El impulso para salir del fondo
Seis compa?¨ªas de danza madrile?as estrenan un programa com¨²n para dar visibilidad a esta disciplina
Llegar al metro. Pasar los tornos. Bajar las escaleras mec¨¢nicas. En el and¨¦n, mirar el cartel: quedan dos minutos. Contestar un whatsapp. Revisar las redes sociales. Entrar al vag¨®n... Miles de madrile?os se reconocer¨¢n en estas acciones, repiten esta coreograf¨ªa a diario sin interactuar. Hacen lo que en danza se llaman solos y, sin embargo, es un baile coral en el que muchos ni se cruzan la mirada. De este hecho habitual surge el leitmotiv de In Pulso, el espect¨¢culo que se estrena el pr¨®ximo mi¨¦rcoles en los Teatros del Canal, dentro del festival Madrid en Danza.
Cinco, seis, siete, ocho. Uno, dos, tres, cuatro, cinco... Marca los pasos Chevi Muraday, en mitad de una pi?a de bailarines que se mueven al un¨ªsono. "?Cu¨¢ndo empezamos a andar?", pregunta uno de ellos durante el ensayo del pasado jueves. "En el cinco del segundo ocho", contestan. Se entienden, es su jerga. Eso es In Pulso, una conversaci¨®n entre seis de las siete compa?¨ªas residentes en la Comunidad de Madrid (no participa la de A¨ªda G¨®mez porque ella es la directora de Madrid en Danza). Recibieron el encargo del festival de construir algo en com¨²n. Anteriormente ya hab¨ªan hecho galas en las que cada una mostraba parte de alguno de sus proyectos. Pero, por primera vez, van a actuar como un conjunto.
Teresa o Bodas de sangre -de Losdedae y la Compa?¨ªa de Antonio Gades, respectivamente- son dos de los trabajos de los que se han extra¨ªdo los fragmentos que David Picazo, el director de escena, ha seleccionado para conformar la unidad que es In Pulso. Reconoce que es dif¨ªcil mezclar los distintos lenguajes. "No es la danza espa?ola con la contempor¨¢nea. Son seis estilos diferentes [adem¨¢s de las mencionadas a?ade Ib¨¦rica, Rojas y Rodr¨ªguez, Malucos y Larumbe]. 12 bailarines sobre el escenario". Parte de la sensaci¨®n de "ser impermeable, de ir por el metro y no mirar a nadie". Lo relaciona con la situaci¨®n que vive esta disciplina: "No puede ser que haya tan pocos escenarios para el baile. Quiero provocar un despertar. La danza malvive en el fondo, se necesita un impulso para salir de ah¨ª. Quiero pasar a otra fase, que seis compa?¨ªas se junten puede marcar un antes y un despu¨¦s".
El antes lo aclara Juan de Torres, director de Larumbe Danza, remarcando la madurez de las compa?¨ªas residentes -algunas de ellas rondan los 20 a?os y tienen un aval art¨ªstico indiscutible- y del programa, cuyo fin es promover el patrimonio coreogr¨¢fico. El despu¨¦s es incierto, les gustar¨ªa girar con In Pulso. El durante es el trasvase de energ¨ªa entre bailarines -energ¨ªa, que tiene que llegar al p¨²blico- y el enriquecimiento personal y profesional. Stella Arauzo, directora art¨ªstica de la compa?¨ªa de Antonio Gades, se muestra encantada: "Estoy aprendiendo un mont¨®n. Siempre me hab¨ªa dedicado a Gades. Nunca hab¨ªa bailado contempor¨¢neo. Eso te lo llevas y lo incorporas a ti".
"Nos hemos puesto retos. Nada de acomodarse", dice Muraday, premio nacional de danza 2006 y director de Losdedae, que se enfrenta por primera vez a un gades. Arauzo asegura que ese era el esp¨ªritu de las creaciones de Antonio Gades, quer¨ªa que las interpretara cualquier bailar¨ªn. Muraday se introduce en Bodas de Sangre con su lenguaje contempor¨¢neo y desde el absoluto respeto. "Nos van a dar por todos los lados", apostilla. Se refiere a que no les extra?ar¨¢ que haya quien cuestione que unos se metan en terrenos que, en teor¨ªa, no les corresponden. Ante eso, De Torres a?ade que el artista esc¨¦nico ha de aportar algo a la sociedad, tiene que poder lanzar preguntas. No es un simple entretenimiento. In Pulso quiere ser un golpe sobre la mesa, la imagen del panorama de la danza madrile?a, un patrimonio a cuidar.
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