¡°El refer¨¦ndum s¨®lo puede ser pactado¡±

Roger Monta?ola (Barcelona, 1986) milit¨® y fue diputado de Uni¨®. Por su edad era uno de sus pol¨ªticos con mayor proyecci¨®n y otro de los que se perdi¨® su n¨®mina pol¨ªtica al quedarse Uni¨® fuera del hemiciclo. En el ¨²ltimo a?o ha creado su propia empresa y se ha unido al hist¨®rico de Converg¨¨ncia Antoni Fern¨¢ndez Teixid¨® para impulsar Lliures, un movimiento nacido con la pretensi¨®n de convertirse en un partido que concurra a las elecciones. Se definen como liberales, centristas y catalanistas. Su discurso es contrario al proceso independentista.

Pregunta. Rajoy reiter¨® en el debate de investidura que no negociar¨¢ el refer¨¦ndum y avis¨® a Puigdemont de que no se sentar¨¢ a hablar de hechos consumados.

Respuesta. El problema es que los hechos consumados llegan de las dos partes y les dan votos porque hay gente a la que le gustan los discursos maximalistas. ?Hay alguna forma de que, mientras no llegan esas cosas que todo el mundo promete, podamos seguir trabajando? Por eso nace Lliures, para evitar este bloqueo y tensi¨®n.

P. Intentan ocupar el espacio de Uni¨®, que est¨¢ al borde de la liquidaci¨®n. ?Qu¨¦ le hace pensar que Lliures puede tener ¨¦xito?

R. No es un proyecto para sustituir a nadie. Queremos hacer un movimiento diferente, din¨¢mico y que tenga en cuenta el d¨ªa a d¨ªa de los aut¨®nomos, entre otras muchas cosas. Y lo queremos plantear desde un movimiento de obediencia catalana.

P. Ese discurso es similar al de Marta Pascal, la coordinadora de la nueva Converg¨¨ncia.

R. La diferencia es que Marta todo eso lo hace en paralelo a un partido que gobierna y que no act¨²a en consonancia con ese mensaje y cuya ¨²nica finalidad es romper con el Estado. Nosotros no cuestionamos el ordenamiento jur¨ªdico, ni ponemos sobre la mesa escenarios de unilateralidad y tampoco estamos dispuestos a romper la baraja por muy dif¨ªcil que sea la situaci¨®n.

P. Imag¨ªnese un Partit Dem¨°crata Europeu Catal¨¤ que no sea independentista y que no dependa de ERC y la CUP. ?Ser¨ªa lo m¨¢s pr¨®ximo a Lliures?

R. Lo que ser¨ªa es una buena noticia para el pa¨ªs. Converg¨¨ncia ha hecho dos viajes: el del proceso s¨ª o s¨ª, y el de renunciar a ser lo que hab¨ªa sido siempre: defender una administraci¨®n no tan intervencionista.

P. ?Lliures es un movimiento antiproceso?

R. No, pero no compartimos la deriva de los ¨²ltimos a?os, de que o somos independientes o se acaba el mundo. Creemos que el refer¨¦ndum solo puede ser pactado. Y, sino, no hay otra manera. No nos podemos conformar con decir: solo hablaremos de eso.

P. Usted vot¨® s¨ª-s¨ª en la consulta del 9-N. ?Cu¨¢ndo decidi¨® apoyar la v¨ªa pactada? Aquel fue un acto de desobediencia...

R. Fue un acto simb¨®lico que no tendr¨ªa que estar judicializado. Ese es un error terrible. En el simbolismo yo vot¨¦ porque, como sue?o, no tengo nada en contra de que Catalu?a sea independiente. Ahora, como persona, tengo muchas dudas de que eso sea factible.

P. Pero usted es independentista.

R. No considero que sea independentista. Catalu?a deber¨ªa tener el poder de decidir si es un Estado soberano, pero despu¨¦s de la experiencia de los ¨²ltimos a?os, y eso es importante, creo que es imposible. Lo tenemos que asumir y aceptar.

P. La deriva de CiU ha sido progresiva. ?No pod¨ªa defender su posici¨®n desde dentro?

R. No, porque la Converg¨¨ncia que hab¨ªa asumido roles de poder cada vez era m¨¢s partidaria de la independencia. Pero la cuesti¨®n es si es posible o no, discernir la realidad de la realidad virtual. Debemos asumir que tendremos que renunciar a cosas. Las verdades duelen. Pero la pol¨ªtica catalana ha de parar y analizar si la estrategia es la correcta. Hemos forzado la m¨¢quina mucho tiempo y ahora ser¨ªa un buen momento de abrir una negociaci¨®n. El Estado sabe que no se puede despreciar a dos millones de personas que se han movilizado, pero estas deben saber que sin ceder no lograr¨¢n su objetivo. Han de ceder las dos partes al mismo tiempo.