El maltratador ¡®cazado¡¯ por una c¨¢mara justifica la brutal paliza: ¡°Tuve un arrebato de celos¡±
La Fiscal¨ªa endurece su petici¨®n de pena y solicita dos a?os y tres meses de c¨¢rcel por la agresi¨®n en San Juan de Alicante
El presunto maltratador cazado por una c¨¢mara de seguridad cuando propinaba una terrible paliza a su pareja en la localidad de San Juan de Alicante ha justificado hoy la brutal agresi¨®n que muestran las im¨¢genes por un "arrebato de celos". Tras negarse inicialmente a declarar, Narkis Yakolev, de 22 a?os y nacionalidad ucrania, ha hecho uso de su ¨²ltima palabra para pedir perd¨®n, entre l¨¢grimas, a todas las mujeres que se puedan haber "sentido identificadas" con esas im¨¢genes.
La Fiscal¨ªa, sin embargo, se ha mostrado inmisericorde con ¨¦l. Si en una comparecencia anterior el Ministerio P¨²blico le hab¨ªa ofrecido una pena de nueve meses de c¨¢rcel que pod¨ªan reducirse a seis, la instituci¨®n ha dado este viernes una vuelta de tuerca a su escrito de acusaci¨®n para elevar su solicitud a dos a?os y tres meses de prisi¨®n. La fiscal del caso considera que la actuaci¨®n del acusado no es un simple maltrato de c¨¢racter machista, sino que constituye un delito de lesiones por el tratamiento farmacol¨®gico y el collar¨ªn prescritos a la v¨ªctima. "Estamos ante un clamoroso ejemplo de la violencia de g¨¦nero, en el que el maltratador muestra una actitud de dominio hacia la mujer y ella se halla sometida a su yugo por temor o dependencia emocional", ha alegado la fiscal.
El abogado defensor se ha quejado por el "trato" recibido por su cliente, que est¨¢ en prisi¨®n preventiva, y lo ha atribuido a la alarma social y el revuelo medi¨¢tico generado por las im¨¢genes. Ha se?alado que el acusado estaba dispuesto a aceptar los nueve meses de condena planteados antes de la vista oral y ha denunciado que el cambio de posici¨®n de la fiscal¨ªa vulnera los derechos fundamentales de su cliente.
La defensa ha renunciado a plantear la nulidad de las im¨¢genes como prueba. El v¨ªdeo, que fue difundido por la Guardia Civil con el consentimiento de la afectada, muestra el rostro m¨¢s brutal de la violencia machista. En ¨¦l se ve c¨®mo el presunto agresor recibe a una mujer con una lluvia de golpes que llegan a derribarla. Luego, mientras ella yace en el suelo aturdida, sale a la calle para comprobar que no hay testigos de la agresi¨®n y regresa para continuar con la paliza.
Despu¨¦s de cinco minutos de pu?etazos y patadas, Narkis Yakolev agarra del cabello a su pareja, Esther Gabriela M., de 38 a?os y nacionalidad h¨²ngara, la arrastra por las escaleras y la mete en el ascensor para subir a su domicilio.
Como ya hiciera hace dos semanas ante otra juez, la v¨ªctima ha vuelto hoy a acogerse a su derecho a no declarar contra su pareja, durante el juicio celebrado en el juzgado de lo Penal 6 de Alicante. Ni siquiera ha dejado que un forense la examinara para conocer el alcance de las lesiones derivadas de la agresi¨®n. Visiblemente nerviosa, la v¨ªctima ha manifestado a trav¨¦s de un int¨¦rprete con monos¨ªlabos apenas audibles que seguir¨ªa guardando silencio.
En cambio, varios guardias civiles que se entrevistaron con ella han ratificado que no quiso denunciar los hechos porque estaba "atemorizada". Al principio negaba haber sido golpeada, pero cuando los agentes le mostraron las im¨¢genes "se derrumb¨®" y acab¨® por admitir la agresi¨®n. "Nos dijo que el chico es de una familia muy humilde y que no quer¨ªa perjudicarle", ha apuntado uno de los guardias. Otro ha a?adido que cree que la madre del presunto agresor la "coaccion¨®" para que no acudiera a las autoridades. Y un tercer agente, instructor del atestado, ha explicado que elev¨® el riesgo de la v¨ªctima porque no quer¨ªa colaborar y la situaci¨®n "podr¨ªa volver a repetirse" si las fuerzas de seguridad y la Justicia "no interven¨ªan".
La agresi¨®n se produjo el pasado 20 de noviembre y el v¨ªdeo sirvi¨® a los guardias para actuar de oficio y detener, tres d¨ªas despu¨¦s, al acusado. Los vecinos hab¨ªan instalado unas videoc¨¢maras en el portal tras sufrir varios robos y, al visionar las grabaciones las pusieron en conocimiento del cuartel de San Juan.
La juez ha ordenado hoy la reproducci¨®n de las im¨¢genes. Mientras el p¨²blico asist¨ªa conmocionado a la brutalidad de las escenas, Narkis Yakolev, esposado, manten¨ªa la cabeza baja. Su actitud ha sido serena durante todo el juicio. En su alegato final, el presunto maltratador ha pedido perd¨®n a las mujeres y ha asegurado que "nunca, en la vida" ha maltratado a ninguna de ellas. Pero ese d¨ªa, seg¨²n su versi¨®n, sufri¨® "un arrebato de celos" al ver que Esther llegaba a casa acompa?ada de un chico con el que previamente hab¨ªa estado hablando en una discoteca. "Fue una locura y no sab¨ªa lo que hac¨ªa. Pero no es verdad que ella se sintiera amenazada o me tuviera miedo. Nosotros ¨¦ramos felices y no nos faltaba de nada", ha apuntado.
El v¨ªdeo que puede condenarlo no es m¨¢s que una nueva muestra de una lacra que se ha cobrado vidas y ha destrozado otras. Los agresores machistas han matado a 866 mujeres en los ¨²ltimos 13 a?os en Espa?a. Y en lo que va de 2016 han sido 40 las v¨ªctimas asesinadas por sus parejas o exparejas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.