Recordando sin nostalgia

El Festival Mas i Mas corri¨® las cortinas de su 14? edici¨®n con todo el bombo y boato que la ocasi¨®n se merec¨ªa. Hasta primeros de septiembre, m¨¢s de 220 conciertos en todos los formatos y estilos llenar¨¢n este certamen veraniego que ha conseguido que Barcelona en agosto haya dejado de ser el desierto musical de nuestros recuerdos m¨¢s sombr¨ªos.

Maria del Mar Bonet fue la encargada de la inauguraci¨®n en un Palau de la M¨²sica con una magn¨ªfica entrada y entrega total. La mallorquina present¨® un nuevo espect¨¢culo, Alenar Llull, basado en dos de sus discos m¨¢s personales: Alenar, de 1977, y Amic, amat, de 2004.

Bonet, con un elegante vestido rojo, comenz¨® en solitario, todo hondura sin necesidad de ning¨²n acompa?amiento. Manifest¨® su satisfacci¨®n por regresar cada verano a Barcelona y sentenci¨® que alg¨²n d¨ªa volver¨¢ a cantar en la plaza del Rei; una ovaci¨®n puntu¨® ese deseo indudablemente movido por la nostalgia (la plaza del Rei era un marco incomparable, s¨ª, pero la comodidad visual, auditiva, clim¨¢tica y de las butacas de un Palau no tiene comparaci¨®n). Tom¨® la guitarra y, sentada, comenz¨® a repasar canciones con bastantes a?os a sus espaldas pero servidas pr¨¢cticamente sin mirar atr¨¢s. Nuevas versiones sencillas, eficaces y tremendamente actuales que tuvieron curiosas excepciones, como la recuperaci¨®n del arreglo setentero (el original del disco homenajeado) de Jo donaria a qui em volgu¨¦s con toques de psicodelia, sintetizador retro y punzante guitarra el¨¦ctrica.

Acompa?¨® a Bonet un grupo de seis m¨²sicos dirigidos desde el piano y el acorde¨®n por Dani Espasa. Hacia la mitad del concierto se les uni¨® Moslem Rahal, int¨¦rprete sirio de ney (flauta de ca?a de origen persa), para recuperar algunos poemas de Ramon Llull del disco Amic, amat en el que ya particip¨® formando parte del Shams Emsemble. Rahal lleg¨® directamente de Siria, sorteando visados y fronteras, especialmente para el concierto y su toque a?adi¨® las especias, el color y el calor que requer¨ªan los aires orientales que Bonet utiliz¨® en ese trabajo. Realmente, la mallorquina se mueve como pez en el agua entre melod¨ªas mestizas que miran descaradamente hacia Oriente.

Quien, en cambio, falt¨® a la cita sin que se diera una explicaci¨®n ("muchas razones", dijo Bonet) fue el anunciado guitarrista flamenco Paco Cepero, que hab¨ªa colaborado en la canci¨®n Alenar. Tampoco se not¨® su ausencia: el concierto, as¨ª, tuvo una unidad mucho m¨¢s coherente. Un concierto basado en el recuerdo pero servido sin nostalgia... Bueno, una poca al inicio recordando la plaza del Rei pero r¨¢pidamente se olvid¨®.

Un Qu¨¨ volen aquesta gent? cantado con rabia abri¨® una tanda de bises en la que una melod¨ªa armenia permiti¨® lucirse a Rahal y una jota levant¨® los ¨¢nimos del personal. Bonet hab¨ªa empezado la velada sola y la acab¨®, m¨¢s de dos horas despu¨¦s, cantando sin micr¨®fono y hasta marc¨¢ndose unos pasos de baile entre las palmas de sus m¨²sicos.