El ¨²ltimo vals de Raimon

La noche se presentaba armada de emociones en el auditorio del paseo de la Alameda de Valencia. Raimon se desped¨ªa del p¨²blico valenciano con un recital vestido de largo acompa?ado de la Orquesta de Valencia dirigida por su director, Yaron Traub, y el Cor de la Generalitat Valenciana. La presencia de autoridades auton¨®micas, municipales, de la cultura y de la sociedad civil pon¨ªa la nota distintiva a la entrada del auditorio bajo los focos de las c¨¢maras y objetivos.

Con un titulo cargado de resonancias l¨ªricas y anuncios Raimon: Ben poc abans de les coses pen¨²ltimes, el cantante ha iniciado su despedida de la escena que tendr¨¢ su ¨²ltimo acto el pr¨®ximo mes de mayo, en el otro Palau, el de la M¨²sica Catalana de Barcelona. Un Raimon, que a diferencia de otros cantantes de su generaci¨®n, puede presumir todav¨ªa de un excelente estado f¨ªsico, como se pudo comprobar en el concierto, pero que ha decidido bajar el tel¨®n de musical, como se?alaba el propio cantante ¡±finire in en bellezza¡±, dejando todav¨ªa un bello recuerdo a su p¨²blico. Y desde luego lo cumpli¨®. Una de sus ¨²ltimas canciones, A l¡¯estiu quan s¨®n les nou le sirvi¨® de obertura para enlazar con una serie de temas de car¨¢cter reflexivo, con el paso del tiempo se?alando el dial mel¨®dico y expresivo.

El car¨¢cter sinf¨®nico del recital, en los arreglos de las canciones dos viejos y queridos colaboradores del cantante, Manel Camp y Antoni Ros-Marb¨¤, modelaba las composiciones con nuevos matices mientras la voz de Raimon las devolv¨ªa a su territorio de origen, a veces abrupto, seco, pero siempre cargado de una intensa melod¨ªa como ha se?alado uno de sus mejores estudiosos, el periodista y escritor Antoni Batista. A Raimon, entre otras cosas, hay que agradecerle el haber creado entre nosotros esa canzone diversa que se?alaba Umberto Eco a prop¨®sito de la nueva canci¨®n de autor italiana que surgi¨® en Italia a finales de los a?os sesenta. Raimon tambi¨¦n estar¨¢ de los primeros en sacar la canci¨®n de las salas de fiestas y llevarla a los teatros con dignidad.

Dos horas largas de recital en el que Raimon repas¨® su m¨¢s de medio siglo de carrera musical, con las voces de cl¨¢sicos, Ausi¨¤s March, Ro¨ªs de Corella, Veles e vents, Si com lo taur, La balada de la garsa i de l¡¯esmerla o de los contempor¨¢neos, Salvador Espriu, He mirat aquesta terra. En el que no faltaron, capolavori, Com un puny, el Raimon m¨¢s sensual, que sirvi¨® para cerrar la primera parte del concierto, dando entrada al Cor de Generalitat, que acompa?¨® al cantante en el ¨²ltimo bloque musical, esta vez formado por sus canciones-bandera, Jo vinc d¡¯un silenci, Diguem no y, cerrando la noche, D¡¯un temps d¡¯un pa¨ªs. Y como no pod¨ªa ser de otra manera, la interpretaci¨®n de Al vent, esta vez, solo el cantante con su guitarra, como aquel muchacho adolescente que hace m¨¢s de medio siglo cantaba por primera vez en Casa Pedro la canci¨®n que acabar¨ªa convirti¨¦ndose en el himno de toda una generaci¨®n.