Las claves de la cosa
En las prioridades est¨¢ el modelo de ciudad: lo que se ve nos cuenta lo que se piensa
Al salir de casa, me topo con un equipo de BTV que interroga a los vecinos sobre el carril-bici de la calle Numancia, todav¨ªa con la pintura fresca. La queja generalizada, me dicen, es que se ha suprimido aparcamiento: he aqu¨ª un cambio cultural que a¨²n no se ha producido. ?Andaban muchas bicis por la vereda! Se?alo a las chicas de BTV un detalle que parece hecho a prop¨®sito para causar problemas: justo donde se accede al vado ¡ªmuy utilitzado¡ª de un hotel que tanto acoge equipos de futbol menores que vienen a jugar al Camp Nou como equipos de vuelo de distintas compa?¨ªas que operan en El Prat, justo ah¨ª, han pintado un espacio para motos que obtura el paso. O sea que el vado no servir¨¢ para autocares, porque ya no caben, y en algunos casos lo tendr¨¢n dif¨ªcil los taxis. No hac¨ªa ninguna falta poner ah¨ª las motos, pero un t¨¦cnico tom¨® la decisi¨®n, no sabemos si en el despacho o in situ. En este ¨²ltimo caso su pericia es discutible. Me hace pensar en los t¨¦cnicos que dise?aron la high line de Sants, que en alg¨²n momento tienen que haber subido y haber visto que dejaban a los vecinos de la segunda planta a la intemperie, pero no se fijaron, no tomaron nota para solucionarlo ¡ª?una enredadera que haga de cortina?¡ª, simplemente siguieron de largo.
Los t¨¦cnicos. En la f¨¢brica Oliva Art¨¦s, que trata mucho de urbanismo, hab¨ªa hasta hace una semana una exposici¨®n interesant¨ªsima: los proyectos de final de carrera de los arquitectos de la Universidad Internacional de Catalu?a. Siempre pens¨¦ que estos proyectos dicen mucho del sistema y del alumno. Y que ser¨ªa divertido hacer una exposici¨®n de arquitectos divinos mostrando su proyecto de carrera y su ¨²ltima realizaci¨®n, para evaluar la distancia entre el sue?o y la realidad. Conozco a un arquitecto que, hace a?os, proyect¨® convertir la Sagrada Familia en una discoteca y le dieron el t¨ªtulo. Eran tiempos iconoclastas en la escuela oficial. Esta exposici¨®n que digo plantea un tema concreto: los l¨ªmites de la metr¨®polis. Est¨¢ en ingl¨¦s: boundaries. Toda la muestra est¨¢ en ingl¨¦s, con algunas incursiones en castellano, en una extra?a ecolog¨ªa de lenguas. Como no lo dice, no s¨¦ c¨®mo se organizaron los trabajos, si se encargaron temas espec¨ªficos o cada alumno eligi¨® sus elementos, pero s¨ª que la exposici¨®n ense?a esa confluencia entre la ambici¨®n joven y la convenci¨®n acad¨¦mica, es decir, el lenguaje del tiempo presente.
Trabajaron sobre los bordes del Parc Agrari del Llobregat, inund¨¢ndolos de edificios que ten¨ªan que integrarse en el paisaje, aportar sostenibilidad y conocimiento, contribuir al desarrollo, etc¨¦tera. La periferia que aparece en los planos est¨¢ idealizada. Otra vez nos preguntamos si el t¨¦cnico ha trabajado sobre el terreno; yo dir¨ªa que s¨ª, al menos eso dicen los textos explicativos, pero los proyectos est¨¢n lejos de la realidad, como siempre que un arquitecto lo plasma en papel: queda mejor, sin el pastizal calvo, el pinar ajado. Pero vayamos al grano. Si todo esto se construyera, tendr¨ªamos un polo de conocimiento agrario, rural, pero nos quedar¨ªa poco terreno libre, poco paisaje. Hay de todo, desde una f¨¢brica a una biblioteca (espl¨¦ndida), desde un mercado a una granja de mariposas, desde una escuela de gastronom¨ªa a un centro de estudios intergeneracional. Tambi¨¦n un hotel, ic¨®nico ¨¦l ¡ªas¨ª lo confiesa el autor¡ª, mezcla de Gehry y la gran Zaha Hadid. Ah, y un hip¨®dromo.
La cuesti¨®n es qu¨¦ preguntas estaban contestando estos alumnos. Est¨¢ claro que les gusta construir; la mayor¨ªa de proyectos son s¨®lidos, de l¨ªneas rectas, modernos en el sentido cl¨¢sico de la palabra, transl¨²cidos. ?Qu¨¦ har¨¢n en el futuro? ?D¨®nde acabar¨¢n dejando la huella? No s¨¦ por qu¨¦ la exposici¨®n me produce una cierta desaz¨®n. Estamos creando arquitectos convencionales con la p¨¢tina de la sostenibilidad: trabajan bien la energ¨ªa interna del edificio pero quiz¨¢s no tan bien los conceptos que lo inspiran. O s¨ª, no lo s¨¦.
En todo caso, como siempre que vengo a la Oliva Art¨¦s paso a ver c¨®mo est¨¢n los trabajos de restauraci¨®n de Ca l¡¯Alier, donde ten¨ªa que instalarse un centro de tecnolog¨ªa smart city protagonizado por dos multinacionales. Dice el cartel que la fecha de finalizaci¨®n est¨¢ ¡°en revisi¨®n¡± y la cosa, m¨¢s parada que la Sagrera.
Prioridades. En las prioridades est¨¢ el modelo de ciudad: lo que se ve nos cuenta lo que se piensa. Es la clave de la exposici¨®n que acabo de ver.
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