¡°Not¨¦ una mano que me tocaba¡±
El tercer denunciante relata los abusos sexuales que le infligi¨® en 1994 el ex vicario de Gipuzkoa
El tercer denunciante que ha acusado al ex vicario general de Gipuzkoa Juan Kruz Mendizabal de someterle a abusos sexuales en 1994 ha relatado los hechos que se produjeron en un campamento de verano de 1994 en la localidad navarra de Burgui. "De repente, me despert¨¦ y se me congel¨® el coraz¨®n. Sent¨ª una mano dentro del saco de dormir que me tocaba el pene y los test¨ªculos. No me lo pod¨ªa creer. Sent¨ª alguien jadeando dentro de la tienda, mientras se masturbaba con la otra mano. En seguida supe que era ¨¦l. Lo supe, sin m¨¢s, sin tener que mirarlo a la cara. Lo supe sin ning¨²n margen de duda", explica este hombre que hoy tiene 36 a?os y ha comunicado al obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, su intenci¨®n de denunciar este comportamiento ante los tribunales civiles y eclesiales.
M. A. ha contado los hechos con detalle en un testimonio que publica hoy el diario en euskera Berria, y explica que Mendizabal era entonces representante de la Iglesia en el grupo de los scouts de Gipuzkoa y se encontraba en un campamento en Burgui con chavales de entre 13 y 16 a?os de varios lugares de Espa?a.
Esta persona explica que el sacerdote acusado de abusar de menores era, en aquella ¨¦poca, "muy amable, atento y alegre". "No era como otros sacerdotes; era un referente para nosotros. Para m¨ª, fue un amigo. Todos le llam¨¢bamos Kakux", que entonces ten¨ªa 32 a?os, relata M. A.
Seg¨²n su testimonio, en cuanto not¨® los tocamientos del sacerdote en sus genitales, comenz¨® a moverse para dar a entender que estaba inc¨®modo y "para que sacara la mano del saco de dormir". M. A. se hizo el dormido mientras pensaba c¨®mo reaccionar ante aquella situaci¨®n, en la que se encontraba a solas con el cura dentro de la tienda de campa?a. Pero volvi¨® a meter la mano y "continu¨® masturb¨¢ndose", rememora, hasta que el joven decidi¨® realizar un movimiento brusco para zafarse de su agresor y pedir ayuda a gritos.
Cuando el joven se calm¨® se lo llevaron a un bar del pueblo, al que acudi¨® el sacerdote responsable del campamento. "Me dijo que lo sent¨ªa mucho y que si necesitaba ayuda, que la pidiera". M. A. explica que cuando le pidieron explicaciones a Mendizabal, el religioso dijo que la v¨ªctima hab¨ªa tenido una pesadilla y que se hab¨ªa despertado gritando.
El adolescente fue enviado a casa, donde sus padres decidieron que lo mejor era volver a la normalidad cuanto antes, de manera que, una vez que los monitores les confirmaron que Mendizabal ya no continuaba en el campamento, M. A. volvi¨® a Burgui para participar en una traves¨ªa de 10 d¨ªas a trav¨¦s de los Pirineos.
El sacerdote neg¨® que los hechos se hubiesen producido tal y como los hab¨ªa relatado el joven a los monitores y a sus padres. "Era mi palabra contra la suya, porque no hab¨ªa habido testigos", dice ahora la v¨ªctima, cuyos padres optaron por no remover el asunto pensando que hab¨ªa sido algo "puntual".
M. A., ya con 36 a?os, vio la pel¨ªcula Spotlight, que narra la investigaci¨®n period¨ªstica sobre abusos a menores en la Iglesia en EE UU y hace unos meses volvi¨® a ver a Mendizabal en un funeral, donde cruzaron sus miradas por un instante y el sacerdote no se la pudo mantener: "Reviv¨ª todo".
"Han pasado los a?os y como nadie me ha ayudado, he tenido que hacer yo todo: dar forma a lo ocurrido, ponerle nombres y apellidos. Pero no sab¨ªa qu¨¦ ser¨ªa llevar toda esta basura dentro durante tantos a?os", comenta.
"No hubo violencia f¨ªsica, no me at¨®, no me forz¨®. Pero hizo lo que hizo porque yo era menor de edad, un ni?o, aprovechando que estaba solo, aprovechando la confianza que ten¨ªa con ¨¦l, con mala fe, preparado de ante mano para que no hubiera nadie a nuestro lado", reflexiona M. A., quien concluye que todo eso tiene un nombre: "abuso sexual a un menor, cometido por un miembro de la Iglesia".
Juan Kruz Mendizabal fue condenado en un juicio can¨®nico en julio de 2016 por cometer abusos sexuales contra dos menores en 2001 y 2005. La justicia religiosa le impuso entonces al "diversas penas expiatorias" y otras medidas administrativas y disciplinarias establecidas por el derecho can¨®nico. Al sumarse un nuevo caso semejante con visos de ser real (un cuarto supuesto tambi¨¦n est¨¢ bajo investigaci¨®n), Munilla ha dictado un decreto que proh¨ªbe a Mendizabal ejercer su ministerio, le confina en un monasterio y le impide tener contacto con menores si no es presencia de otro adulto.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.