Vida de frontera
Ma?anet de Cabrenys, con la Guerra Civil, fue camino para la huida o el exilio de gente de uno y otro bando
Quienes est¨¢n en Ma?anet de Cabrenys dif¨ªcilmente han llegado por casualidad. No es un lugar de paso. Hay que ir casi tan expresamente como a Cadaqu¨¦s, salvo que la intenci¨®n sea seguir hasta Francia por una deliciosa ruta de apenas 15 minutos en coche que cruza una frontera sin ninguna consistencia. La cercan¨ªa con el Vallespir hace que los horarios en Ma?anet, m¨¢s que rurales, sean franceses. Los vecinos del lugar almuerzan y cenan pronto. Otra cosa son los visitantes. Pueblo fronterizo, con la Guerra Civil, fue camino para la huida o el exilio de gente de uno u otro bando.... o de ninguno, as¨ª de bestia fue aquella tragedia. Por el pueblo vecino de La Vajol, pasaron en febrero de 1939, Manuel Aza?a, Llu¨ªs Companys y Jos¨¦ Antonio Aguirre. Por sus monta?as huyeron del nazismo algunos jud¨ªos alemanes. Y tambi¨¦n pasaron algunos maquis. Ma?anet vivi¨® el traj¨ªn del contrabando, en uno u otro sentido seg¨²n la ¨¦poca. En la posguerra entraron desde pintalabios a piezas para maquinaria que no pod¨ªa importarse. En la c¨²spide de una de las bandas que m¨¢s disfrut¨® de la connivencia de las autoridades estuvo el can¨®nigo Mart¨ªn Torrent, bien abrigado gracias a su cargo, tan relevante como lamentable, de capell¨¢n mayor de todas las prisiones franquistas. Lo explica en un libro Jos¨¦ Francisco Mar¨ªn.
Con una extensi¨®n de 68 kil¨®metros cuadrados, su t¨¦rmino municipal es mucho m¨¢s grande que el de Roses, la Jonquera o Perelada. Y lo habitan algo m¨¢s de 700 vecinos. La simple matem¨¢tica ya sugiere que no se pueden agotar los rincones apacibles. El pueblo est¨¢ situado a 370 metros de altitud, pero lo rodean las monta?as m¨¢s altas del Empord¨¤. El santuario de Les Salines, a algo m¨¢s de mil metros, est¨¢ vigilado de cerca por cimas m¨¢s altas. Hay mil maneras de ir descubriendo los parajes. Desde el paseo tranquilo al running o en bicicleta, por pistas se?alizadas. ¡°Hacer salud¡± es uno de los motivos m¨¢s antiguos para ir a Ma?anet. El historiador local Pere Roura habla de una hostelera, la Matr¨®, que a mediados del ochocientos ya ofrec¨ªa sus remedios de hierbas que, junto a los saludables ba?os en el r¨ªo Arnera y respirar aire sano, constitu¨ªan un paquete que se anticipaba a lo que hoy se conoce como turismo de salud. Nada de lo que te puede convencer para ir a Ma?anet es postizo. Ni sus paisajes, ni las noches serenas (con campanario, eso han de saberlo los delicados urbanitas que no los soportan), ni la cordialidad de sus gentes.
Comer, dormir y ver
D?NDE COMER
De restaurantes hay unos cuantos, con distintas especialidades, desde las brasas al fest¨ªn familiar pasando por una cocina m¨¢s mediterr¨¢nea o el bacalao. En Ma?anet siempre ha habido buenos cocineros. Josep Pla ya se?al¨® a Alfons Roger como uno de los grandes del Empord¨¤.
D?NDE DORMIR
La Quadra y Els Ca?adors son los dos hoteles que hay en el mismo pueblo. Tambi¨¦n hay oferta de casas rurales y apartamentos.
QU? VISITAR
En La Farga (nombre que recuerda una vieja metalurgia), las piedras retuercen el lecho del r¨ªo que, luego, recupera su remanso en la Gorga de les Dones, uno de los rincones donde ba?arse.
Aunque el pueblo es relativamente desconocido, su nombre ha propiciado el consabido chiste. Lo explic¨®, sin ¨¢nimo de juerga, el diputado Pere Mac¨ªas, en noviembre de 2010 en un pleno del Congreso y est¨¢ en las actas: ¡°El colmo es un municipio que se llama Ma?anet de Cabrenys. En catal¨¢n ma?anet significa demasiado limpio y cabrenys puede traducirse como cabritos. La tentaci¨®n de los invasores fue llamarlo, Demasiado Limpio de Cabritos. Parece que alguien al final tuvo el acierto de decir que no pod¨ªan hacer el rid¨ªculo y como excepci¨®n no cambiaron el nombre¡±. Quien s¨ª usaba muchos apellidos y top¨®nimos de Ma?anet era el doctor Caparr¨®s, aquel m¨¦dico que interpretaba Joan Capri en TVE. Aunque ejerc¨ªa en un supuesto pueblo con otro nombre, iba al bar La Pau o visitaba las casas de Tapis, una bonita miniatura, cosas que pueden hacerse en Ma?anet. El gui¨®n era del escritor Jaume Ministral, ma?anetense de adopci¨®n. Pero el m¨¢s notorio momento televisivo para Ma?anet ha sido este a?o con la visita de El foraster. Qu¨¦ le vamos a hacer. A recordar su intento de subir la barra de Roland, un ins¨®lito monumento en la plaza principal. La leyenda dice que es el bast¨®n y el anillo que el gigante Roland lanz¨® desde las monta?as. Obviamente la historia es otra, pero no vamos a insistir en m¨¢s historia porque tendr¨ªamos que remontarnos al neol¨ªtico, como demuestra el menhir que llaman La Pedra Dreta.
Delante de esta barra est¨¢ el casino del pueblo, La Pau, que pertenece a la Sociedad de Socorros Mutuos de la poblaci¨®n, ¡°protectora de los pobres". Dentro, por la tarde, se puede encontrar alguna partida de botifarra, pero no es la afici¨®n m¨¢s popular. Le ganan la caza de setas... y del jabal¨ª, cuyos bosques cobijan en abundancia. Mucho m¨¢s, desde luego, que Pok¨¦mons.
No es un pueblo rutinario. Se embotella el agua del manantial de Les Creus. Hay un futbolgolf. Hubo un camping naturista alejado de los curiosos. Ahora, m¨¢s cerca, hay un camping, ¨¦ste tradicional, con bungal¨®s. Todav¨ªa, gracias a un trabajador de la antigua f¨¢brica de pipas, se mantiene esta artesan¨ªa. Mis padres son de all¨ª, pero no hace falta ser lugare?o para que Ma?anet te acoja. Es otra manera de vivir la vida.
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