La banalidad del victimismo
La Mas¨ªa del Bar?a deber¨ªa introducir algunas sugerencias ¨¦ticas sobre deberes, entre ellos cumplir con Hacienda
Lionel Messi adelanta el retorno a su faena. Y lo hace con un impactante platinado en su pelo. Y por lo visionado en la tele, tambi¨¦n con unos nuevos tatuajes. Los medios de comunicaci¨®n atienden el hecho como si Messi no hubiera tenido ¨²ltimamente ning¨²n problema con nadie, tan atentos est¨¢n por su puesta a punto y su renovado look. Y yo creo que lo tuvo y lo seguir¨¢ teniendo. Tambi¨¦n da la impresi¨®n que el Futbol Club Barcelona no cometi¨® ning¨²n escandaloso error antes de cerrar los despachos por vacaciones. Insisto. Cuando empiece el nuevo curso futbol¨ªstico, Messi y su club tendr¨¢n, m¨¢s tarde o m¨¢s temprano, que afrontar su problema.
Recuerdo perfectamente que el Bar?a inici¨®, no hace ni un mes, una campa?a de defensa de Messi tirando de un eslogan copiado de los que se utilizaron para solidarizarse con las v¨ªctimas del terrorismo. ¡°Todos somos Messi¡±. Ese fue un error de bulto. Inexcusable por banalizar un asunto tan sensible como son las v¨ªctimas del terrorismo. De cualquier terrorismo. Y no es menos escandaloso victimizar a una persona que no atendi¨® debidamente sus obligaciones fiscales. Un club tan importante y con tantos seguidores en todo el mundo, incluido el que escribe esto, no puede caer nunca en tan inexplicable desprop¨®sito.
La reacci¨®n del club que le paga lo que le paga a Messi, es el de una empresa que desconoce el personal que tiene. El crack argentino vino de muy peque?o al Barcelona con su familia. Ello configur¨® una relaci¨®n de pr¨¢cticamente secuestro afectivo y cultural dentro del cual el jugador apenas desarroll¨® otro h¨¢bito que no fuera el de ser cada d¨ªa mejor, tanto para ser rentable para el club que le paga, como tambi¨¦n para ser cada d¨ªa m¨¢s rico. Esa relaci¨®n, muy extendida a veces entre deportistas de ¨¦lite (recordemos el doloroso affaire financiero y patrimonial de la tenista catalana Arantxa S¨¢nchez Vicario), enclaustra a estos hijos prodigios en territorios fuertemente endog¨¢micos, donde apenas tienen tiempo para sospechar las enormes cantidades que perciben, raz¨®n por las cuales sus padres o gestores designados por ellos se encargan de gestionan con mayor o menor eficacia o probidad.
Se ha hablado y escrito mucho sobre Leo Messi. Soy de los que sostienen que su personalidad dice mucho m¨¢s de un ser humano normal en esos spots televisivos que incrementan su fortuna, que en el desenvolvimiento diario como jugador (genial) de f¨²tbol. Tambi¨¦n soy de los que sostienen que esa ausencia casi extraterrestre que muestra en las entrevistas ante los medios de comunicaci¨®n, se debe en gran medida a esa entrega casi religiosa que pone en ser cada d¨ªa mejor y m¨¢s letal como jugador.
Desconozco qu¨¦ conoce y qu¨¦ ignora Messi de la vida y del mundo que lo rodea. Y ya no digo qu¨¦ piensa de sus deberes impositivos, suponiendo que alguna vez se lo hubiera planteado. No sabr¨ªa decir qu¨¦ piensa de Barcelona o de Catalu?a. Incluso qu¨¦ piensa de la Argentina. Y as¨ª surge la pregunta del mill¨®n. ?Sab¨ªa Messi que no cumpl¨ªa sus obligaciones con el fisco? Messi y su padre (y sus hermanos y amigos de toda la vida) vienen de un pa¨ªs donde la cultura de rendir cuentas ante la Hacienda p¨²blica no est¨¢ demasiado extendida. M¨¢s bien todo lo contrario. El que esto escribe vivi¨® los primeros 25 a?os de su vida en Argentina y nunca oy¨® que alguien pagara impuestos. Sencillamente no entraba en los c¨¢lculos del a?o. As¨ª que este es un relato que el club que fich¨® a Messi desde muy cr¨ªo, deb¨ªa conocer. Y si lo conoc¨ªa, debi¨® hacer algo para que su jugador estrella se cuidara de cumplir con sus obligaciones impositivas y no lo salpicara.
Soy un defensor ac¨¦rrimo del f¨²tbol, del Bar?a y de Leo Messi, pero no a cualquier precio. Y me parece que son muchos los seguidores del Bar?a que sienten lo mismo. El Bar?a antes de iniciar (o reiniciar) campa?as de victimismo barato, deber¨ªa introducir en su escuela de La Mas¨ªa algunas sugerencias ¨¦ticas en materia de deberes solidarios. Empezando por inculcar a sus futuros cracks cumplir con Hacienda, que esta s¨ª somos todos.
Si Messi, como todos (o casi todos), no paga sus impuestos, entonces me ser¨¢ muy dif¨ªcil disfrutar con su arte. Y tendr¨¦ que comenzar a olvidarme que un d¨ªa descubr¨ª que el bisabuelo del fen¨®meno azulgrana era originario de un pueblo italiano llamado Racanati, donde hab¨ªa nacido Giacomo Leopardi y est¨¢ situado el Centro Mundial de la Poes¨ªa.
J. Ernesto Ayala-Dip es cr¨ªtico literario.
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