Petrarca: ¡®Can?oner¡¯ al completo
Miguel Desclot llena un ¡®agujero negro¡¯ de la cultura catalana al traducir los 7.785 versos del libro magno del gran humanista
Cosas de la cultura catalana: hay tres versiones en verso de la Divina comedia y cuatro de los Sonetos completos de Shakespeare, pero ninguna hab¨ªa del Can?oner de Petrarca, una de las catedrales de la poes¨ªa l¨ªrica europea. Ni petrarquistas de post¨ªn como Carles Riba, J.V. Foix o Josep Maria L¨®pez-Pic¨® lo afrontaron. ¡°La influencia de Ausi¨¤s March fue superior e hizo de dique, y, por otro lado, est¨¢ la dificultad intr¨ªnseca de la l¨ªrica petrarquista¡±, apunta el tambi¨¦n poeta, escritor y traductor Miquel Desclot. Raz¨®n no les faltar¨ªa: son 366 fragmentos, 7.785 versos repartidos entre 317 sonetos, 29 canciones, nueve sextinas, siete baladas y cuatro madrigales, distribuidos aleatoriamente y que el poeta italiano trabaj¨® en, al menos, nueve estadios. Tard¨® unos 40 a?os, retoc¨¢ndolos casi hasta pocos meses antes de morir. Desclot, m¨¢s pragm¨¢tico, ha invertido solo unos 22 a?os en verterlo al catal¨¢n, en una edici¨®n por vez primera ¨ªntegra y biling¨¹e que edita ahora Proa. Un aut¨¦ntico agujero negropor fin rellenado.
¡°Sol i pens¨®s, els m¨¦s deserts confins / vaig mesurant amb pas feixuc i lent, / i l'esguard a fugir duc amatent / dels rastres de petjades de ve?ns¡±. As¨ª suena el famoso canto 35 (¡°Solo e pensoso i pi¨´ deserti campi¡¡±) petrarquista seg¨²n la versi¨®n de Desclot (Barcelona, 1952), de nuevo ejemplo de esas cosas de la cultura catalana: inici¨® su labor en 1994, traduciendo unos sonetos que no hab¨ªan vertido predecesores como Osvald Cardona y que le interesaban espec¨ªficamente para ilustrar unan charla sobre el madrigal polif¨®nico. Error: qued¨® atrapado, animado tambi¨¦n por gente como el poeta y traductor ?ngel Crespo. Algunas insuficientes ayudas econ¨®micas institucionales le situaron en 2002 con dos terceras partes trasladadas. Quedaban s¨®lo 25 canciones¡ que eran la friolera de unos tres mil versos. ¡°Lleg¨® un momento que me plante¨¦: si este pa¨ªs no quiere una versi¨®n del Can?oner, pues no la har¨¦¡±, recuerda hoy Desclot, rememorando los 12 a?os que tuvo parado el proyecto. ¡°Pero pudo m¨¢s la fuerza de Petrarca¡± y lo reprendi¨®. Desde 2014, estos dos ¨²ltimos a?os, auto bec¨¢ndose, han sido una marat¨®n a ritmo de sprint.
Rerum vulgarium fragmenta fue la etiqueta, m¨¢s que el t¨ªtulo, que Francesco Petrarca (1304-1374) le puso a la que ser¨ªa su composici¨®n magna, en realidad fragmentos po¨¦ticos de corte amoroso que fue hilvanando. La espoleta fue el 6 de abril de 1327, cuando, con 23 a?os, descubre en la iglesia de Santa Clara de Avignon a Laura, joven casada, ergo amor imposible.
Con su inteligencia y memoria privilegiadas, conocedor del mundo cl¨¢sico hasta lo enfermizo (sus notas dom¨¦sticas las hac¨ªa en lat¨ªn, que ayud¨® a reactivar como lengua de la alta cultura), tan asocial a veces para recluirse en el estudio como excelso cultivador de la amistad, Petrarca empez¨® a verter sus sentimientos. Dividido t¨¢citamente en dos bloques, una primera parte es la historia de un amor fracasado, imposible, donde el amante se siente frustrado ante la indiferencia de la fiera enemiga. En la segunda, con el casi invisible mito de Dafne como t¨¢cito y fragmentado hilo conductor, cree que su locura juvenil le ha restado un tiempo valioso para dedicarlo a la vida espiritual e intelectual; subyace una posici¨®n ¡°hasta estoica¡±, define Desclot. En cualquier caso, ah¨ª est¨¢ media literatura universal: la dicotom¨ªa interior, el alma inquieta, la angustia de la soledad y el rechazo amoroso, el pulso y la distancia entre ideal, sue?o y realidad¡ Y todo pespunteado en decas¨ªlabos y en la temible, por compleja y dif¨ªcil, sextina.
Admite Desclot ¡ªque ya hab¨ªa dado alguna muestra de su trabajo en el Can?oner con Saps la terra on floreix el llimoner? (en 1999) o en Can?oner. Tria de sonets (2003)¡ª que para la traducci¨®n ha utilizado ¡°un catal¨¢n de ahora, pero culto: con el catal¨¢n de la calle de hoy no se puede traducir a Petrarca o Shakespeare; Petrarca sacaba muchas soluciones ling¨¹¨ªsticas del lat¨ªn; yo, del catal¨¢n cl¨¢sico¡±. A¨²n as¨ª, dice que en todo el libro ¡°s¨®lo he utilizado un llur y ni un solo ¨¤dhuc; pero s¨ª, es un catal¨¢n m¨ªnimamente culto¡±.
Sin llegar a ser la edici¨®n que el m¨ªtico humanista e impresor Aldo Manuzio realiz¨® en 1501 y que dio un serio espaldarazo al libro, la edici¨®n del Can?oner de Proa y Desclot incluye una extensa cronolog¨ªa sobre Petrarca de 12 p¨¢ginas y otras 72 de notas: ¡°No es un libro para acad¨¦micos, por ello las referencias nunca cruzan la l¨ªnea de la erudici¨®n, est¨¢n ah¨ª est¨¢n para ayudar al lector, pero a un lector m¨ªnimamente culto¡±, insiste Desclot. Para ese que sabr¨¢ apreciar un Can?oner por fin completo.
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