Que corra la voz, que corra la voz sobre el chico muerto

Esa tarde se hab¨ªa puesto el traje de ba?o debajo del pantal¨®n. Hac¨ªa calor y quer¨ªa ir a la playa. Pero se detuvo en la manifestaci¨®n, una de tantas en la que esos d¨ªas, en G¨¦nova, una ciudad en estado de sitio, tomada por las fuerzas antidisturbios y con el permanente ruido ensordecedor de los helic¨®pteros en el aire, se protestaba ante la cumbre del G-8. El 20 de julio de 2001, fue abatido por la polic¨ªa de dos certeros tiros, uno en la frente. En el suelo, moribundo, sufri¨® un doble atropellamiento por parte de un veh¨ªculo de los carabinieri. Ten¨ªa 23 a?os, los mismos de Oriol Pla, uno de los m¨¢s prometedores actores de la escena en Espa?a, que se presenta por primera vez en Madrid con Ragazzo, un devastador y brillante mon¨®logo sobre este joven italiano, que, claro, que ten¨ªa nombre. Se llamaba Carlo Giulani, pero eso es lo de menos. En G¨¦nova, un monolito de piedra le recuerda con la palabra ragazzo. ¡°No quiero ser piedra, quiero que se corra la voz, que se corra la voz¡­¡±. El espect¨¢culo, toda una explosi¨®n de potencia esc¨¦nica y de sensibilidad, escrito y dirigido por Lali ?lvarez y que se estren¨® la temporada pasada en Barcelona, se podr¨¢ ver durante el mes de octubre en el Teatro del Barrio de Madrid.

¡°No es la historia ni de un m¨¢rtir, ni de un h¨¦roe¡±. Oriol Pla afronta as¨ª en el escenario a cualquier chaval, a cualquiera de sus amigos, a ¨¦l mismo, en sus ¨²ltimos tres d¨ªas de vida. ¡°Ragazzo es el relato de un ser cualquiera que puede ser v¨ªctima de la violencia policial, del poder si nos oponemos a ¨¦l. Fue un chico como yo, que me pregunto cosas, que me posiciono pol¨ªticamente, que si pasa algo en mi ciudad me acerco a ver lo que ocurre y que si es injusto me quejo. Contamos la historia desde el sitio m¨¢s humilde. Era un chaval estupendo, ten¨ªa ganas de vivir y mucha curiosidad. Era okupa en un edificio abandonado y escrib¨ªa poemas en lat¨ªn. Con ¨¦l he aprendido muchas cosas sobre la inocencia y la pureza. Estoy c¨®modo con este personaje porque me encuentro ante una mirada limpia¡±. El actor muestra su orgullo por dar voz a una historia que, dice, se ha silenciado. ¡°Hay muchas preguntas sin contestar¡±, asegura el int¨¦rprete, que hac¨ªa de hijo de Ricardo Dar¨ªn en la pel¨ªcula Truman, de Cesc Gay, y que ahora protagoniza la ¨²ltima de Agust¨ª Villaronga, Incerta gl¨°ria.

M¨¢s informaci¨®n

Un ¡®ragazzo¡¯ llamado Oriol Pla

Funci¨®n de estilo

En Ragazzo se va descubriendo la ternura, el miedo, la rebeld¨ªa, pero tambi¨¦n el humor y la belleza. Oriol Pla consigue con un trabajo muy poderoso f¨ªsicamente que el espectador vea lo que no se ve: las cargas policiales, la adrenalina, los gases, a esa joven de pa?uelo rojo que le acompa?a a su casa, pero tambi¨¦n a toda esa multitud que le rodea en un concierto. Los sue?os y esperanzas de un chico que cocina, que tiende la ropa, aunque esos d¨ªas estaba prohibido por las autoridades, que fuma porros, que se cambia de ropa, que habla por tel¨¦fono, que escribe poemas. A Oriol Pla le gusta la m¨²sica, saltar, correr riesgos. Le atrae el teatro corporal, el circo. Sus ¨ªdolos son Chaplin, Buster Keaton y Charlie River. Los virtuosos clowns que hacen llorar y re¨ªr. ¡°A m¨ª el teatro me ha colocado en la vida y, de momento, quiero descubrir y disfrutar¡±. Como con Be Good Is, un espect¨¢culo de clowns, que tambi¨¦n representar¨¢ los dos ¨²ltimos fines de semana en el Teatro del Barrio. Un montaje mudo, sin palabras. Las palabras se destinan ahora a dar voz a ese ragazzo sin nombre. ¡°El chico ha muerto. S¨ª. Que corra la voz. Por eso estamos aqu¨ª. Nunca tienen bastante. Nunca tenemos bastante. No quiero ninguna estatua. ?Me o¨ªs? Que corra la voz, eso s¨ª¡­¡±.