y aprender a respetarlas. La primera consiste en un paseo de seis kil¨®metros que comenzar¨¢ en el parque de Aluche a las 9.30 y terminar¨¢ en Madrid R¨ªo. Para los menos madrugadores, habr¨¢ un segundo recorrido que se iniciar¨¢ en el mismo lugar a las 12.30. Los interesados en participar en estos paseos gratuitos pueden apuntarse en el tel¨¦fono 91 639 78 69.
No es este el ¨²nico itinerario entreparques que programa el Ayuntamiento. Hay uno de 6,4 kil¨®metros de Madrid R¨ªo al Parque del Oeste y otro del Cerro del T¨ªo P¨ªo a Palomeras, 6,2 km, en pr¨®ximas fechas (consultar en madrid.es).
La experiencia natural no termina aqu¨ª. Existe una finca, La Quinta de Torres Arias, situada en la calle de Alcal¨¢, a¨²n desconocida para muchos madrile?os que en sus 17 hect¨¢reas acoge 51 especies diferentes de ¨¢rboles. El Ayuntamiento hered¨® en 2012, tras la muerte de la condesa de Torre Arias, Tatiana P¨¦rez, una finca de 130.000 metros cuadrados en el n¨²mero 551 de la calle de Alcal¨¢, que inclu¨ªa tambi¨¦n una casa solariega del siglo XVI. Pero pospuso a 2015 la apertura de estos jardines al p¨²blico porque, tras a?os de abandono, se encontraba en un estado lamentable.
Los visitantes que lo deseen podr¨¢n acercarse a esta propiedad, que desde los a?os 80 pertenece al Consistorio, de 9.30 a 12.30 horas todos los domingos del verano hasta septiembre. La plaza se reserva en el tel¨¦fono 91 639 78 69. Durante la visita se pueden observar las labores de rehabilitaci¨®n de la hacienda.
Los domingos son eternos, as¨ª que los m¨¢s animados y familiares pueden sumarse a la tercera actividad que ofrece el Consistorio: descubrir El Retiro en familia. Este parque se perfila como uno de los lugares m¨¢s id¨®neos para encontrar esa ansiada sombra y vivir un momento de paz alejado de las preocupaciones en pleno centro de la ciudad. Desde el siglo XVII, las 118 hect¨¢reas del parque ofrecen a los transe¨²ntes un espacio de cultura, naturaleza y gastronom¨ªa que merecen conocer grandes y peque?os. La visita guiada ser¨¢ de 10.30 a 12.30. Los interesados en la visita Descubre El Retiro en familia pueden obtener informaci¨®n adicional y reservar en el tel¨¦fono 91 530 00 41.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.