Los comunes arrancan el nuevo partido condicionados por Podem

La confluencia de izquierdas del espacio de los comunes dar¨¢ este domingo su pistoletazo de salida con la apertura del proceso participativo en el que est¨¢n invitados a participar miembros de los cinco partidos de izquierda que lo integran (Barcelona en Com¨², Iniciativa, Podem y Esquerra Unida y Equo) as¨ª como la ciudadan¨ªa. Los comunes han preparado un gran acto en las Cotxeres de Sants -se espera que acudan m¨¢s de un millar de personas- donde se presentar¨¢ las ponencias cero del cuerpo ideol¨®gico de la formaci¨®n. El partido nacer¨¢ en abril con varias cautelas: no quedar¨¢ cerrada la estructura org¨¢nica, que se aplaza hasta 2019, antes de las elecciones municipales, y los 50.000 inscritos en Podem deber¨¢n ratificarlo en una consulta. Esa votaci¨®n condiciona en parte el proceso, seg¨²n fuentes de la confluencia. Esa es la primera dificultad a la que se enfrentar¨¢ el partido auspiciado por Ada Colau, que tampoco prev¨¦ posicionarse sobre el refer¨¦ndum prometido por Carles Puigdemont hasta que no concrete su propuesta.

Bajo el nombre de Un pa¨ªs en com¨²n ¨Cas¨ª se denomina el proceso participativo- los promotores del nuevo espacio aspiran a derrotar a la hegemon¨ªa convergente que no discuten pese al declive del hist¨®rico partido nacionalista. Su objetivo es extender a Catalu?a el ¨¦xito que han logrado en el municipalismo y en las elecciones generales bas¨¢ndose en pol¨ªticas de igualdad, soberan¨ªa y redistribuci¨®n equitativa de la riqueza superando el fallido modelo de la social democracia. No se discute que Ada Colau ser¨¢ una especie de reina madre del sujeto y se ha otorgado el papel de indiscutible portavoz y l¨ªder a Xavier Dom¨¨nech, portavoz de En Com¨² Podem. Los dos ofrecer¨¢n discursos este domingo junto a ediles y diputados. No participar¨¢n los l¨ªderes de Iniciativa, Esquerra Unida y Podem porque no pertenecen al grupo promotor.

El debate hasta la constituci¨®n del partido se centrar¨¢ en estas ponencias: un nuevo modelo econ¨®mico basado en el bien com¨²n; bienestar para una sociedad m¨¢s justa; un pa¨ªs fraternal y soberano en todos los aspectos; una revoluci¨®n democr¨¢tica y feminista y un pa¨ªs inclusivo. El proceso se enfrenta a los siguientes interrogantes.

El cuerpo ideol¨®gico. La mayor¨ªa de los actores, que ya conviven en En Com¨² Podem en el Congreso y en Catalunya s¨ª que es Pot en el Parlament, comparten la premisa de sentirse herederos del catalanismo republicano de izquierdas y el cat¨¢logo de sus reivindicaciones como por ejemplo un nuevo modelo productivo con unas nuevas relaciones laborales; una sanidad p¨²blica cien por cien; acabar con la segregaci¨®n de sexos en las escuelas; una presi¨®n fiscal m¨¢s r¨ªgida sobre quienes m¨¢s tienen o la apuesta por las energ¨ªas renovables. Todo ello lo reclama S¨ª que es Pot en el Parlament. La primera fricci¨®n entre los socios del futuro espacio se produjo hace una semana cuando Podem exigi¨® que en la ponencia sobre radicalidad democr¨¢tica se incluyera la democracia interna y el c¨®digo ¨¦tico. ¡°Nosotros apostamos porque el nuevo espacio sea participativo e igualitario y no puede amparar ninguna de las conductas que condenamos hacia fuera. Debe ser ejemplar en los valores que quiere extender por todas partes. Hay que predicar con el ejemplo¡±, avis¨® el lunes Podem en un comunicado. Miembros de los comunes apuntaron, sin embargo, que otros partidos tambi¨¦n aportaron ideas que han quedado recogidas en los documentos.

La consulta de Podem. La ejecutiva de Podem es firme partidaria de confluir pero sostiene que es irrevocable su decisi¨®n de convocar una consulta para que su militancia ratifique la nueva formaci¨®n. Albano Dante Fachin defiende con convicci¨®n esa decisi¨®n porque es un mandato de las bases y porque as¨ª lo establecen los estatutos. No es un tema irrelevante: ser¨¢n ellas la que deber¨¢n refrendar o no, por ejemplo, la denominaci¨®n del partido si cae de la nomenclatura la marca Podem (ahora el proceso participativo es Un pa¨ªs en com¨²). ¡°?Si los inscritos no aprueban el nuevo partido?¡±, se pregunt¨® recientemente Fachin en una entrevista en este diario. ¡°Tendremos que seguir entonces nuestro propio camino¡±. Miembros de los comunes, sin embargo, son comprensivos con esa consulta por razones estatutarias -se aplicar¨ªa el mismo mecanismo si se fusionaran Podemos e Izquierda Unida- pero no dudan de que tanto Fachin como Pablo Iglesias o I?igo Errej¨®n apoyan el nuevo partido. Los escollos, en cualquier caso, las intuyen para m¨¢s adelante cuando se constituya la estructura org¨¢nica de la formaci¨®n.

La estructura org¨¢nica. Se prev¨¦ tan complicada y se ha demorado hasta 2019, para antes de las elecciones municipales. No es f¨¢cil construir una nueva realidad que se generar¨¢, pese al entusiasmo de muchos, a trav¨¦s de cuatro identidades diferentes. Cada uno de los partidos tiene su propia estructura, sus propios cuadros, su propio patrimonio y, en algunos casos ¨CIniciativa- sus deudas. Las realidades son muy diferentes. Y Podem es reticente a desaparecer. Un estudio de la formaci¨®n morada de hace un mes arroj¨®, adem¨¢s, que el 51% de los inscritos se niegan a que su partido a diluirse y un 25% apostar¨ªa por la coalici¨®n. Los comunes, por el contrario, creen que en dos a?os las formaciones por una evoluci¨®n natural deber¨¢n ir diluy¨¦ndose en el nuevo sujeto. ¡°Que el todo sea m¨¢s que la suma de las partes¡±, sostiene el l¨ªder de En Com¨² Podem. Solo un 7% de los consultados apoyaba esa f¨®rmula.

La estrategia de los comunes va en direcci¨®n a la l¨ªnea fijada por el partido liderado por Fach¨ªn. Podem quiere tener CIF propio y ser soberano ¨Cahora es la marca catalana de Podemos- para que su militancia est¨¦ blindada jur¨ªdicamente en la toma de decisiones y no venga impuesta desde la c¨²pula estatal de Madrid. Fachin no duda de que ese paso se sellar¨¢ en el congreso estatal de Vista Alegre 2. El rumbo ha sorprendido al n¨²cleo impulsor del espacio, pr¨®ximo a Ada Colau. No solo eso: Podem busca una nueva sede cuando los comunes han alquilado ahora una inmensa en la calle de Marina, en Barcelona.

El refer¨¦ndum. Es la bandera del espacio de los comunes y la que, parad¨®jicamente, ahora, por las agrias cr¨ªticas del independentismo, seguramente les resulta m¨¢s inc¨®moda. De las 67 p¨¢ginas de las ponencias, apenas dos se dedican al refer¨¦ndum. La confluencia siempre ha reivindicado la consulta pero quiere que sea ¡°efectiva, con reconocimiento y garant¨ªas¡±. Colau ya ha admitido que eso implica cierto reconocimiento del Estado que, por otro lado, se niega por activa y por pasiva a concederlo. Tienen serias dudas de que Puigdemont lo convoque y que, a lo sumo, reedite otro 9-N. Mientras, el espacio soporta los reproches de PP y Ciudadanos, que les acusan de hacer el juego a los independentistas ¨Cestuvieron en la manifestaci¨®n de la Diada- y estos, desde Junts pel S¨ª a la CUP, les reclaman que decanten por la reivindicaci¨®n democr¨¢tica. Es un juego de equilibrios porque el espacio incluye a independentistas. Seg¨²n el CEO, un tercio de sus votantes lo son.

Su apuesta es que Catalu?a se convierta en una ¡°rep¨²blica social, democr¨¢tica y ambientalmente justa¡±, que sea expresi¨®n de la soberan¨ªa nacional. ¡°Es una Rep¨²blica que se ha de constituir en relaci¨®n fraternal con el resto de pueblos de la pen¨ªnsula. La expresi¨®n de esta construcci¨®n conjunta ha de residir en la capacidad de compartir soberan¨ªas con un Estado que ha de desarrollar plenamente su car¨¢cter plurinacional¡±, dice el texto, que se?ala que para ello es preciso activar ¡°procesos constituyentes que se refuercen mutuamente tanto en Catalu?a como en Espa?a y que tengan en su centro el derecho a la autodeterminaci¨®n de los pueblos¡±. Los independentistas dicen que es un brindis al sol. Algo parecido les espetan los comunes cuando les preguntan si ser¨¢ tan f¨¢cil como creen declarar de forma unilateral la independencia.