El hechicero vuelve a su ciudad encantada
La magia del concierto del bar¨ªtono Leo Nucci en A Coru?a se esfum¨® a la salida al conocer el fallecimiento de David Eth¨¨ve, solista de chelo de la Sinf¨®nica
Cuando se anunci¨® la suspensi¨®n por razones presupuestarias de la Temporada L¨ªrica de A Coru?a, Leo Nucci (Castiglione dei Pepoli, Bolonia, 16.04.1942) se ofreci¨® a cantar gratuitamente para Amigos de la ?pera y este viernes fue el d¨ªa. Nucci, que mantiene un largo idilio con la ciudad desde que hizo en ella su debut internacional (1973), volvi¨®, cant¨®, actu¨® y hechiz¨® a su auditorio; como es costumbre desde entonces.
La gala era tambi¨¦n un homenaje de Amigos de la ?pera al gran bar¨ªtono italiano, a quien se le hab¨ªa concedido la medalla de oro de la asociaci¨®n. La presidenta de la entidad, Natalia Lamas, se la impuso sobre el escenario tras el descanso de la gala en lo que podr¨ªamos llamar un sencillo acto. Tanto que no hubo siquiera unas palabras de agradecimiento por sus a?os actuando en A Coru?a. Nada que acompa?ara la imposici¨®n de la medalla, a la que Nucci contest¨® con un ¡°No s¨¦ qu¨¦ decir, cantar¨¦¡±.
No queda nada que descubrir a estas alturas sobre Nucci. Casi medio siglo de canto en los m¨¢s grandes escenarios del mundo lo avalan, Sus facultades son envidiables para un hombre con 74 a?os cumplidos y donde le cuesta llegar a la voz lo alcanza con sabidur¨ªa vocal y esc¨¦nica, a cu¨¢l mayor. Desde su entrada con el Si puo... de I Pagliacci, de Ruggero Leoncavallo, hasta el final del programa con el Si, vendetta del verdiano Rigoletto -y su m¨¢s que previsible bis- la noche fue un paseo en triunfo del artista bolo?¨¦s.
Jos¨¦ Miguel P¨¦rez Sierra hizo una buena labor de concertaci¨®n en los d¨²os y dirigi¨® con acierto y gran musicalidad a la Orquesta Sinf¨®nica de A Coru?a (OSG) -que se mostr¨® una vez m¨¢s como la gran orquesta de foso que tambi¨¦n es- y al Coro Gaos. Este tuvo una actuaci¨®n francamente digna en el Va pensiero de Verdi, con afinaci¨®n bien precisa y un timbre agradable. Algo escaso de efectivos masculinos como es habitual en coros aficionados, se hubiera desado un poco m¨¢s de presencia sonora en esas secciones.
La soprano Clara Jelihovschi Panas, que acompa?aba en el c¨¦lebre d¨²o, acab¨® llorando de emoci¨®n, que duramente pudo contener para afrontar el bis. La magia, de cerca, puede llegar a hacer da?o; un bendito da?o en este caso. Ella y Edivigis Managas -cuya voz aparece algo menos madura que la de su compa?era- hicieron un papel totalmente digno en sus d¨²os junto al maestro. Todo el dramatismo de la escena Madamigela Valery... como el de Si, vendetta, antes mencionado fueron transmitidos por bar¨ªtono y sopranos, electrizando al p¨²blico del Palacio de la ?pera de A Coru?a.
Las sonoras, largas y merecidas ovaciones hicieron salir a escena nuevamente a Nucci que hizo recorrer un escalofr¨ªo por muchas espaldas con Son io, mio Carlo, de Don Carlo de Verdi. M¨¢s y m¨¢s aplausos, otro bis y la magia flotando en el ambiente.
Muchos pudieron continuar flotando en ella pero, a la salida de la gala, la noticia del fallecimiento de David Eth¨¨ve (Neully-sur-Seine, 16.09.1966; A Coru?a 09.12.2016) cay¨® como una losa sobre los camerinos del Palacio de la ?pera. La magia del canto se esfum¨® al momento. Entre compa?eros, amigos y allegados del solista de chelo de la Sinf¨®nica las esperadas felicitaciones por la velada se convirtieron en abrazos llenos de dolor por su muerte.
Eth¨¨ve formaba parte de la orquesta desde su primer concierto el 15 de mayo de 1992 y era uno de sus puntales desde entonces. Gran violonchelista y m¨¢s que notable director de orquesta, hab¨ªa sido director art¨ªstico de la Orquesta Joven de la Sinf¨®nica de Galicia desde 2004 a 2009. Colabor¨® tambi¨¦n con otras orquestas y coros como director invitado por su gran preparaci¨®n musical y dotes pedag¨®gicas.
En su recuerdo inmediato -y como su m¨²sica, siempre llena de fuerza, tambi¨¦n irradiaba poes¨ªa- bien se puede hacer uso de los versos de Antonio Machado con un ¡°verso¡± transmutado en chelo: ¡°Hay en mis venas gotas de sangre jacobina, / pero mi chelo brota de manantial sereno; / y, m¨¢s que un hombre al uso que sabe su doctrina / soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
David Eth¨¨ve ha dejado de tocar en la Tierra. Pero nunca nos faltar¨¢ el recuerdo de su m¨²sica y su bonhom¨ªa. Descanse en paz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.