Un lustro sin parques e¨®licos mina los objetivos de la Generalitat
Apenas el 5% de la energ¨ªa producida en Catalu?a es renovable y en 2020 deber¨ªa ser del 20%
Catalu?a cerr¨® con 2016 otro a?o m¨¢s sin instalar un nuevo parque e¨®lico, un hecho que confirma la par¨¢lisis del sector de la energ¨ªa e¨®lica, asfixiado por la suspensi¨®n de primas a las energ¨ªas renovables en 2012. En ese momento se realiz¨® la ¨²ltima inversi¨®n significativa del sector, con la instalaci¨®n de tres megavatios (MW) en el parque de Vilob¨ª II, en Lleida. Empresarios y expertos lamentan que la pr¨®xima inversi¨®n no llegar¨¢ hasta 2018. Un lustro sin nuevos molinos que choca con los objetivos de la Generalitat de que las energ¨ªas renovables cubran en 2020 el 20% de su demanda el¨¦ctrica.
Pionera hace m¨¢s de treinta a?os en la construcci¨®n de molinos de viento con la instalaci¨®n del primer aerogenerador en Espa?a en Vilopriu (Baix Empord¨¤), Catalu?a, con 45 parques, es ahora la sexta comunidad aut¨®noma en la lista de megavatios instalados, con 1.232 MW, muy lejos de los 5.561 MW de Castilla y Le¨®n. La e¨®lica catalana representa el 5,5% del total de potencia instalada en Espa?a, que suma 22.990 MW. Jaume Morr¨®n, gerente de EolicCat, la patronal catalana del sector, se?ala que este porcentaje es muy insuficiente, sobre todo si se compara el peso de la demanda el¨¦ctrica catalana (19% del total). Esta patronal impulsa ahora una moci¨®n en el Parlamento catal¨¢n, avalada de momento por Junts Pel S¨ª, para derogar un decreto de la Generalitat y conseguir que no sea necesario un concurso p¨²blico para promover un parque e¨®lico de m¨¢s de 10 megavatios de potencia.
En consonancia con los objetivos de la Uni¨®n Europea, la Generalitat se comprometi¨® en un Plan a que la energ¨ªa renovable vaya ganando terreno en la cobertura de la demanda de electricidad: el 20% en 2020, el 50% en 2030 y el 100% en 2050. Para cumplir con la primera fase, en tres a?os se tendr¨ªan que instalar en Catalu?a 5.153 MW, asegura Francesc Ribera, gerente del Cl¨²ster de Eficiencia Energ¨¦tica de Catalu?a.
Ribera se muestra positivo porque en Catalu?a hay recursos e¨®licos y empresas l¨ªderes para explotarlos, y considera que la energ¨ªa e¨®lica es clave para asegurar el aprovisionamiento de energ¨ªa (el nivel de dependencia exterior en Espa?a es del 77%) y para desplazar tecnolog¨ªas m¨¢s caras como las de combusti¨®n y aumentar as¨ª la competitividad. No obstante, tiene muy claros los motivos de la par¨¢lisis y lamenta la ¡°situaci¨®n de incertidumbre¡± en el sector: en primer lugar, la falta de incentivos para la instalaci¨®n, y en segundo lugar, una regulaci¨®n muy estricta que afecta especialmente a Catalu?a.
La principal dificultad para conseguir los objetivos radica en la eliminaci¨®n de las primas para la inversi¨®n en energ¨ªas renovables. ¡°El Real Decreto 1/2012 paraliz¨® el desarrollo del sector e¨®lico tanto en Catalu?a como en el resto del Estado", asegura Ribera, aunque cree que el nuevo sistema de retribuci¨®n mediante subastas puede tener sus ventajas. Sin embargo, Morr¨®n lamenta que, desde el decreto, el incentivo es cero, y que las primas mediante subastas por ahora ¡°han ido muy mal¡±, ya que cree que las retribuciones deber¨ªan hacerse sobre el precio del quilovatio por hora, y no sobre capacidad de generaci¨®n.
A este problema se suma una reglamentaci¨®n que, en Catalu?a, es especialmente estricta. En el a?o 2002 se aprob¨® el llamado Mapa de Recursos E¨®licos de Catalu?a, que apenas ha sido modificado desde entonces y que, siempre que se ha intentado cambiar para permitir la explotaci¨®n de m¨¢s recursos, las demandas de grupos ecologistas lo han impedido.
[TEX]El Cl¨²ster estima que un 80% de emplazamientos t¨¦cnicamente viables, con un m¨ªnimo de 3.200 horas equivalentes de funcionamiento, fueron excluidos del mapa, ya sea por la elevada densidad de poblaci¨®n, por la singularidad paisaj¨ªstica o por la presi¨®n de grupos ecologistas.
Desde la Generalitat, Assumpta Farran, directora del Instituto Catal¨¢n de Energ¨ªa, admite que la situaci¨®n de par¨¢lisis la han causado tanto la administraci¨®n espa?ola como la catalana, pero argumenta que una regulaci¨®n tan estricta respond¨ªa al boom de las renovables de la d¨¦cada del 2000, cuando la abundancia de proyectos chocaba con un territorio peque?o, denso y con mucha singularidad paisaj¨ªstica. ¡°Ahora la situaci¨®n ha cambiado, no hay tantos proyectos y para la pr¨®xima subasta, que se prev¨¦ de 3.000MW, tenemos que ser atractivos para la inversi¨®n¡±, asegura. Para hacerlo, insiste, es necesario llegar a un consenso sobre el uso del territorio: cada megavatio implica una ocupaci¨®n territorial del tama?o de un campo de f¨²tbol. ¡°Catalu?a ha escogido que en 2050 las renovables cubran el 100% de la demanda energ¨¦tica, y esto pasa por desbloquear el mapa e¨®lico y tambi¨¦n el fotovoltaico, que solo representa un 1,9% del total de Espa?a¡±, recuerda.
Jos¨¦ Luis Garc¨ªa, responsable del ?rea de Energ¨ªa de Greenpeace, cree que el problema del mapa es ¡°irrelevante¡±, y que el sector e¨®lico ¡°deber¨ªa ser m¨¢s valiente y pedir a los pol¨ªticos que se desbloquee la situaci¨®n creada por la actitud del Gobierno y de la Generalitat en los ¨²ltimos a?os en la cuesti¨®n de las retribuciones¡±. EolicCat considera que el mapa est¨¢ obsoleto y que ¡°se tendr¨ªa que estudiar cada propuesta de instalaci¨®n en relaci¨®n con su impacto ambiental, como se hace en otras comunidades aut¨®nomas¡±, razona Morr¨®n.
El gerente de la patronal tambi¨¦n se muestra preocupado por las consecuencias que puede tener la par¨¢lisis del sector e¨®lico en la deslocalizaci¨®n de empresas y en el despido de trabajadores. Pone como ejemplo el despido de 150 empleados de Alstom Wind, empresa que proced¨ªa de la cooperativa catalana Ecotecnia y que fue adquirida por General Electric.
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