La estatua como excusa
La talla del dictador ha conseguido poner de acuerdo a independentistas y franquistas: unos cabreados por no querer mostrar al caudillo y otros indignados por su exhibici¨®n
En la escena m¨¢s simb¨®lica de Goodbye Lenin, una estatua del l¨ªder sovi¨¦tico es trasladada por los cielos de la antigua RDA para asombro de la madre del protagonista, a quien se le estaba haciendo creer, despu¨¦s de un coma, que el muro segu¨ªa en pie. El helic¨®ptero que levanta a Lenin del pedestal gira de tal forma que el dedo estirado del revolucionario se?ala a la mujer. Como la realidad siempre supera a la ficci¨®n, incluso a la m¨¢s hermosa, en la actualidad una estatua de Lenin preside la azotea del bloque de edificios Red Square de West Houston Street, en Nueva York. All¨ª la estatua tambi¨¦n se?ala con el dedo, pero no a una asustada comunista, sino en direcci¨®n a Wall Street.
De Lenin se dice que despu¨¦s de Jesucristo es el hombre que m¨¢s estatuas repartidas tiene por el mundo. El centro del capitalismo mundial, Nueva York, no es el lugar m¨¢s insospechado en el que se puede encontrar. Hace a?os la BBC comput¨® varios sitios extraordinarios: un museo submarino en Ucrania, un lugar remoto del polo sur y una plaza p¨²blica en una ciudad italiana, Cavriago, que la mantiene en pie para ¡°recordar las pasiones civiles y pol¨ªticas de aquellos a?os¡±. Las mismas pasiones contempor¨¢neas que trocearon, en 2013, una estatua de Lenin en Kiev.
Una estatua es sobre todo una excusa. Una excusa que tiene su importancia si la estatua se va a exhibir descabezada. La que ha colocado el Ayuntamiento de Barcelona ha puesto de acuerdo a independentistas y franquistas: los primeros por rechazo al dictador en cualquiera de sus formas, incluso decapitado, y los otros por considerarla irrespetuosa (¡°b¨¢rbaro aquelarre¡±, ha anunciado la fundaci¨®n que promueve la memoria del dictador). La memoria suele ser el argumento esgrimido cuando se trata de exponer personajes que a¨²n decapitados remueven conciencias. En Barcelona la removi¨® bastante: tras ser atacada con insistencia fue finalmente derribada. Blanca Cia recordaba en un art¨ªculo enEL PA?S c¨®mo una gran cabeza de Lenin fue desenterrada en Berl¨ªn para colocarla en Budapest: el objetivo fue promover pol¨¦mica y debate, agitar la discusi¨®n p¨²blica.
La de Franco es una de las pocas estatuas destinadas a ese objetivo entra?able que es avivar el debate en un pa¨ªs capaz de montar una media de tres guerras civiles por semana. La cabeza de la estatua del Born fue serrada en alg¨²n momento de 2013 y se desconoce d¨®nde est¨¢. El Consistorio de la ¨¦poca inform¨®, como en las operaciones quir¨²rgicas de las grandes personalidades de Estado, que se hab¨ªa tratado de un ¡°corte limpio¡±. Ni Chavez, ni el matrimonio Per¨®n, por poner dos ejemplos americanos, pueden decir lo mismo. La estatua del primero fue decapitada en un estado venezolano, T¨¢chira, muy castigado por el chavismo. All¨ª, hace dos a?os, un grupo de manifestantes lleg¨® hasta la plaza de San Antonio y cort¨® la cabeza de la estatua antes de derribarla; detr¨¢s colocaron una enorme bandera de Venezuela. En el caso de la estatua de Evita, el fot¨®grafo Santiago Porter ¡ªque gan¨® un premio por una imagen de la figura sin cabeza¡ª explic¨® hace a?os al diario argentino La Naci¨®n lo ocurrido: ¡°El proyecto para la construcci¨®n del mausoleo le fue confiado al escultor italiano Leone Tommasi (...) Durante el golpe de 1955, un comando militar irrumpi¨® en el taller de Tommasi y procedi¨® a decapitar con picos y mazas las estatuas de Evita y Per¨®n. Las estatuas mutiladas fueron luego arrojadas por la horda al Riachuelo. En 1996, la figura descabezada de Evita fue rescatada y emplazada en San Vicente, donde fue testigo privilegiado, hace justo un a?o, de los enfrentamientos ocurridos durante el traslado de los restos de Per¨®n¡±.
Otro l¨ªder pol¨ªtico, el fundador del PSOE, Pablo Iglesias, sufri¨® la decapitaci¨®n de su estatua tras la victoria franquista en la Guerra Civil. Aquel conjunto escult¨®rico que lo homenajeaba fue mutilado para hacer, con su material, los muros del parque del Retiro de Madrid. Sin embargo, los obreros enterraron la cabeza del l¨ªder socialista bajo el c¨¦sped y confiaron un mapa a una familia amiga, que lo us¨® 40 a?os despu¨¦s para desenterrar la figura que hoy preside la sede del partido en la calle Ferraz. El de Iglesias es un caso menos habitual: que se pierda definitivamente el cuerpo y sobreviva la cabeza.
En Argentina siguen en pie dos estatuas extraordinarias, las de Evita y Juan Domingo Per¨®n decapitadas
Pero a¨²n hay otro m¨¢s extraordinario: estatuas todav¨ªa en pie de las que no se sabe si est¨¢n a punto de perder la cabeza o el cuerpo. En la iglesia de San Xin¨¦s de Padri?¨¢n en Sanxenxo (Pontevedra) se puede observar un degollamiento. Se trata de Gin¨¦s de Roma, un actor del que la leyenda cuenta que en una obra parodi¨® el bautismo, pero al recibir el agua en la cabeza se convirti¨® milagrosamente al cristianismo; pese a eso fue torturado y decapitado. La estatua de Sanxenxo lo exhibe con el cuchillo hundi¨¦ndose en el cuello. Se desconoce si para agitar pasi¨®n, conciencia o fe.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.