Por ahora, la libertad lo es todo
La principal tensi¨®n en el ¡®proc¨¦s¡¯ se da entre quienes ven la independencia como un instrumento revolucionario y quienes la ven como un instrumento ret¨®rico
Pen¨²ltimo episodio del choque entre la CUP y la antigua Converg¨¨ncia, esta vez a ra¨ªz de la detenci¨®n, a manos de los Mossos, de algunos cupaires que se negaron a ir a declarar ante el juez por haber quemado fotos del rey. En este nuevo cap¨ªtulo del desencuentro en el seno de lo que s¨®lo un despistado podr¨ªa describir como una familia bien avenida, resuena, una vez m¨¢s, la tensi¨®n entre quienes consideran que conseguir la independencia es una cuesti¨®n de hechos consumados y quienes creen que la independencia es algo que se puede conseguir sin violar las reglas jur¨ªdicas.
Miento. En realidad, a estas alturas de la pel¨ªcula, no me parece que exista semejante tensi¨®n. M¨¢s bien parece que quienes dicen que la independencia es algo que se consigue sin violar las reglas ahora mismo est¨¢n principalmente interesados en eso, en no violar las reglas. Lo de la independencia, no obstante la ret¨®rica, ya no parece primordial. Y es que entre decir que se va a desconectar de Espa?a y desconectar realmente hay una diferencia grande. Mientras que lo primero sale b¨¢sicamente gratis, lo segundo, como acaban de comprobar en la CUP, no lo es. Y si se trata de desconectar, los cupaires, que est¨¢n lejos de ser ingenuos, saben que la desconexi¨®n puede involucrar algunos sacrificios personales, algunos de ellos muy gravosos, como ir a la c¨¢rcel. En apariencia, est¨¢n dispuestos a asumir ¡ªa contrapecho, claro est¨¢¡ª que ese puede ser el precio a pagar.
En la antigua Converg¨¨ncia, en cambio, no est¨¢n dispuestos a perder la libertad personal. Adoptan, desde luego, el discurso a favor de la libertad de expresi¨®n, pero para decepci¨®n de los cupaires no hacen mucho m¨¢s. (Por cierto, el perfil bajo y la ambig¨¹edad de ERC en este tipo de reyertas parece formar parte de una estrategia m¨¢s bien conservadora, o, dicho de otro modo, en estos l¨ªos ERC parece encontrarse m¨¢s cercana a la posici¨®n de la antigua Converg¨¨ncia que a la de la CUP).
A d¨ªa de hoy quiz¨¢ la principal tensi¨®n existente en la clase pol¨ªtica independentista se da entre aquellos que ven la independencia como un instrumento revolucionario o emancipador y aquellos que ven la independencia como un instrumento ret¨®rico. Quiz¨¢ esta diferencia no era as¨ª de evidente en 2012, en 2013 o en 2014, pero me parece que con las elecciones de septiembre de 2015 parte de la clase pol¨ªtica independentista se dio cuenta de que en el escenario pol¨ªtico m¨¢s inmediato la independencia no aparec¨ªa por ning¨²n lado, as¨ª que esa diferencia acerca de la funci¨®n que deb¨ªa fungir la independencia, aun siendo sutil, cristaliz¨®.
La actitud de los ex-convergentes en estos asuntos me recuerda a la actitud de Humbert Humbert, el protagonista de Lolita. Hacia el final de la novela, cuando Lolita ha conseguido huir del universo perturbado de su captor, este, hist¨¦rico, empieza a comportarse de manera imprudente, flirteando de forma involuntaria con delatarse ante la polic¨ªa. Finalmente, se da cuenta de que no puede recuperar a Lolita desde la c¨¢rcel, as¨ª que Nabokov le hace aseverar lo siguiente: ¡°En mi mente no hab¨ªa m¨¢s que una idea sencilla y clara, y era ¨¦sta: Por el momento, la libertad lo es todo¡±.
Esta parece ser la mentalidad de la antigua Converg¨¨ncia: en este instante, nada vale m¨¢s que la libertad. Y no se trata de la libertad del pa¨ªs oprimido; a¨²n menos la de los cupaires que hacen piras mon¨¢rquicas simb¨®licas. No, para las personas pertenecientes a la ¨®rbita convergente y que comandan el proc¨¦s, su libertad lo es todo. Por el momento, debe pensar Jordi Jan¨¦, conseller de Interior, no voy a arriesgar mi libertad.
Este episodio hace resurgir una pregunta interesante, una pregunta que se proyecta hacia el futuro: ?cu¨¢nto durar¨¢ ese ¡°por el momento¡± para la ¨®rbita convergente? ?Llegar¨¢ alg¨²n d¨ªa en que ese ¡°momento¡± termine para dar paso a una etapa en que la clase dirigente convergente considere que s¨ª vale la pena poner otras cosas por delante de la libertad personal? Intentar responder a esta pregunta requiere mucha especulaci¨®n, pero quiz¨¢ alguna prognosis muy tentativa s¨ª puede hacerse: mientras las circunstancias pol¨ªticas y demogr¨¢ficas se mantengan estables, no parece infundada la sospecha de que ese momento, como el instante eterno que da t¨ªtulo a un elevado poemario de Enric S¨°ria, sea un momento que no termine nunca.
Pau Luque es investigador en el Instituto de Investigaciones Filos¨®ficas de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico.
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