Grandeza musical
Homenaje al cantante Ray Heredia, una tragicomedia sobre el amor y danza inspirada en Nijinsky
flamenco pop
El recuerdo de ¡®Ray¡¯ Heredia?
Jos¨¦ Ray Heredia muri¨® en 1991, con 28 a?os. Fue un trauma para el flamenco. ?l hab¨ªa sido parte fundamental de ese movimiento renovador llamado Nuevo Flamenco, que quiso incluir otros ritmos en el g¨¦nero y por eso se enfrent¨® a los ¡°flamenc¨®licos¡±. Ray fue miembro fundador de Ketama, pero despu¨¦s de ser el impulsor en 1985 del primer ¨¢lbum del grupo, un tremendo revulsivo, vol¨® por su cuenta. Su debut en solitario, Quien no corre, vuela, que conten¨ªa el ahora cl¨¢sico Alegr¨ªa de vivir, se edit¨® un mes antes de que la hero¨ªna le quitase la vida. En julio se cumpl¨ªan 25 a?os de aquel momento y su hija, Triana Heredia, ha organizado en su memoria un doble concierto. El primer homenaje se celebr¨® en Sevilla en junio, y el jueves llega a la sala Chang¨® Live (Covarrubias, 42). Participar¨¢n Jos¨¦ Soto Sorderita, con el que fund¨® Ketama; Teo Cardalda, que produjo su ¨¢lbum; su hermana, Marta Heredia; Miguel Campello, de elbicho; Pepe Luis Carmona, Enrique Heredia, Canijo de jerez o Lin Cortes. / ??igo L¨®pez Palacios
danza
Nijinski como inspiraci¨®n
El m¨ªtico bailar¨ªn ruso Vaslav Nijinski (1889-1950) ha sido objeto de inspiraci¨®n coreogr¨¢fica varias veces para grandes core¨®grafos como B¨¦jart y Neumeier. Los d¨ªas 30 de noviembre y 1 de diciembre en los Teatros del Canal se ver¨¢ la nueva obra de Marco Goecke (Wuppertal, 1972), Nijinski, donde nos habla del legendario artista de los Ballets Rusos.
El ballet ha sido ideado para la Gauthier Dance Company, residente en el Theaterhaus de Stuttgart, y gira en torno a momentos singulares de la agitada vida de un hombre que acab¨® en las tinieblas de la locura, pero que antes acumul¨® fama y elogios como uno de los mejores de su tiempo. Nijinsky como bailar¨ªn brill¨® en roles que convirti¨® en modelos est¨¦ticos para siempre, como el payaso en Petrushka. Como core¨®grafo dej¨® algunas obras que en su momento levantaron pol¨¦mica como La consagraci¨®n de la primavera (1913) y La siesta del fauno (1912) a las que hay que sumar Juegos (1913) y Till Eulenspiegel (1916).
Goecke usa m¨²sicas de Fr¨¦d¨¦ric Chopin, Claude Debussy y Libiana. La escenograf¨ªa y el vestuario son originales de Michaela Springer con luces de Udo Haberland. Nijinski es una producci¨®n del Theaterhaus Stuttgart en cooperaci¨®n con la Schauburg de M¨²nich y demuestra la pujante creatividad de este joven core¨®grafo alem¨¢n, que en apenas tres lustros de creaci¨®n ya tiene un cat¨¢logo de m¨¢s de 60 obras coreogr¨¢ficas de distintos formatos y exploraciones formales. / Roger Salas
teatro
A un paso de la muerte
Teatro del Astillero, compa?¨ªa formada por dramaturgos, y Tranv¨ªa Teatro se han unido para producir la obra Milagro, escrita por Luis Miguel Gonz¨¢lez Cruz y puesta en escena por Cristina Y¨¢?ez. En esta tragicomedia sobre el amor, la piedad y la identidad del alma, el autor presenta a tres personajes: una mujer (Maribel Bravo), su marido (Chema Ruiz) y su m¨¦dico (Javier An¨®s). Ella est¨¢ celebrando su cumplea?os y muere de repente. El marido le pide al m¨¦dico que la cure y ella resucita, pero cambiada. El propio escritor explica la idea del texto: ¡°Simplemente he querido investigar esos rincones del alma que creemos que constituyen la identidad humana y planteo al espectador la siguiente pregunta: ?Qu¨¦ ocurr¨ªa si alguien, despu¨¦s de resucitar, cambia por completo de ideas, de personalidad y de forma de ser?¡±, dice Gonz¨¢lez.
Tras su estreno en Zaragoza, esta sorprendente obra llega al Teatro Lagrada (Ercilla, 20), donde permanecer¨¢ desde este fin de semana hasta enero. / Eduardo L¨®pez
cl¨¢sica
El hombre tranquilo?
El viernes que viene la Orquesta Nacional de Espa?a volver¨¢ a subirse a las tablas del Auditorio Nacional, como es costumbre cada fin de semana. Esperaremos un concierto en el que la orquesta d¨¦ un pasito m¨¢s, como suele ser habitual, el repertorio nos muestre una grandeza musical sin igual, la cuerda se ajuste con minuciosidad, los vientos muestren aplomo¡ Todo puede parecer igual, pero no. No cuando el que se sube al podio es Juanjo Mena, un hombre al que el Estado, al fin, ha concedido un merecid¨ªsimo Premio Nacional de M¨²sica. Mena es la virtud del hombre tranquilo que ha construido su carrera sin alardes, sin grandes sesiones de fotos ni perder el norte. Mena es el hijo pr¨®digo que se fue a la orquesta de la BBC desde la Sinf¨®nica de Bilbao y llen¨® Inglaterra de excelente m¨²sica espa?ola. Este viernes vuelve para reencontrarse con Madrid a trav¨¦s del ¡®Concierto para piano n?2¡¯ de Brahms y los ¡®Cuadros de una exposici¨®n¡¯ de Mussorgsky arreglados por Ravel. Imperdible. / Miguel P¨¦rez Mart¨ªn
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