Rull apuesta por las marinas de lujo para reactivar los puertos catalanes
El anteproyecto de ley aprobado por la Generalitat tambi¨¦n proh¨ªbe el uso residencial de los barcos.
La ¨²ltima reuni¨®n del Gobierno catal¨¢n antes de las vacaciones dio luz verde al anteproyecto de una nueva Ley de Puertos. El texto no solo pretende unificar la gesti¨®n de los 45 puertos de titularidad de la Generalitat, ahora muy aut¨®noma, sino que tambi¨¦n hace una apuesta por la n¨¢utica de lujo. ¡°La presencia de barcos de m¨¢s de 20 metros de eslora exige realizar importantes obras de remodelaci¨®n en nuestras infraestructuras para satisfacer esta incipiente demanda¡±, dice el anteproyecto, que proh¨ªbe el uso residencial de los barcos.
La ley vigente es de 1998 y el Departamento de Territorio, que dirige Josep Rull, quiere actualizarla de cara a nuevas realidades econ¨®micas, como el auge de los cruceros y el impacto de los megayates, la denominaci¨®n de los barcos de m¨¢s de 25 metros de eslora. Tambi¨¦n busca darle un encaje a la reconversi¨®n de otros sectores como el pesquero.
En Catalu?a hay 47 puertos, 45 de los cuales son de titularidad exclusiva de la Generalitat. Una misma infraestructura puede tener varios usos. Rull especific¨® que tres puertos se dedican actualmente al tr¨¢fico de cruceros; 18 tienen usos pesqueros; cinco al comercio y 26 son de gesti¨®n directa de la empresa p¨²blica Ports de la Generalitat. Existen 44 instalaciones con concesi¨®n para actividad n¨¢utica. La red actual tiene 32.988 amarres, de los que solo el 9% son para barcos de m¨¢s de 12 metros de eslora, seg¨²n Territorio, que no concreta los que son para megayates. Para habilitar esos amarres son necesarias cuantiosas adecuaciones.
Amarres pensados para botes peque?os
Los puertos deportivos catalanes no est¨¢ preparada para la llegada de los grandes yates. En total hay casi 33.000 amarres para diferentes esloras.
Dos de cada tres de estos amarres son para barcos de menos de ocho metros de eslora. Un cuarto es para embarcaciones de entre ocho y 12 metros.
El resto (9%) son para m¨¢s de 12 metros. Se define como megayate a los que tienen m¨¢s de 25 metros.
La Marina del Port Vell, en Barcelona, y Port Tarraco concentran la oferta de los barcos m¨¢s grandes.
Es ah¨ª donde la Generalitat ve una oportunidad de crecimiento. Rull asegur¨® que en 2015 la actividad en los puertos catalanes atrajo 80 millones de euros en inversi¨®n. Para aumentarla, el texto plantea una simplificaci¨®n del proceso de concesiones.
Territorio considera que no es tiempo de hacer m¨¢s puertos, sino de mejorar los existentes, si bien no rechaza que un proyecto interesante pueda incluirse en el Plan de Puertos 2030. La Generalitat plantea un sistema de calidad, similar a las estrellas de los hoteles, para calificar los puertos.
El debate sobre la pertinencia de fiar a las marinas para grandes yates la recuperaci¨®n de los puertos no es nuevo. Ya lo vivi¨® Barcelona con la reconversi¨®n del Port Vell para transformarse en un puerto de lujo, ahora operada por Salamanca Investments. La manera sobre c¨®mo el gobierno de Xavier Trias impuls¨® el proyecto gener¨® un intenso debate sobre el uso del espacio p¨²blico y la convivencia entre el puerto y la ciudad. ¡°No queremos puertos aislados, los queremos vinculados a la trama urbana¡±, defendi¨® Rull.
6.184 megayates
La Asociaci¨®n Catalana de Puertos Deportivos y Tur¨ªsticos calcula que por cada 100 amarres se generan 4,4 puestos de trabajo directos y cerca de 40 indirectos. Este fue, de hecho, uno de los argumentos de Salamanca para cerrar el negocio en Barcelona. El invierno pasado, este puerto deportivo report¨® un 100% de ocupaci¨®n en sus 148 amarres. El 80% del gasto de un gran barco (unos 890.000 euros anuales) se queda en el puerto base. Solo 43 barcos de m¨¢s de 30 metros de eslora tienen bandera espa?ola. En el mundo hay 6.184 barcos de m¨¢s de estas dimensiones, seg¨²n Superyacht Intelligence.
El anteproyecto tiene dos puntos pol¨¦micos. Proh¨ªbe el uso de embarcaciones para ¡°usos habitacionales, residenciales, hoteleros y otras tipolog¨ªa de actividades tur¨ªsticas¡±. Y en una disposici¨®n adicional obliga a Ports a ¡°ofrecer un n¨²mero razonable de amarres destinados a la n¨¢utica popular¡±, es decir, para botes de menos de siete metros de eslora.
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