El ojo que todo lo ve
El Faro de Moncloa, de 92 metros de altura, presenta en Fitur una aplicaci¨®n de realidad aumentada que se superpone a las vistas de Madrid
Hay en Moncloa una extra?a nave espacial que desde hace a?os mira a la ciudad, a sus pies, con la obsesi¨®n de los enamorados. Para subir se toma un ascensor transparente que en menos de un minuto nos a¨²pa al mirador, a 92 metros de altura: parece que uno est¨¢ despegando para dejar el planeta para siempre. M¨¢s arriba, hasta los 110 metros a los que llega el faro, es el territorio de las antenas de telecomunicaciones.
La Torre de Iluminaci¨®n y Comunicaciones del Ayuntamiento de Madrid, lo que se conoce como el Faro de Moncloa, se edific¨® en 1992 (fue un proyecto del arquitecto Salvador P¨¦rez Royo), el a?o milagroso de la Expo de Sevilla, los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona y la capitalidad cultural europea de Madrid. Desde entonces ha tenido una existencia algo agitada. Despu¨¦s de una larga temporada cerrado, hace un par de a?os que el faro se puede visitar de nuevo. Y recientemente, en Fitur, se ha presentado su ¨²ltima novedad: el Faroexplorer.
Se trata de un mini iPad que se superpone a la realidad, cuando uno est¨¢ all¨¢ arriba, y obtiene nuevas informaciones y aplicaciones propias del universo digital. ¡°Es parte de lo que se llama Realidad Aumentada¡±, explica el desarrollador Rafael Rodr¨ªguez, que ha aplicado al faro su sistema llamado Suprascope. Tiene varias utilidades: al apuntar con la tableta a una zona de la ciudad, la aplicaci¨®n aporta informaci¨®n de los diferentes edificios notables que aparecen. Tambi¨¦n funciona como un telescopio de hasta 20 aumentos. Y como un ascensor virtual: ¡°Desde el Faro no se ven el Retiro ni el Santiago Bernab¨¦u, pero con Faroexplorer podemos subir virtualmente hasta 500 metros, desde donde se domina toda la ciudad, o hasta 20 kil¨®metros. Ah¨ª ya se ve hasta la costa de C¨¢diz¡±, explica Rodr¨ªguez.
Desde el Faro de Moncloa se domina una panor¨¢mica poco habitual de la capital. Acostumbrados al eje Gran V¨ªa, de este a oeste, y Castellana, de norte a sur, estas vistas dan una visi¨®n oblicua del territorio, y a 360 grados: en d¨ªas claros se alcanza a ver n¨ªtidamente la sierra y hasta la cruz del Valle de los Ca¨ªdos. Lo que m¨¢s impresiona es percibir las verdaderas dimensiones, enormes, de la Casa de Campo, bordeada al fondo por Pozuelo y Somosaguas. Tambi¨¦n el disperso skyline madrile?o: de las Cuatro Torres Business Area a la catedral de la Almudena y el Palacio Real, pasando por Azca o el Edificio Telef¨®nica, todo en l¨ªnea.
En la ¨²ltima temporada ha recibido casi 100.000 visitas. ¡°Tenemos mucho p¨²blico de fuera de Madrid que incluye el Faro en sus rutas tur¨ªsticas cuando planifica su viaje¡±, dice el responsable, Javier Caballero. ¡°El reto ahora es que nos visiten m¨¢s habitantes de la ciudad, que sepan que estamos aqu¨ª¡±.
Cierre temporal
El Faro de Moncloa cerr¨® sus puertas en 2005, 13 a?os despu¨¦s de su inauguraci¨®n, por el endurecimiento de la normativa de seguridad tras el incendio del Edificio Windsor, aunque su actividad como torre de comunicaciones nunca ha cesado. Adem¨¢s, era conocido por sus problemas con la electricidad est¨¢tica: daba calambre.
En 2009 el Ayuntamiento aprob¨® una inversi¨®n de 4,5 millones de euros para ponerlo a punto. Al a?o de su reapertura, en enero de 2016, sufri¨® un peque?o incendio en la sala de m¨¢quinas del ascensor que no provoc¨® da?os personales. A d¨ªa de hoy vuelve a acoger a visitantes y se alquila como espacio para eventos comerciales. Y sigue mirando obsesivamente a Madrid.?
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