La vuelta al mundo del perro ¡®Vali¡¯

Ayer por la ma?ana, aprovechando que nadie vigilaba, Vali abri¨® la tapa de pl¨¢stico del recipiente en el que guardan el pienso canino en el refugio. Se llev¨® un chasco porque dentro la comida estaba empaquetada, protegida por envoltorios que con la poca fuerza que a¨²n tiene no fue capaz de romper. El hambre de Vali es como un agujero negro, no se sabe cu¨¢ndo acabar¨¢ o quiz¨¢s jam¨¢s acabe. Hace una semana, este perro macho de 9 o 10 a?os, con claros rasgos de pointer, lleg¨® a la protectora de Cambados al borde de la muerte. Fue descubierto por un vecino de Meis (Pontevedra), tirado sobre la tierra en una finca abierta, con desnutrici¨®n de dos meses, deshidrataci¨®n y apenas sangre en las venas. Alguien lo hab¨ªa abandonado all¨ª. Pesaba menos de 10 kilos cuando tendr¨ªa que rondar los 30.

El veterinario crey¨® que no sobrevivir¨ªa ni un d¨ªa, pero Vali, bautizado en el refugio con el nombre del dios arquero hijo de Od¨ªn y la giganta Rinda, luch¨® como un guerrero; contuvo el d¨¦bil aliento de vida que le quedaba y ahora sale adelante. Tiene un soplo en el coraz¨®n y una extensa infecci¨®n en el lomo que le duele mucho. No quiere que le toquen la herida, pero no queda m¨¢s remedio, porque hay que extraerle el pus a diario con una jeringa. Durante cinco d¨ªas no fue capaz de tenerse en pie. Luego, el fin de semana, fue consiguiendo con ayuda levantar sus patas de alambre. Ayer logr¨® dar un paseo de cinco minutos y est¨¢ rendido, pero feliz.

Mientras su cuerpo escu¨¢lido vuelve a la vida con medicinas y caricias, suero y latas de comida especial para casos extremos de desnutrici¨®n, Vali recibe mensajes de todas partes porque su dram¨¢tica historia ha dado la vuelta al mundo. En una semana le han surgido muchos pretendientes, aspirantes a su adopci¨®n que llaman o escriben desde lejanos lugares de Espa?a y de Europa. Tambi¨¦n un hombre joven de Florida que est¨¢ dispuesto a pagarle el viaje en avi¨®n y lo que haga falta con tal de tenerlo a su lado. Pero a Vali a¨²n le falta un tiempo para poder marchar en busca de su segunda oportunidad. El veterinario del refugio prepara estos d¨ªas un informe m¨¦dico para el Seprona, que busca al presunto responsable del abandono.

Supuestamente Vali pas¨® la mayor parte de su vida encadenado, y en un momento dado dejaron de alimentarlo. De eso hablan su vieja y gruesa correa, y el castillo descarnado de su esqueleto. Alguien lo arroj¨® ya moribundo hace dos fines de semana en San Salvador de Meis, y ¨¦l, ya sin poder levantarse, comi¨® paja seca para sobrevivir. Esto ¨²ltimo tambi¨¦n se adivina. Lo cuentan sus heces, que al llegar al refugio eran solo esparto. El impacto que caus¨® la foto de su cuerpo rubio y blanco derrumbado, incapaz de comer la carne que le ofrec¨ªa su rescatador, ha llegado tambi¨¦n al departamento de la Xunta responsable de combatir el maltrato animal. Sin haber pedido ella ninguna reuni¨®n, la coordinadora del refugio, Olga Costa, ha sido convocada este jueves por la directora general de Conservaci¨®n da Natureza.

En todos estos d¨ªas, y a pesar de la repercusi¨®n que tuvo el hallazgo en las redes sociales, no ha habido pistas acerca del due?o. En el refugio de Cambados, este a?o, han conocido otros muchos casos de perros a los que sus propietarios dejaron de alimentar. Y tambi¨¦n de ancianos que murieron sin nadie que se hiciese cargo de sus animales. "Pasa cada vez m¨¢s con gallinas, caballos, gatos, burros y perros", asegura Costa, la directora del centro de acogida. En la zona en la que apareci¨® Vali, ¨²ltimamente ha habido varios entierros de vecinos mayores. Los animales quedan atados, o encerrados, en la casa del difunto y cuando llegan los herederos, si el can sigue vivo, "ocurre bastantes veces que lo abandonan".

"Vali es bueno", describe Costa. "Le gusta jugar con los gatos, y con los otros perros tambi¨¦n aunque le fastidia que le den la vara... uno que se marchaba a A Coru?a, antes de irse se acerc¨® a ¨¦l y le peg¨® un lamet¨®n de despedida". Es un perro mayor que "no le tiene miedo a nada". "Salvo a las escobas", por alguna raz¨®n. Por lo dem¨¢s, el can de Meis es todo apetito. En siete d¨ªas ha engordado kilo y medio y ya pesa 11,400, aunque las caderas siguen pareciendo cuchillas bajo su piel. Hay que dosificarle la comida porque a¨²n existe el riesgo de que su est¨®mago la rechace. Pero Vali siempre quiere m¨¢s, que de hambre ya est¨¢ saciado.