Reflexi¨®n de verano
En Espa?a llevamos ocho meses con un gobierno en funciones. Eso quiere decir que las pol¨ªticas de recortes, de involuci¨®n y de laminaci¨®n de derechos sociales del PP han continuado
Las vacaciones de verano son un periodo dedicado al relax, a las lecturas f¨¢ciles y a olvidar por unos d¨ªas la dura, y a la vez maravillosa, vida diaria del resto del a?o. Voy a romper con esta filosof¨ªa y les voy a proponer una reflexi¨®n pesimista de la realidad, sin concesiones, esperando que no me lo tengan en cuenta y que no les amargue el ¨²ltimo tramo de felicidad planificada.
Vivimos en un planeta finito y avanzamos cada d¨ªa para que ¨¦ste final sea m¨¢s pr¨®ximo. Los niveles de consumo y de crecimiento incontrolado provocan una elevada contaminaci¨®n al mismo tiempo que vamos depredando los recursos naturales del planeta. El petr¨®leo se agota y no se vislumbra ninguna alternativa energ¨¦tica, el cambio clim¨¢tico y su consecuente elevaci¨®n de las temperaturas aumenta la desertificaci¨®n y la falta de agua para el cultivo y el consumo humano.
Estamos convencidos que la tecnolog¨ªa solucionar¨¢ todos los problemas que nosotros mismos nos creamos y que nos salvar¨¢ de la destrucci¨®n del planeta. La robotizaci¨®n va dejando a muchas personas sin empleo y sin alternativas de vida dignas.
Ante esta alarmante situaci¨®n poco se habla de las soluciones, los cambios necesarios y las alternativas posibles. Pocos hablan del decrecimiento o de la econom¨ªa estacionaria, casi nadie pone sobre la mesa la necesidad de repartir el trabajo para que trabaje m¨¢s gente y que ¨¦ste no ser¨¢ el ¨²nico medio de sustento vital. Hace falta pensar la manera de impulsar una renta b¨¢sica para satisfacer las necesidades m¨ªnimas de todo ser humano.
El racismo, la xenofobia y el autoritarismo pol¨ªtico se abren camino por todo el mundo y en concreto en Europa. Una Europa fuertemente desigual donde los gobiernos autoritarios, entronizados democr¨¢ticamente, se van esparciendo por la UE. Es espeluznante leer el c¨®mic de Fran?ois Durpaire y Farid Boudjellal, titulado La Presidente, donde se muestra el hipot¨¦tico ascenso democr¨¢tico al poder de Marine le Pen en la Francia del 2017 aplicando su programa racista y populista y como ¨¦ste afectar¨ªa a toda Europa. Una ficci¨®n de un realismo implacable.
Ante esta alarmante situaci¨®n no veo una reacci¨®n social fuerte y hegem¨®nica que denuncie que fen¨®menos de desigualdad, racismo y autoritarismo ya los hemos vivido en Europa y con consecuencias nefastas. La UE, con sus pol¨ªticas neoliberales, hace m¨¢s profunda la sima de las desigualdades econ¨®micas y sociales. No hay proyecto europeo sin una profunda democratizaci¨®n de sus instituciones y sin una visi¨®n pol¨ªtica solidaria con nuestro entorno.
En Espa?a llevamos ocho meses con un gobierno en funciones. Eso quiere decir que durante este periodo las pol¨ªticas de recortes, de involuci¨®n democr¨¢tica, de laminaci¨®n de derechos sociales del PP han continuado. Al mismo tiempo no ha sido posible controlar en el Parlamento las pol¨ªticas del gobierno ni los innumerables casos de corrupci¨®n de los miembros del PP. A pesar de todo, el PP vio refrendadas sus pol¨ªticas y la oposici¨®n de izquierdas no ha podido crear una alternativa para apear del gobierno a la derecha m¨¢s antisocial y corrupta que ha padecido Espa?a.
En Catalu?a, los nacionalistas que gobiernan la Generalitat est¨¢n tensionando a la sociedad hasta conseguir romperla. Nunca hab¨ªa visto en mi pa¨ªs las actitudes supremacistas, sectarias y xen¨®fobas ejecutadas por un gobierno, por su televisi¨®n p¨²blica, por su prensa amiga y por entidades privadas, como l'ANC. Estos elementos fomentan el odio a todo aquel que no siga sus consignas independentistas. Los puentes que tanto cost¨® construir en los inicios de la democracia entre pueblos diferentes, se est¨¢n demoliendo uno a uno por un nacionalismo tronado que no tiene ning¨²n proyecto de futuro viable que no sea el de romper el pa¨ªs para satisfacer su ideolog¨ªa separatista.
Esta reflexi¨®n veraniega no tiene la intenci¨®n de entristecer sus vacaciones, ni que vuelvan al trabajo con una dosis superior de depresi¨®n de la normal. Solo pretende, y de forma muy humilde, que no nos conformemos con lo que hay. Ser conscientes de la realidad nos hace m¨¢s fuertes para luchar contra ella, para cambiarla, para transformarla. Si nos dejamos ir, si no actuamos ya sabemos cu¨¢les ser¨¢n las consecuencias. La historia nos lo cuenta.
Joan Boada Masoliver es profesor de Historia.
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