¡°Cada d¨ªa pienso en exiliarme¡±
El escritor rumano Mircea C?rt?rescu ¡®debuta¡¯ en catal¨¢n con el libro de relatos ¡®Per qu¨¨ ens estimem les dones¡¯
Una gitana desafortunada llamada Zaraza. Irina, una idealista un tanto desgarbada que echa moment¨¢neamente su vida a perder entre la bebida y su trabajo con la polic¨ªa pol¨ªtica rumana, la Securitate. Tambi¨¦n Ingrid, una bella adolescente que sufre en carne propia el desamor. O una fantasmal condesa sin nombre que asalta los sue?os sexuales de los inquilinos de un castillo irland¨¦s. Estas mujeres, espectro incluido, tienen algo en com¨²n para el escritor Mircea C?rt?rescu (Bucarest, 1956): Abarcan todos los resortes de la feminidad, tem¨¢tica a la que C?rt?rescu dedica el libro de relatos Per qu¨¨ ens estimem les dones. La editorial Lleonard Muntaner acabar de publicar el volumen en catal¨¢n. Xavier Montoliu ha sido el encargado de traducir el libro, que en Ruman¨ªa sali¨® a la venta en 2004. Es la primera vez que el gran autor rumano contempor¨¢neo, habitual de las listas de futuribles premios Nobel, se traduce al catal¨¢n. Lleonard Muntaner tiene la intenci¨®n de seguir edit¨¢ndole y este 2017, adem¨¢s, se publicar¨¢ en catal¨¢n la novela Solenoide (Periscopi), de m¨¢s de mil p¨¢ginas.
¡°La feminidad es mucho m¨¢s que sexualidad, es un principio universal¡±, relat¨® C?rt?rescu en noviembre en Barcelona, feliz por ser traducido a un nuevo idioma. ¡°Publiqu¨¦ este libro en la mitad de mi carrera literaria. Utilic¨¦ los procedimientos m¨¢s simples posibles para llegar a todos los lectores. Por eso creo que es la mejor opci¨®n para publicar mi obra por primera vez en una lengua¡±, a?adi¨® el autor de Nostalgia (Editorial Impedimenta, 2012) y Travesti (Impedimenta, 2011). Tambi¨¦n est¨¢n presentes algunos rasgos de su obra: La iron¨ªa, la metaliteratura, el juego con la autoficci¨®n.
Per qu¨¨ ens estimem les dones parte de un encargo de una revista femenina, y en ¨¦l C?rt?rescu deforma a su antojo historias infantiles, adolescentes o adultas. Los protagonistas masculinos tienen grandes paralelismos con el autor. Hablan con citas literarias, cuentan los d¨ªas para perder la virginidad, se alejan del mundo en habitaciones secretas¡¡°La adolescencia es un estado de incertidumbre, de miedo, de deseos confusos y contradictorios. El adolescente es la etapa de la vida con la que a¨²n me identifico. Mi adolescencia estuvo marcada con una ¨²nica pasi¨®n ardiente: la literatura. Le¨ªa 7 u 8 horas diarias¡±. C?rt?rescu habla con voz sosegada. Sin prisa. Medita cada frase con parsimonia. A veces, cuando responde, se aparta los mechones de pelo que caen por su frente. ¡°La tercera persona, en realidad, para m¨ª es la primera persona camuflada¡±, desgran¨® sobre los relatos de Per qu¨¨ ens estimem les dones.
Este noviembre particip¨® en el Arts Santa M¨®nica en el ciclo Lunes de Poes¨ªa. En 2014 ya form¨® parte del Festival de Poes¨ªa de Barcelona de la mano del cr¨ªtico D. Sam Abrams. En esa ocasi¨®n Montoliu tradujo al catal¨¢n de manera premonitoria alguno de sus poemas. Versos que C?rt?rescu, por cierto, no compone desde 1992, ya que ese a?o decidi¨® no escribir m¨¢s poes¨ªa. ¡°No fue una decisi¨®n tan dram¨¢tica para m¨ª. La prosa, al lado de la poes¨ªa, te dota de una posici¨®n m¨¢s poderosa en el campo de la literatura. Pero no es una decisi¨®n definitiva no volver a escribir poes¨ªa¡±, aventur¨® el autor del poema ¨¦pico El Levante (1990).
El escritor de la llamada generaci¨®n en tejanos, la inconformista crecida en cen¨¢culos, sigue acord¨¢ndose de la censura comunista. ¡°Era particularmente perversa. Y est¨²pida. Trabajaban con listas de palabras. De mi libro Nostalgia la censura prohibi¨® decenas de p¨¢ginas¡±, detall¨® el ensayista y cr¨ªtico literario. ¡°Cada d¨ªa pienso en exiliarme. Ahora, de todos modos, ya es demasiado tarde. Deber¨ªa de haberme marchado 30 a?os atr¨¢s. Y, mientras tanto, me he resignado a mi destino porque en definitiva solo necesito un papel en blanco y un l¨¢piz para escribir¡±, confes¨® C?rt?rescu, que publica cada siete a?os un volumen de su diario.
Al novelista le preocupa la situaci¨®n pol¨ªtica de Ruman¨ªa. ¡°Es una de las pocas democracias en el este de Europa rodeada de pa¨ªses nacionalistas o pro rusos, por lo que los rumanos tienen motivos para estar intranquilos¡±, desgran¨® el escritor. Pero el ganador de premios internacionales tan prestigiosos como el Premio Austriaco de Literatura Europea tambi¨¦n es muy pesimista cuando reflexiona sobre la deriva internacional. ¡°Estamos en la peor situaci¨®n desde la segunda Guerra Mundial. Solo podemos esperar que las balas nos pasen silbando por las orejas sin tocarnos. Todo lo que podemos esperar es esto¡±, concluy¨®.
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