El nuevo mapa pol¨ªtico vac¨ªa las arcas de los partidos tradicionales

Al borde de la liquidaci¨®n tras desaparecer de las instituciones, Uni¨® se ha convertido en el ejemplo m¨¢s sangrante de c¨®mo los cambios en el tablero pol¨ªtico han impactado sobre las formaciones tradicionales. La llegada de nuevos partidos a las instituciones y la atomizaci¨®n del voto ha obligado a la antigua Converg¨¨ncia y al PSC a desprenderse de sus hist¨®ricas sedes para enjugar deuda y reducir sus estructuras. Iniciativa per Catalunya tiene en marcha tambi¨¦n un plan de viabilidad para reducir costes tras las medidas de ahorro de los ¨²ltimos a?os. El Partido Popular de Catalu?a, como el resto de partidos, redujo plantilla tras las elecciones generales de diciembre. Esquerra Republicana, es la ¨²nica formaci¨®n que se libra de esas medidas: ya recort¨® en 2010 y 2011.

Rota la federaci¨®n CiU, Uni¨® ha desaparecido del Parlament y Converg¨¨ncia, abrazada al independentismo, ha pasado de 50 diputados en 2012 a 29 desde las elecciones de 2015 (dentro de la coalici¨®n de Junts pel S¨ª, con 62 diputados). El PSC ha reducido su peso de 20 esca?os a 16; el batacazo del PP le ha hecho pasar de 19 a 11, mientras que la ca¨ªda de Iniciativa per Catalunya pasa de los 13 de 2012 a los cuatro actuales, diluidos en la confluencia de S¨ª que es Pot (11). Esa p¨¦rdida de peso es extensible al resto de instituciones y, a menor representaci¨®n, menor recepci¨®n de recursos p¨²blicos. Ese factor a?adido a la continua p¨¦rdida de militantes oblig¨® a partir de 2015 ¨Calgunos, como ICV, lo hicieron antes--, a pensar en la necesidad de tomar medidas dr¨¢sticas. En 2013, ¨²ltimos datos fiscalizados por el Tribunal de Cuentas, los partidos catalanes acumulaban un endeudamiento conjunto de 57 millones de euros. Esa es la principal preocupaci¨®n de sus gestores, reducidas las subvenciones p¨²blicas.

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Uni¨®, abocada a un concurso de acreedores al no lograr un acuerdo con los bancos

La nueva Converg¨¨ncia se llama Partit Dem¨°crata Catal¨¤

El concurso de acreedores presentado por Uni¨® es el caso m¨¢s extremo. Solo presentes en algunos ayuntamientos, donde resisten los grupos de la federaci¨®n que salieron de las elecciones municipales, acumula una deuda de 22,5 millones de euros, de la que 19,3 millones son hipotecas. Su situaci¨®n es tan desesperada que llegaron a demandar a los bancos que les perdonaran ¨Ca trav¨¦s de una quita bancaria¡ªel 95% de los pr¨¦stamos o, en el mejor de los casos, diez a?os para pagar. La banca se niega porque no tiene ninguna garant¨ªa de que la situaci¨®n pueda revertirse.

Desde la nueva Converg¨¨ncia, el ahora Partit Dem¨°crata Europeu Catal¨¤ (PDC), evitan hablar de su situaci¨®n econ¨®mica y se escudan en que la nueva formaci¨®n nace limpia. El PDC ocupa un nuevo edificio que es casi la mitad (2.400 metros cuadrados) que el que ocupaban hasta julio en la calle C¨°rcega. En la nueva sede han invertido 6,4 millones de euros. La antigua se la vendieron a un grupo asi¨¢tico, Platinum States, especializado en la adquisici¨®n de inmuebles a instituciones con problemas. Cuando se realiz¨® la operaci¨®n, que afecta a un inmueble que Converg¨¨ncia utiliz¨® como fianza judicial del ¡®caso Palau¡¯, desde el partido aseguraron que los ingresos servir¨ªan para enjugar deuda y avanzaron que se pretend¨ªa reducir un 30% su estructura. La nueva formaci¨®n tiene poco m¨¢s de 11.000 asociados, lejos de los 26.000 que Converg¨¨ncia dec¨ªa tener en junio pasado (19.000 al corriente de pago). Fuentes consultadas aseguran que, en todo caso, su deuda no era la m¨¢s abultada de los partidos. Seg¨²n el ¨²ltimo informe del Tribunal de Cuentas, referente al ejercicio de 2013, 5,3 millones de pasivo, frente a unos activos de 13 millones.

El PSC es el otro partido catal¨¢n que ha optado por vender su sede de la calle Nicaragua, por unos diez millones de euros, con el objetivo de reducir ¡°nuestra deuda hist¨®rica¡±, seg¨²n explica Assumpta Escarp, secretaria de organizaci¨®n, quien indica que ¡°ya no hacen falta grandes locales¡±. El partido busca reducir pr¨¦stamos, situados en torno a 12 millones de euros, para que se sit¨²e en unos 5,5 millones. A la venta de activos se a?ade una reducci¨®n del gasto anual que pasar¨¢ de los 14 millones de euros de 2014 a la mitad este a?o. El personal que daba servicio en la sede se ha reducido a la mitad, mediante jubilaciones y bajas voluntarias no cubiertas. ¡°Empezamos a reducir cargas en julio de 2014 y desde entonces no hemos parado, pero sin hacer nada radical¡±, explica Escarp.

Iniciativa per Catalunya lleva a?os reduciendo su presupuesto y esforz¨¢ndose para reducir su carga financiera, vinculada a la hipoteca que suscribi¨® para adquirir su actual sede en el barrio G¨°tico. Su consejo nacional ha aprobado un plan de viabilidad para dar un nuevo tijeretazo a sus gastos. Se basa en un recorte de gastos de medio mill¨®n de euros, por lo que la cifra se sit¨²a en 2,2 millones. La mayor parte de ese recorte se basa en una reducci¨®n de los contratos de asesores y en las bajas que el partido tiene por jubilaciones. Su deuda ha pasado en los ¨²ltimos cuatro a?os de 16,1 millones de euros a 10,7 millones, seg¨²n consta en las memorias econ¨®micas que publica en su web. ¡°Tenemos 16 locales propios y no nos planteamos vender patrimonio y menos con los precios actuales¡±, explica Santu Cayuela, secretario de Finanzas, quien explica que en las ¨²ltimas tres campa?as electorales no se han pedido cr¨¦ditos bancarios para financiarlas.

Esquerra se mira los movimientos del resto de partidos con mucha tranquilidad. El informe presentado en 2014 del Tribunal de Cuentas lo presentaba como el partido catal¨¢n m¨¢s ordenado econ¨®micamente. Su responsable de finanzas, Jordi Roig, subraya que los grandes recortes se hicieron a partir de 2010 y que en los ¨²ltimos a?os ¡°no hemos tenido que hacer nada¡±. El a?o pasado el partido cerr¨® con una deuda de 3,5 millones de euros, pero que en su mayor parte estaba asegurada por la liquidaci¨®n de las subvenciones p¨²blicas que le ten¨ªan que pagar por las ¨²ltimas elecciones. Un a?o antes hab¨ªan cerrado con una deuda de apenas 195.000 euros. Su fundaci¨®n Josep Irla es la que soporta la carga crediticia de su sede en Barcelona y de otros 27 inmuebles en propiedad. Adeuda por ello unos tres millones de euros sobre unos activos de diez millones. ¡°No nos preocupa porque no tenemos que renovar ning¨²n cr¨¦dito¡±, afirma Roig.