El juez imputa por estafa a los progenitores de Nadia
La ni?a permanece con su madre en la casa de F¨ªgols que ha sido registrada por los Mossos d¡¯Esquadra
El caso de Nadia Nerea, la ni?a afectada por una enfermedad gen¨¦tica rara que concit¨® la solidaridad de miles de personas, se ha convertido en el caso de los padres de Nadia Nerea. El juez ha imputado a Fernando Blanco y a Marga Garau por un delito de estafa en las donaciones para ayudar a la menor. Nadia vive d¨ªas extra?os, entre la comisar¨ªa de los Mossos y su casa de F¨ªgols (Lleida), que ha sido registrada por la polic¨ªa. ¡°Al final, la ¨²nica v¨ªctima aqu¨ª es la ni?a. Es la que lleva la peor parte¡±, concluye Merc¨¨, amiga de la familia. Hoy est¨¢ previsto que el padre, detenido, pase a disposici¨®n del juez que investiga el caso. El instructor ha citado a la madre a declarar hoy a las 12.00.
El sol cubre las monta?as en torno a F¨ªgols. Es un pueblito silencioso, de 200 habitantes, con casas de piedra, sinuosas pendientes y un solo bar que no parece un bar pero que est¨¢ abierto todo el a?o. La casa amarilla es la de Nadia y su familia. No hay ruidos ni rastro de actividad. Dentro, sin embargo, est¨¢n la ni?a y su madre, que no sale afuera para evitar a los medios de comunicaci¨®n que esperan en la puerta. El pasado mi¨¦rcoles, los Mossos detuvieron a la mujer y la llevaron a comisar¨ªa, pero la dejaron en libertad poco despu¨¦s. El padre, Fernando Blanco, no est¨¢ en casa: sigue detenido en La Seu d¡¯Urgell. Hoy est¨¢ previsto que pase a disposici¨®n del juez para aclarar si utiliz¨® el dinero recaudado (m¨¢s de 300.000 euros, seg¨²n sus c¨¢lculos) en tratamientos para su hija o si los desvi¨® a otros fines.
¡°Anoche [por el mi¨¦rcoles] la ni?a cen¨® con nosotros. No sabemos a¨²n qu¨¦ creer del todo, esperamos que Fernando diga algo¡±, agrega, frente a la casa, Merc¨¨. Ella y su marido son amigos de Blanco y Garau, pero ahora esa amistad pende de un hilo. Saben que el padre de Nadia no ha dicho toda la verdad sobre los tratamientos, pero se resisten a creer que todo sea mentira. ¡°Era tan convincente cuando nos explicaba lo que pasaba... Todo el d¨ªa estaba hablando de Nadia, se desviv¨ªa por ella. Ahora ya no sabemos qu¨¦ pensar¡±, agrega la mujer.
Merc¨¨ no tiene dudas del ¡°amor incondicional¡± de Fernando y Marga hacia su hija. Por eso ve absurdo que el juez de La Seu que investiga el caso se haya planteado si debe tomar medidas sobre la tutela de la menor. La fiscal¨ªa ya respondi¨® que no era necesario porque no hab¨ªa riesgo para Nadia. La Generalitat tampoco cree que la ni?a est¨¦ desprotegida porque permanece junto a su madre. Merc¨¨ se lo explic¨® a los Mossos: les dijo que, en su opini¨®n, la ni?a ¡°est¨¢ bien atendida¡±.
¡°Ha sido una decepci¨®n¡±
Amadeu es uno de los 200 vecinos de F¨ªgols y apenas ha tenido trato con la familia de Nadia. ¡°Les he visto unas cuantas veces. Viven aqu¨ª, pero no se relacionan con casi nadie¡±. Como todos sus vecinos, Amadeu hab¨ªa o¨ªdo hablar de la rara enfermedad de Nadia (¡°una ni?a encantadora¡±, dice) y admite que incluso hab¨ªa comprado ¡°alg¨²n boleto¡± de las ferias que los padres de la ni?a organizaban peri¨®dicamente para recaudar fondos. ¡°Saber que todo esto era un fraude ha sido una decepci¨®n¡±, se?ala.
En una entrada de la casa hay una frase para Nadia (¡°Esto no es un castillo pero aqu¨ª vive una princesa¡±) y en el jard¨ªn, en el lado opuesto, ondean la ense?a republicana y una bandera pirata. Una notificaci¨®n de correos sin leer permanece en el buz¨®n de la entrada, que tiene un espacio para las cartas de la Fundaci¨®n Asociaci¨®n Nadia Nerea. Esa fue la plataforma con la que Blanco canaliz¨® las donaciones para presuntos tratamientos m¨¦dicos a su hija que, tras una serie de investigaciones period¨ªsticas, han quedado en entredicho.
Tras esas revelaciones, un juez abri¨® diligencias: orden¨® inmovilizar las cuentas de la familia, retir¨® el pasaporte de Nadia y exigi¨® a los padres la informaci¨®n m¨¦dica sobre la menor. Pero los padres no entregaron nada. Los Mossos no les encontraron y los acontecimientos se precipitaron: Blanco y Grau acabaron detenidos y la vivienda familiar, registrada por orden del juez.
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