El capital extranjero irrumpe en los clubes cann¨¢bicos de Barcelona

¡°?Coffee shop?¡±, ofrece un hombre a una pareja en la calle de Sant Pere Mes Alt. La escena se repite en el mismo momento en La Rambla, en el Born o en cualquier lugar c¨¦ntrico de la capital catalana. Son los captadores de turistas, que cobran una comisi¨®n de entre 5 y 10 euros por cada persona que lleven a un club cann¨¢bico. Solo tienen que seguirles, y acabar¨¢n sin mayor dificultad fumando en alguna de las 46 asociaciones cann¨¢bicas legalmente constituidas que existen en el distrito de Ciutat Vella, el centro de Barcelona. All¨ª podr¨¢n comprar y probar distintas variedades de esta droga considerada blanda e incluso comer gominolas con THC, que es el principio activo de la marihuana. La mayor¨ªa de los administradores de esas asociaciones suelen ser extranjeros, seg¨²n denuncia la polic¨ªa.

Con una ciudad con m¨¢s de ocho millones de turistas al a?o, el negocio del cannabis se ha convertido en un objeto de deseo de inversores extranjeros. Entre los titulares de las asociaciones cann¨¢bicas de Ciutat Vella hay 15 espa?oles, 13 italianos, cinco argentinos, cuatro franceses, tres holandeses, y el resto son alemanes, brit¨¢nicos, serbios, nigerianos, suizos y chilenos.

¡°Saben que a Barcelona llegan turistas j¨®venes atra¨ªdos por el consumo de estas sustancias. Gracias a inscribirse como asociaci¨®n [hay 120 en la ciudad] gozan de una apariencia legal y saben que van a disponer de casi un a?o para vender, sin problemas, mientras que los vecinos detectan la organizaci¨®n, avisan a la polic¨ªa, se realizan los tr¨¢mites administrativos, se judicializa el caso, se inspecciona el local y se precinta¡±, lamenta el intendente de la Guardia Urbana, jefe de Ciutat Vella, Benito Granados. Por ley, los clubes cann¨¢bicos no pueden tener fines lucrativos.

La polic¨ªa de la capital catalana y la Guardia Civil actuaron en septiembre contra una de estas asociaciones, en la calle de Notariat. Ten¨ªa 16.000 socios ¨Crequisito imprescindible para poder entrar en un club- y el 95% eran turistas. Las asociaciones se anuncian muchas veces en webs extranjeras, y los ¡°turistas llegan a la ciudad creyendo que el consumo en Espa?a es legal¡±, a?ade Granados. Webs especializadas explican qu¨¦ proceso hay que seguir para entrar en un club, y ofrecen formularios online para que los turistas puedan inscribirse como socios antes de aterrizar en Barcelona.

¡°Hola, mi nombre es Russ Hudson, fundador y editor jefe de marijuanagames.org. Vivo en Barcelona y soy miembro de diversos clubes privados profesionales de cannabis. Act¨²o como afiliado de Webehigh [una p¨¢gina web] en Catalu?a y en Espa?a, y estar¨¦ encantado de avalarte, vali¨¦ndome de mi status como miembro activo de un club¡±. Esa es la respuesta a una petici¨®n online para poder fumar marihuana en un club en Barcelona, donde te¨®ricamente solo se puede entrar con la recomendaci¨®n de un socio ya existente. ¡°Por favor, escr¨ªbeme 24 horas de antes de tu llegada para cerrar una encuentro¡±, a?ade.

Intermediarios en compraventas

Hudson se publicita como consultor y testador de marihuana, ofrece sus servicios en un ¡°mercado candente¡± como el de la marihuana y anima a los inversores a ¡°moverse hacia delante¡±. ¡°Los beneficios en la industria de la marihuana son altos pero no est¨¢n exentos de riesgo, dependiendo de la regi¨®n donde quieras operar¡±, avisa. Otras webs, como cannabisclubforsale.com, se publicitan como intermediarias en la compra y venta de asociaciones cann¨¢bicas en Barcelona. ¡°Tenemos la mejor selecci¨®n de clubs de cannabis en venta en la ciudad¡±, anuncia, en ingl¨¦s.

De nuevo, a trav¨¦s de un formulario online se puede hacer una petici¨®n tanto si se quiere vender como si se busca comprar. El precio medio oscila entre los 150.000 y 1,3 millones de euros, informa la web, que ofrece una selecci¨®n con fotos de cuatro asociaciones, dos de ellas ubicadas en el Eixample y en Ciutat Vella, supuestamente a la venta. Sus servicios de consultor¨ªa cuestan 200 euros la hora. Ya de antemano, avisan que har¨¢n falta tres personas con DNI o NIE espa?oles, y sin antecedentes, para poder hacer la compra: el presidente, el secretario y el tesorero.

El esp¨ªritu con el que nacieron las asociaciones cann¨¢bicas y el c¨®digo de buenas pr¨¢cticas que firmaron con Salud chocan frontalmente con estas pr¨¢cticas. ¡°Hay quien se ha aprovechado de las asociaciones cann¨¢bicas para hacer un negocio lucrativo, y eso es algo completamente ilegal¡±, denuncia Gabriela Sierra, activista de la Federaci¨®n de Asociaciones Cann¨¢bicas de Catalu?a, que insiste en que quienes lo hacen son una minor¨ªa. Sierra achaca la situaci¨®n a la tardanza en tener un marco legal claro: ¡°Si no se regula, las mafias se aprovechan¡±.

¡°La asociaci¨®n es de sus socios, no se puede vender ni comprar, eso es una estafa, se vende humo¡±, a?ade Sierra, que sostiene que ante casos as¨ª, hay que cerrarlas. ¡°Lo legal ser¨ªa traspasar la licencia, ese registro que se hace en el Ayuntamiento, con unos fines y objetivos no lucrativos¡±, ahonda el abogado Mart¨ª C¨¤naves, implicado en la defensa de las asociaciones cann¨¢bicas tradicionales, que luchan por el consumo colectivo. Y en todo caso, subraya, todo lo que se gane se tiene que invertir en sueldos y en mejoras de la propia asociaci¨®n. ¡°No se pueden repartir dividendos¡±, insiste, porque ser¨ªa blanqueo de capitales proveniente del tr¨¢fico de drogas.

Barcelona, capital europea del cannabis

La comparaci¨®n de Barcelona con ?msterdam es inevitable. Esas mismas webs que ofrecen formularios online a los turistas, sit¨²an a Barcelona entre las mejores ciudades para fumar mar¨ªa, incluso por delante de la capital holandesa. No solo por la calidad de la droga o el precio, tambi¨¦n por el buen clima, las ofertas de ocio o el buen car¨¢cter de los lugare?os. En la capital holandesa ya hubo un intento de prohibir el acceso de los turistas a los caf¨¦s, pero finalmente se descart¨® esa iniciativa, aunque se restringieron las facilidades a los coffeeshops.

Desde octubre, ?msterdam vive una oleada de tiroteos en varios clubs, que la polic¨ªa atribuye a guerras por el control del negocio. El Ayuntamiento responde cerrando cualquier coffeeshop en el que se produce un altercado de ese tipo. Adem¨¢s, los agentes han identificado tambi¨¦n que las mafias est¨¢n ofreciendo a ganaderos de cerdos elevadas cantidades de dinero a cambio de que transformen sus granjas en campos de cultivo de marihuana. Los que se niegan, pueden acabar siendo extorsionados.

En Catalu?a, el tr¨¢fico de marihuana est¨¢ creciendo exponencialmente. En lo que va de a?o, los Mossos han intervenido 8,38 toneladas, un 50% m¨¢s que el a?o pasado. Y junto a esos datos crece tambi¨¦n la violencia alrededor. La polic¨ªa investiga un doble homicidio en La Mina, donde una de las principales hip¨®tesis es que se trate de un enfrentamiento vinculado al tr¨¢fico de marihuana. Algo que tambi¨¦n pas¨® con la muerte de dos personas degolladas en Santa Coloma de Gramenet. ¡°No hay piso en el que entremos por cualquier tema y no te encuentres una plantaci¨®n¡±, lamentan fuentes policiales. Y en varias operaciones han constatado que parte de esa marihuana va destinada a los clubs, se?alan otras fuentes.