Las deducciones fiscales cuestan a la Generalitat 1.202,3 millones
UGT propone a los partidos pol¨ªticos eliminar los beneficios fiscales y un impuesto de IRPF m¨¢s progresivo
En la recaudaci¨®n de impuestos de 2016, la Generalitat ha dejado de ingresar 1.202,3 millones de euros solo en deducciones fiscales. Esta cifra ha servido este mi¨¦rcoles de marco para el debate organizado por el sindicato UGT, que ha reunido a representantes de los partidos pol¨ªticos catalanes para proponerles la eliminaci¨®n de los beneficios fiscales, y una mayor redistribuci¨®n de la riqueza con la modificaci¨®n de los tributos. Entre los cambios planteados, que se refieren solo a las competencias de la Generalitat, el sindicato destaca la modificaci¨®n al alza del impuesto de Sucesiones y la ampliaci¨®n de tramos del IRPF para hacerlo m¨¢s progresivo.
Los 1.202,3 millones que la Generalitat ha dejado de ingresar responden en su mayor parte, seg¨²n los datos aportados por UGT y explicados por el economista Xavier Mart¨ªnez, a tres impuestos concretos y a los beneficios que se desprenden de la normativa catalana. Si se tienen en cuenta tambi¨¦n las bonificaciones del Estado, la p¨¦rdida aumenta hasta unos 10.000 millones de euros.El grueso de las deducciones, 979,1 millones de euros, corresponde al impuesto de Sucesiones y Donaciones, un tributo cedido a la Generalitat que, tras una casi eliminaci¨®n en el primer Gobierno de Artur Mas, en 2014 volvi¨® a recaudar al nivel de 2010. El sindicato considera que todav¨ªa es insuficiente (en 2016 se estima que sea de 523,2 millones), y pide volver a la legislaci¨®n anterior a la reforma de 2008, cuando se recaudaron 1.004 millones de euros.
En el impuesto de Transmisiones Patrimoniales, las bonificaciones suman 88,9 millones, y en el del IRPF, las deducciones alcanzan los 74,6 millones, entre las que destacan las reducciones por inversi¨®n o por alquiler en la vivienda habitual, o beneficios para la viudedad. El resto corresponde a deducciones en impuestos sobre inversi¨®n en viviendas, hidrocarburos o grandes establecimientos comerciales.
Aunque algunos de los beneficios fiscales responden a razones sociales, el economista ha considerado sin embargo que "la inversi¨®n social no debe hacerse por deducci¨®n en los impuestos", porque excluye a todas las personas que no hacen la declaraci¨®n de la renta al tener ingresos por debajo de los 20.000 euros. Por tanto, seg¨²n Mart¨ªnez, los beneficios fiscales favorecen sobre todo a las clases altas y aportan regresividad al sistema fiscal, suficientemente castigado por la econom¨ªa sumergida, cuyo volumen se estima en un 20% del PIB.
La otra propuesta de gran calado es la reforma del IRPF: aumentar los tramos de seis a nueve, rebajar el primero y su tributaci¨®n, e incrementar los tipos m¨¢ximos de los dos tramos superiores. El 66,94% de los contribuyentes tienen una base liquidable de hasta 21.000 euros, mientras que solo el 3,14% presenta una liquidaci¨®n de m¨¢s de 60.000 euros, por los que pagan entre un 21,5% y un 25,5%, la parte catalana impuesto de IRPF. En la jornada, Mart¨ªnez ha denunciado asimismo que el IRPF que se paga por los ingresos surgidos del trabajo es mucho m¨¢s alto (48%) que el de la riqueza que surge del capital o de los ahorros (23%).
Aunque han intercambiado reproches sobre las propuestas en el Parlament, los representantes pol¨ªticos han coincidido en la necesidad de hacer m¨¢s progresivo el impuesto. En el debate han participado Roger Torrent (JxS¨ª), Al¨ªcia Romero (PSC), Joan Coscubiela (CSQEP), Santi Rodr¨ªguez (PP) y Eul¨¤lia Reguant (CUP), moderados por Xavier Casanovas, miembro de la Plataforma por una Fiscalidad Justa, Ambiental y Solidaria.
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