Un festival para 150 personas
El festival 'Valle el¨¦ctrico' llega a Madrid con sede en el caf¨¦ La Palma
Surgidos hace cuatro a?os ante la necesidad de traer a muchos de los artistas que escuchaban en sus casas, Valle El¨¦ctrico celebra este viernes su edici¨®n n¨²mero 22. ¡°El motor siempre es el mismo: poder ver en directo grupos que solo pod¨ªamos escuchar en Internet y programarlos en Madrid, aunque pudiese parecer un suicidio¡±, comentan sus tres miembros, con edades comprendidas entre los 27 y los 30 a?os.
Por la capital han pasado figuras internacionales como Jessy Lanza, Blood Diamonds, Labyrinth Ear, Black Atlass, Battlekat o Kero Kero Bonito en un formato mucho m¨¢s reducido que el de los grandes festivales que ahora transitan. Seg¨²n sus propias palabras, el colectivo nace como una plataforma reivindicativa en torno al sintetizador, con epicentro en un g¨¦nero tan reivindicado estos d¨ªas como es el synth-pop. Un verdadero laboratorio donde explorar tendencias y nuevos sonidos, intentando que los proyectos locales se apoyen en los internacionales para que tengan m¨¢s visibilidad y que los internacionales consigan expandirse en un pa¨ªs donde no tendr¨ªan tanto tir¨®n.
Su campamento base se sit¨²a en el Caf¨¦ La Palma, sala de conciertos de aforo reducido, pero que les permite arriesgar con los formatos y sentirse m¨¢s arropados. Aunque tambi¨¦n han coqueteado con tama?os m¨¢s grandes: como en su primer aniversario, cuando organizaron un festival con 4 escenarios en tiendas de ropa, o su ¨²ltima colaboraci¨®n, hace un a?o, con Absolut Elektric Factory, para los que comisionaron parte de su cartel musical.
Esta pr¨®xima fiesta es una buena s¨ªntesis de su esp¨ªritu, explorando nuevas v¨ªas y unificandolas en el formato de un festival. Para ello contar¨¢n con el israel¨ª Ash Koosha, uno de los artistas m¨¢s arriesgados del panorama digital; la barcelonesa Noia, cuyo primer EP se mueve c¨®modo entre el r'n'b y el pop et¨¦reo; y el productor de house esot¨¦rico y vaporwave Clinton Affair. Cierran la noche MK Milk y XPB1, residentes de Post Club; tendiendo puentes entre colectividades madrile?as.
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