Bombillas apagadas en Turqu¨ªa
Las escritoras Zeynep Oral y Elif Shafak exponen en Barcelona la dram¨¢tica situaci¨®n que se vive en su pa¨ªs tras el golpe de estado de julio
Para poder entrar en el diario, el hist¨®rico, centroizquierdista y laico Cumhuriyet, Zeynep Oral debe mostrar su acreditaci¨®n de periodista en la barrera policial que protege la sede, pasar una especie de barricada y sortear unas tanquetas. Casi a diario hay manifestaciones, en favor o en contra. Ya en la redacci¨®n, ¡°marcamos en un calendario los d¨ªas que nuestros diez compa?eros llevan en prisi¨®n, que son ya 18, y sus columnas las dejamos en blanco; lo que intentamos es escribir a¨²n mejor para sortear la censura; estoy enfadada y triste, tengo el orgullo maltrecho y me siento humillada, pero no tengo miedo cuando escribo¡±. Ese es el d¨ªa a d¨ªa de Oral desde el extra?o golpe de Estado del pasado julio contra el presidente Erdogan; hace ya tiempo que por su bien ganada condici¨®n de reconocida escritora y autora teatral enviaba sus colaboraciones desde casa, pero ha decidido hacer acto de presencia diaria en la redacci¨®n, como muchos otros colaboradores. Los tiempos lo reclaman: actualmente hay 144 escritores y periodistas en las c¨¢rceles turcas, casi el mismo n¨²mero de publicaciones y editoriales clausuradas. Por ser paradigma de ese compromiso con la libertad de expresi¨®n en su pa¨ªs que ya ha sufrido antes en su larga trayectoria y por su iniciativa cultural, el PEN Catal¨¤ le ha otorgado el VII premio internacional Veu Lliure.
Oral expuso la situaci¨®n en su pa¨ªs ayer tarde en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB), como reflexionar¨¢ sobre ello el jueves en el mismo escenario la tambi¨¦n compatriota y escritora Elif Shafak, un pack de mujeres intelectuales con el que el centro quiere debatir la delicada crisis de Turqu¨ªa, ejemplo de una democracia cada vez m¨¢s autoritaria en uno de los enclaves de la periferia de la Europa contempor¨¢nea, nuevo eje de inter¨¦s del CCCB. ¡°Ni uno de mis compa?eros ha tocado nunca un arma o ha protagonizado un acto de violencia, pero en cambio est¨¢n en la c¨¢rcel acusados de terrorismo; s¨®lo porque una persona est¨¦ en prisi¨®n injustamente tambi¨¦n yo me siento encarcelada¡±, asegura Oral (Estambul, 1946), a la que casi nada de lo que ocurre hoy en su pa¨ªs le viene de nuevo: actual presidenta del PEN Club turco (clausurado tras el golpe militar de 1980), experiment¨® la censura de sus obras de teatro en los a?os 70 y fue una de las fundadoras de la asociaci¨®n para la paz turco-griega junto a Mikis Theororakis o Yashar Kemal, entre otros.
Oral se mostr¨® inquieta, un punto angustiada y durante una intervenci¨®n previa con la prensa, eran notables sus profundos suspiros, como si se ahogara. No es para menos: en su ¨ªnterin, Oral sabe que la pr¨®xima en ser detenida podr¨ªa ser ella. Su retrato del pa¨ªs refleja ese estado de ¨¢nimo: ¡°Erdogan ha logado dividir Turqu¨ªa en dos: buena parte de la poblaci¨®n le teme, pero hay toda una clase media que le sigue fielmente porque la ha construido ¨¦l; mientras, el pa¨ªs va cayendo y cayendo en sus libertades y uno espera que toque fondo y remonte, pero no sucede; est¨¢ todo empantanado y la oposici¨®n, dividida, es d¨¦bil, por lo que no act¨²a¡±.
En ese contexto, la pol¨ªtica de la Uni¨®n Europea y de EEUU ha supuesto una enorme decepci¨®n: ¡°A principios de 2000, Turqu¨ªa estaba mucho m¨¢s preparada econ¨®mica y pol¨ªticamente para entrar en la UE que hoy; pero Occidente prefiri¨® un islamismo turco moderado a una Turqu¨ªa secular que nunca se ha apreciado en Europa; es una hipocres¨ªa compartida por todo Occidente¡±. ?Qu¨¦ se puede hacer? ¡°Lo que ha hecho el PEN catal¨¢n: vosotros deber¨¦is ser nuestra voz, hacer que non nos sintamos solos; no nos pudriremos solos en la c¨¢rcel¡±, dice poco antes de mostrarse tambi¨¦n muy quejosa con los intelectuales de su pa¨ªs: ¡°Muchos han apoyado a Erdogan porque no han sabido o no han querido ver lo que hab¨ªa detr¨¢s de ¨¦l, ese usar la democracia como un tranv¨ªa: te subes y te bajas de ¨¦l a conveniencia¡±, dice entresac¨¢ndose nerviosamente una y otra vez un anillo de su mano derecho antes de enmudecer por unas l¨¢grimas.
El reconocimiento a Oral (que, a diferencia de Shafak, publicada por Lumen y, en catal¨¢n, por Amsterdam, no ha sido traducida en Espa?a) se enmarca en la celebraci¨®n del D¨ªa Internacional del Escritor Perseguido (15 de noviembre) impulsado por el PEN Catal¨¤. La campa?a siempre cuenta con la colaboraci¨®n de un artista que, desinteresadamente, crea el cartel. El de este a?o es obra del fot¨®grafo Manel Esclusa. La met¨¢fora visual es clara: una zarandeada bombilla apagada suspendida en un cielo cargado de nubes que amenazan tormenta. Alerta Exclusa que ¡°aqu¨ª tambi¨¦n se ha votado requisar c¨¢maras a los periodistas; la libertad de expresi¨®n visual tambi¨¦n est¨¢ perseguida¡±, cita sin citar la ley mordaza promovida por el PP en 2015 y la posici¨®n de parte del Parlament (JxS¨ª, Ciutadans y PP), que no se opone a que se retiren las c¨¢maras a fotoperiodistas en determinades cuircunstancias. ¡°Turqu¨ªa tambi¨¦n tiene un efecto espejo; la libertad de expresi¨®n se ha de defender en todas partes¡±, dice la presidenta del PEN Catal¨¤, Carme Arenas, que susurra: ¡°Cada vez tenemos m¨¢s trabajo¡±.
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