El pol¨¦mico desahucio de Laura y Aroa

Dos sacerdotes visitaron en agosto el piso okupado por Mu?oz y Montano. Tras charlar con los ni?os e interesarse por ellas, los religiosos, seg¨²n las mujeres, les dijeron que las ayudar¨ªan. ¡°Nos comentaron que ten¨ªan otro piso vac¨ªo en M¨®stoles y que pod¨ªamos llegar a un acuerdo por una cantidad peque?a. Creo que pensaron que mi novia y yo ¨¦ramos hermanas, porque ese d¨ªa me dijeron: ¡®Mira qu¨¦ sobrinos m¨¢s bonitos tienes¡¯, y yo no dije nada. Luego supieron que somos pareja y nos denunciaron¡±, cuenta Mu?oz, que est¨¢ a punto de cumplir la treintena.

La versi¨®n de la di¨®cesis difiere notablemente. Su portavoz, Francisco Armenteros, relata otro encuentro: ¡°Les pedimos que dejaran el piso y se negaron, por eso las denunciamos. Ellas dicen que las echamos por ser lesbianas, pero nosotros no lo sab¨ªamos. Ni siquiera vimos a los ni?os¡±.

Armenteros explica que la di¨®cesis necesita el piso para un sacerdote, el de Arroyomolinos ¡ªun municipio situado a ocho kil¨®metros y medio de M¨®stoles¡ª, y que antes de que ellas lo okuparan iban familiares de curas a pasar el fin de semana cuando estaban de visita. Sin embargo, la pareja asegura que cuando entr¨® en la vivienda se encontr¨® con se?ales de que el d¨ªa a d¨ªa ya no pasaba por all¨ª. ¡°Solo hab¨ªa un revistero, una mesa peque?a, dos somieres y dos colchones tirados. Todo estaba empolvado y sucio, y la luz hab¨ªa sido dada de baja en noviembre de 2013¡±, relata Montano, que tambi¨¦n est¨¢ cerca de cumplir la treintena, mientras ense?a en su m¨®vil una fotograf¨ªa del contador inutilizado desde hace tres a?os.

Los muebles, los enseres, el sof¨¢ y los electrodom¨¦sticos que hay ahora los han llevado ellas. Limpiaron y remozaron el piso tras pasar varios d¨ªas durmiendo en un parque p¨²blico despu¨¦s de que las desahuciaran del anterior inmueble que okuparon. Esos d¨ªas, los tres ni?os, de cinco, ocho y diez a?os, durmieron en la casa de una amiga.

¡°A nuestros hijos [son de una relaci¨®n anterior de Montano, la madre biol¨®gica] los intentamos mantener al margen. Lo que m¨¢s me duele es que los sacerdotes vinieron prometiendo el oro y el moro, y de un d¨ªa para otro nos encontramos con una denuncia porque se enteraron por Facebook de que somos pareja. Llevo desde 2014 pidiendo un alquiler social y a¨²n no he conseguido nada¡±, se queja Mu?oz.

El desalojo ha quedado pendiente de lo que dicte la Audiencia Provincial despu¨¦s de que los abogados de la pareja recurriesen el fallo de un juzgado de instrucci¨®n de M¨®stoles, que tambi¨¦n obligaba a las mujeres a pagar cada una 270 euros a los religiosos. Esta semana, C¨¢ritas ¡ªdependiente de la di¨®cesis de Getafe¡ª se puso en contacto con ellas para ver c¨®mo pod¨ªan solucionar su caso, pero Mu?oz desconf¨ªa: ¡°Si quisieran ayudar no nos denunciar¨ªan. Ven que esto se va a hacer p¨²blico, que estamos protestando [Mu?oz y Montano, junto con miembros de Stop Desahucios, se concentraron frente al arzobispado de Getafe el 14 de octubre], y quieren cambiar su imagen. C¨¢ritas me ofrece pagar la mitad de un alquiler durante unos meses, y que Asuntos Sociales se haga cargo de la otra mitad, pero no me puedo ir a la aventura si no me aseguran que se ocupar¨¢n de la renta mensual hasta que encuentre un trabajo fijo. Es pan para hoy y hambre para ma?ana¡±.