As¨ª llegan los partidos al debate de la cuesti¨®n de confianza

La pol¨ªtica catalana entr¨® hace cuatro a?os en una espiral en la que a¨²n sigue inmersa y sin que se adivine el desenlace. Proceso, hoja de ruta, salto de pantalla, mandato democr¨¢tico, mayor¨ªa social y/o silenciosa, refer¨¦ndum unilateral, elecciones plebiscitarias y declaraci¨®n unilateral eran hasta 2012 expresiones y vocablos ins¨®litos, pero desde entonces se han incorporado al lenguaje pol¨ªtico, especialmente de los l¨ªderes soberanistas.

Nunca, en los 36 a?os que hace ya que se restableci¨® el Parlament, se hab¨ªa presentado una cuesti¨®n de confianza por parte del presidente de la Generalitat. Seguramente porque nunca, desde entonces, el escenario pol¨ªtico era tan incierto ni exist¨ªa un Gobierno con tan poco apoyo parlamentario. Carles Puigdemont decidi¨® tomar este camino tras el veto de la CUP a los Presupuestos de este a?o, otro escenario que tampoco se hab¨ªa producido nunca desde el restablecimiento de la autonom¨ªa.

Las elecciones del 27 de septiembre de 2015, hace ahora un a?o, fueron un pase definitivo de p¨¢gina, con un Parlament m¨¢s fragmentado que nunca y unos grupos parlamentarios que desde entonces han acusado tensiones internas. Esta es una fotograf¨ªa aproximada del estado de los partidos pol¨ªticos.

JUNTS PEL S?. Tensionados. La necesidad de convocar un refer¨¦ndum para proclamar la independencia a mediados del a?o que viene divide desde hace meses al grupo parlamentario del que forman parte la antigua Converg¨¨ncia y Esquerra Republicana. El partido que ocup¨® la hegemon¨ªa pol¨ªtica en Catalu?a durante d¨¦cadas intenta sacudirse como puede la presi¨®n de la CUP para apostar por la unilateralidad como soluci¨®n pol¨ªtica, mientras que los republicanos se sit¨²an en una posici¨®n m¨¢s equidistante y lanzan continuos gui?os a los anticapitalistas, pero sin olvidar que forman parte de un gobierno presidido por Carles Puigdemont.

CIUDADANOS. Amplificados. El partido de Albert Rivera es la segunda fuerza en el Parlament con 25 diputados, pero esa representaci¨®n apenas produce efectos pol¨ªticos en la c¨¢mara catalana y en la vida pol¨ªtica. M¨¢s pendientes de resultar decisivos en Espa?a que en Catalu?a y tras los resultados de las dos ¨²ltimas elecciones generales, la formaci¨®n naranja parece condenada a exportar m¨¢s all¨¢ del Ebro ese papel casi irrelevante que ha tenido su guinda con el castigo sufrido en las elecciones gallegas y vascas.

PSC. Se busca l¨ªder. Los socialistas catalanes no levantan cabeza en unas elecciones desde que perdieron la Generalitat y el Gobierno de Espa?a y cada consulta se convierte en el peor resultado cosechado hasta entonces. Ahora est¨¢n inmersos en un proceso ins¨®lito de primarias para elegir a su primer secretario y el dilema est¨¢ entre Miquel Iceta, un fontanero del PSC que lleg¨® a l¨ªder por incomparecencia de N¨²ria Parlon y la alcaldesa de Santa Coloma que, ahora s¨ª, cuando la sangr¨ªa socialista parece acabada, quiere ponerse al frente del partido. La soluci¨®n, el 15 de octubre.

CATALUNYA S¨ª QUE ES POT. Divididos. El grupo parlamentario heredero de Iniciativa per Catalunya hab¨ªa convivido de manera arm¨®nica en su pluralidad hasta que el secretario general de Podem, Albano Dante Fachin, dio un pu?etazo en la mesa para clamar contra el monopolio parlamentario de los ecosocialistas. Al final han llegado a un acuerdo y se repartir¨¢n los turnos de intervenciones en los debates de la moci¨®n de confianza, de pol¨ªtica general y de Presupuestos, pero las discrepancias siguen latentes. En especial con el proceso soberanista.

PP. En espera. Xavier Garc¨ªa Albiol es el l¨ªder parlamentario del PP, pero no del partido en Catalu?a. Hace meses que los populares deber¨ªan haber celebrado un congreso para ungir al exalcalde de Badalona en sustituci¨®n de Alicia S¨¢nchez Camacho, pero la espiral interminable de elecciones lo ha impedido. Mientras tanto, PP y Ciudadanos siguen escenificando en el Parlament la cara m¨¢s combativa contra el soberanismo.

CUP. Un enigma. Los anticapitalistas dejaron en la estacada a Puigdemont con los Presupuestos de este a?o, pero han anunciado que le ayudar¨¢n a superar la cuesti¨®n de confianza. Queda por ver qu¨¦ har¨¢n con las cuentas para 2017 y qu¨¦ exigen al Gobierno catal¨¢n para hacerlo posible. Sus complicados equilibrios internos, entre el alma que da prioridad al independentismo y la que aboga por que lo primero son las pol¨ªticas sociales, hacen imprevisible un pron¨®stico, aunque parece que lo m¨¢s probable es que acompa?en a Junts pel S¨ª hasta el final de la legislatura.