La negativa de Puigdemont a seguir pone a prueba a la nueva CDC

La direcci¨®n del partido intenta blindarse del debate sobre la sucesi¨®n de Puigdemont que, justo hace un a?o, aceptaba el encargo de Artur Mas de asumir la presidencia de la Generalitat por un periodo de 18 meses. Su premisa es que ahora tanto el Gobierno catal¨¢n como las fuerzas independentistas no se pueden separar del objetivo del refer¨¦ndum. Aunque cabe la posibilidad de avanzarla, la celebraci¨®n de la consulta est¨¢ marcada en el calendario para la segunda quincena de septiembre. Y, a partir de ah¨ª, si ganara el s¨ª, se tendr¨ªan que convocar unas elecciones con car¨¢cter de constituyentes seis meses despu¨¦s. Hasta entonces ser¨ªa Puigdemont el president.

La formaci¨®n asegura que el debate sucesorio es est¨¦ril, escud¨¢ndose en que no hay comicios a la vista. Pero ese margen de 15 meses es el mejor escenario posible para que el PDECat pueda encontrar y proyectar un nuevo candidato, que tendr¨ªa que ser escogido en un proceso de primarias. Solo si se presenta Puigdemont o si diera el paso Artur Mas se descarta que haya una candidatura alternativa. Con otras figuras dispuestas a ser cabeza de cartel se visualiza un proceso abierto capaz de reabrir la divisi¨®n interna que mostr¨® el congreso fundacional de julio, y que fue todo un aviso para Mas: los nuevos asociados quer¨ªan un partido nuevo en el que la direcci¨®n contara con sus bases y no decidiera a sus anchas.

De ah¨ª que, pese a la confianza depositada en Puigdemont, no haya gustado la contundencia y el momento de decir a la direcci¨®n del partido que no cambiar¨¢ de opini¨®n. Se considera que su predespedida supone dejar plantada a una formaci¨®n que apost¨® por ¨¦l hace un a?o. Y que el debate se abre muy pronto: a mitad de mandato y con el denominado choque de trenes con el Gobierno central a la vuelta de la esquina si no se redirige la falta de di¨¢logo.

¡°Este semestre va a ser muy tenso, porque los congresos del PP y del PSOE no van a permitir que se abra la disposici¨®n a hablar de la cuesti¨®n catalana sin miedos¡±, dicen las mismas fuentes del partido, que interpretan que quedar¨ªa condicionada la oferta de di¨¢logo del Gobierno central.

En ese escenario, Puigdemont est¨¢ convencido de que podr¨¢ convocar un refer¨¦ndum en el que su posici¨®n ha ganado respecto a otras del partido. Su preferencia respecto a la posibilidad de hacerlo de forma unilateral provoc¨® diferencias con Mas el pasado a?o, cuando la CUP presion¨® con lo que se llam¨® RUI (refer¨¦ndum unilateral de independencia). El expresidente de la Generalitat y actual presidente del PDECat es un firme partidario de la v¨ªa pactada.

Incluso dirigentes de la ya vieja Converg¨¨ncia se?alaban en privado que el plan de los 18 meses era susceptible de cambios para evitar el denominado choque de trenes y que as¨ª lo prefer¨ªan. Y llegaban a acusar a Puigdemont de ce?irse a la realidad soberanista de Girona, donde m¨¢s cala el independentismo, sin tener en cuenta otras realidades, como las de las ¨¢reas metropolitanas de Barcelona o Tarragona, donde la poblaci¨®n est¨¢ m¨¢s dividida. La mayor cr¨ªtica obedece a la aproximaci¨®n que el Gobierno de Junts pel S¨ª ha hecho hacia la CUP, a la que se considera que se han hecho demasiadas concesiones.

¡°No es lo mismo hacer seg¨²n qu¨¦ cosas cuando sabes que despu¨¦s lo vas a gestionar t¨² que sabiendo que no seguir¨¢s, y Puigdemont no va a seguir¡±, afirmaba en diciembre el ejecutivo de un importante grupo empresarial catal¨¢n para dar su opini¨®n sobre si el Gobierno catal¨¢n ser¨ªa capaz de convocar la consulta. El actual presidente de la Generalitat ha antepuesto el refer¨¦ndum a cualquier otro tema e incluso se ha aproximado a los comunes para ampliar la base social de la v¨ªa escocesa, la de la consulta pactada y vinculante. Pero su Gobierno no ha dejado nunca de trabajar en paralelo en la redacci¨®n de la leyes de desconexi¨®n.