Duelo de estilo entre alcaldes socialistas

El exembajador de Espa?a en el Vaticano que un d¨ªa acus¨® a su partido, el PSOE, de "coger siempre las banderas frikis, las de los antisistema, los okupas y los indignados", ser¨¢ conocido por los ni?os coru?eses del futuro como un se?or de mediana edad, bastante m¨¢s delgado de lo que lo est¨¢ ahora, que posa ataviado con un traje morrocotudo. Todo engalanado, parece un diplom¨¢tico que vivi¨® en otros tiempos. Con su bicornio crestado de marab¨², su chaqueta de terciopelo atiborrada de entorchados e hilo de oro, descompensada la pechera por varias sartas de medallas que dan cuenta de su pret¨¦rito poder y sus remotas influencias. Francisco V¨¢zquez V¨¢zquez, sir Paco desde que fue distinguido con la repera de los honores, la Orden del Imperio Brit¨¢nico, quedar¨¢ colgado desde esta ma?ana en la casa consistorial en la que mand¨® durante 23 a?os.

El Ayuntamiento estrena su cuadro. Pero ¨¦l no ha querido ser inmortalizado como un regidor m¨¢s, sino como el embajador que fue entre 2006 y 2011, porque es tradici¨®n en esta ciudad que cada alcalde, al marchar, deje sentada su ¨²ltima voluntad eligiendo un pintor y la guisa con la que quiere ser enmarcado para el recuerdo por los siglos de los siglos. Todo esto con cargo a las arcas p¨²blicas. Fuentes municipales aseguran que se accede a los deseos de los pol¨ªticos siempre que el precio del cuadro sea "razonable, de mercado".

Puestos a criticar habr¨¢ quien diga que, pese a que no escogi¨® un retrato ecuestre y rampante, en el cuadro que le pint¨® Rafael Cidoncha al exgobernante local le falt¨® esa sobriedad que en cambio le sobra en sus aderezos a quien tom¨® el relevo del bast¨®n de mando en 2006, Javier Losada de Azpiazu. Su fiel seguidor, su pupilo (su servicial y gris mano derecha), del que el embajador se distanci¨® tras la alianza del nuevo alcalde del PSOE con el BNG para gobernar, tambi¨¦n coloca hoy su retrato en el primer piso del consistorio, el palacio de Mar¨ªa Pita. Pero lo har¨¢ con un estilo radicalmente diferente y por la tarde, para no coincidir. El retrato de Losada cost¨® casi la mitad (9.450 euros) que el de su predecesor (18.000 euros).

Losada viste de se?or del mont¨®n, con su traje de chaqueta, su discreta corbata verde musgo y esa parquedad que caracteriza su estampa de la cabeza a los pies. Por atributo de alcalde, en este lienzo hiperrealista del artista coru?¨¦s Jano Mu?oz no lleva m¨¢s que un pin. El ¨²ltimo ojal aparece desabotonado, y sobre este sus manos de m¨¦dico anestesista, la profesi¨®n a la que regres¨® tras la pol¨ªtica, levitan t¨ªmidas en un gesto inconfundiblemente suyo. Detr¨¢s, sobre el fondo negro, unas palabras asoman serias, may¨²sculas y oscuras: "Todas las personas seremos iguales en nuestra sociedad".

El abismo que separa el estilo de gobierno, de persona y de retrato tambi¨¦n es may¨²sculo y oscuro. Los cuadros hace tiempo que deb¨ªan haber sido colgados, pero el acto inaugural fue quedando ah¨ª demorado, sin que nadie acabase de ponerle fecha, durante los a?os en los que, despu¨¦s de Losada, asi¨® el bast¨®n de mando, con una mayor¨ªa absoluta nunca antes vista por el PP en A Coru?a, Carlos Negreira.

El precio del retrato de V¨¢zquez era uno de los supuestos escollos. Pero ya estaba pintado, as¨ª que ahora, con la Marea Atl¨¢ntica de Xulio Ferreiro al frente de la alcald¨ªa, los dos ¨®leos ocupar¨¢n los puestos que les corresponden en la galer¨ªa de gobernantes locales de la primera planta. Pero el delf¨ªn y su mentor, el hijo escogido y el padre que lo se?al¨®, se estrenan sin mezclarse.

En este primer piso de la casa consistorial quedaron no hace mucho dos vacantes. En julio, coincidiendo con el 80? aniversario de la sublevaci¨®n, el Ayuntamiento mand¨® al almac¨¦n los cuadros de Jos¨¦ Fuci?os Gayoso y Hern¨¢n Mart¨ªn de Barbadillo Pa¨²l, dos militares golpistas que se convirtieron en los primeros regidores de A Coru?a en la dictadura de Franco. En su lugar se colocaron sendos carteles para recordar las razones por las que esos alcaldes eran confinados en la sombra. Y salvo estas dos retiradas, en la galer¨ªa de alcaldes no hab¨ªa movimientos desde 1983, cuando colg¨® su retrato el regidor de UCD Joaqu¨ªn L¨®pez Men¨¦ndez tras ser vencido por un V¨¢zquez de 36 a?os que hab¨ªa ingresado en el PSOE y la UGT mucho antes, cuando a¨²n eran clandestinos.

Desde entonces y hasta ahora, ninguna acci¨®n de Francisco V¨¢zquez puede dejar indiferentes a los ciudadanos. As¨ª que el hombre que aliment¨® el coru?esismo m¨¢s desbocado no solo eligi¨® los pinceles de Cidoncha, un artista internacional pero nacido en Vigo, sino que ha invitado al acto a otro t¨®tem del localismo a flor de piel, esa inextricable rivalidad, que mantiene vigilantes a las dos ciudades separadas por 160 kil¨®metros. El tambi¨¦n socialista Abel Caballero, alcalde vigu¨¦s, del que alg¨²n compa?ero de partido ha llegado a decir que es "una mala copia" del embajador en la Santa Sede, arropar¨¢ al exregidor y aprovechar¨¢ para reunirse con Xulio Ferreiro. Ambos dicen que es una "visita de cortes¨ªa". Si no saltan chispas en Mar¨ªa Pita, este d¨ªa de fiesta tambi¨¦n podr¨ªa convertirse en un cuadro memorable.