La veterana Quinta del biber¨®n se encuentra con la nueva
Emotiva funci¨®n de 'In memoriam' en el Lliure con seis ex combatientes nonagenarios entre el p¨²blico
La presencia anoche entre el p¨²blico de seis veteranos ex combatientes de la Quinta del biber¨®n, la leva m¨¢s joven del Ej¨¦rcito Republicano, de la que formaron parte chicos de 17 a?os, llen¨® de especial emoci¨®n la primera reprsentaci¨®n en el Teatre Lliure de Montju?c de de In Memoriam. La Quinta del biber¨®, el espect¨¢culo de Llu¨ªs Pasqual sobre ese contingente de j¨®venes que luch¨® en la Guerra Civil y concretamente en la Batalla del Ebro, en 1938.
Sentados en la misma fila, Francesc Costa, Andreu Canet, Josep Aguil¨®, Pere Godall, Jaume Vall¨¨s y Josep Calvo Ma?¨¦, todos ya nonagenarios, siguieron con la comprensible emoci¨®n la representaci¨®n, que traza la peripecia de seis j¨®venes de su quinta, encarnados por los actores de La Kompanyia Lliure. La obra hace menci¨®n de algunas de las peripecias de los propios veteranos, que han colaborado a crearla con sus recuerdos.A la salida, algo cansados pero satisfechos y orgullosos, se?alaban tal y cual pasaje en el que se hab¨ªan recoconocido o que hab¨ªan asesorado.?
Desde el escenario, los j¨®venes que espejeaban las aventuras, emociones y sentimientos vividos y experimentados en la guerra por los veteranos, rompieron en alg¨²n momento la cuarta pared para mencionar a sus inspiradores y mentores presentes. Las escenas m¨¢s duras -incluidos los mensajes postreros de los chicos? a las familias, las despedidades de los compa?eros y los relatos de las muertes- fueron seguidas por los ex combatientes con admirable entereza. Al cabo, todo aquello ya lo hab¨ªan vivido.
Impresionante, sincero, con momentos de una asombrosa plasticidad, efectiv¨ªsimo en el uso de las proyecciones de ¨¦poca recreadas por Fran Aleu y la m¨²sica en directo de Monteverdi, In Memoriam resulta probalemente el mejor acercamiento que se ha hecho desde el teatro a la Guerra Civil.?? Pasqual opta por un tratamiento con trazo documental, lo que no impide que resulte inmensamente emotivo y que les haga echar a los j¨®venes actores el resto con una serie de mon¨®logos finales de gran altura interpretativa. Desde el punto de vista de la ambientaci¨®n, el montaje resuelve como pocas veces se ha visto la aparente imposibilidad de llevar la guerra al teatro. Unos sencillos m¨®dulos se convierten en bancos, en puente sobre el Ebro y en trinchera mientras que el vestuario va reflejando el paso del tiempo en zona de combate y la precarizaci¨®n exponencial del ej¨¦rcito republicano. El director, antiguo cabo primero en la mili, ha sabido convertir en soldados cre¨ªbles a sus reclutas inexperimentados, felices miembros de una generaci¨®n sin servicio obligatorio.
Pasqual evita glorificar al ej¨¦rcito republicano -no es ese el tema- y huye de f¨¢ciles maniqueismos (se menciona hasta dos veces la presencia entre las tropas franquistas del Tercio de Montserrat formado por catalanes) mostrando en todo momento el horror y el sinsentido de la guerra, de cualquier guerra. Los soldados no dejan de se?alar las injusticias criminales y las irresponsabilidades de su propio mando. En ¨²ltima instancia, In Memoriam es un noble ejercicio de memoria y una desgarradora eleg¨ªa por unas vidas j¨®venes malogradas.
Numerosas personalidades pol¨ªticas y de la vida cultural acudieron a la emotiva funci¨®n que se convirti¨® en un homenaje, minuto de silencio incluido, a aquellos chicos cuya juventud fue truncada en la contienda. El espect¨¢culo, estrenado en el festival Temporada Alta, se podr¨¢ ver en el Lliure hasta el 13 de noviembre.
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