Decenas de bares y restaurantes del centro abren como pasteler¨ªas
Consistorio y empresarios admiten el uso de este subterfugio en zonas de gran saturaci¨®n comercial
Decenas de bares y restaurantes del centro de Madrid sortean la legislaci¨®n abriendo sus puertas bajo la licencia ¡°de pasteler¨ªas con barra con degustaci¨®n¡±. Este diario ha localizado una quincena de locales en el centro de la ciudad que tienen permisos de pasteler¨ªas o helader¨ªas, pero ofrecen en la pr¨¢ctica los servicios bares y restaurantes o, al menos, algo muy parecido. El Ayuntamiento de la capital y los empresarios admiten el extendido uso de este subterfugio en zonas donde est¨¢ restringida la apertura de negocios hosteleros por la enorme saturaci¨®n que ya existe. En 2012, el Ayuntamiento aprob¨® la creaci¨®n de una zona de protecci¨®n ac¨²stica especial (ZPAE) en Centro para impedir la apertura de nuevos locales. Pero los propietarios se saltan la ley con esta trampa.
¡°?Para tomar aqu¨ª o para llevar?¡±, pregunta el dependiente de una hamburgueser¨ªa cerca de la plaza de San Ildefonso, en el coraz¨®n del barrio de Malasa?a, al cliente que acaba de pedir un s¨¢ndwich, patatas y bebida. Eso, a pesar de ser, sobre el papel, un comercio de venta de platos preparados, lo que excluye claramente el consumo en el local. La gerente lo admite y protesta amargamente por las enormes dificultades para hacer rentable un negocio en un espacio muy peque?o y con un alquiler astron¨®mico. Reconoce, sin embargo, que solicit¨® el permiso de comercio minorista de alimentaci¨®n para este local ¡ªde una cadena de hamburgueser¨ªas con m¨¢s de una veintena de franquicias en toda la regi¨®n¡ª porque sab¨ªan que el de restaurante no se lo iban a dar.
Desde que, en 2012, el Ayuntamiento (gobernado entonces por el PP) aprob¨® la creaci¨®n de una zona de protecci¨®n ac¨²stica especial (ZPAE) en el distrito Centro, no se permite en buena parte de sus calles abrir nuevos locales de hosteler¨ªa y restauraci¨®n: cafeter¨ªas, bares, caf¨¦-bar, restaurantes, tabernas, bodegas, bares©\restaurantes, salones de banquetes, chocolater¨ªas, salones de t¨¦ y croisanter¨ªas. Pero la presi¨®n comercial en los barrios m¨¢s tur¨ªsticos de Madrid, igual que ocurre en el resto de grandes ciudades europeas, es fort¨ªsima, explica el concejal responsable del distrito Centro, Jorge Garc¨ªa Casta?o. As¨ª que muchos promotores encontraron un resquicio en la normativa para abrir, si no restaurantes, algo que se le parece mucho, utilizando esas licencias de comercios minoristas de alimentaci¨®n, a?ade el concejal.
De ese modo, se empezaron a multiplicar r¨¢pidamente pasteler¨ªas o helader¨ªas con barra de degustaci¨®n que eran muy dif¨ªciles de diferenciar de cualquier restaurante de kebab o cualquier pizzer¨ªa. Los vecinos de Chueca destacan un local que acaba de abrir?que acaba de abrir en los alrededores de la plaza de Pedro Zerolo y que se define en su p¨¢gina de Facebook como restaurante asi¨¢tico ¡ª¡°Reserva mesa cuanto antes¡±, animan¡ª, aunque la actividad que consta en el Consistorio es de ¡°venta de platos preparados y helader¨ªa con barra de degustaci¨®n¡±.
¡°Claro que lo hemos detectado y nos preocupa mucho, porque aparte de la competencia desleal, las normas de seguridad, de emergencia o de aforo no son las mismas para unas actividades y otras¡±, a?ade el gerente de la asociaci¨®n madrile?a de hosteler¨ªa La Vi?a.
"Ha habido unos a?os en los que esto ha ido a m¨¢s, desde que se aprob¨® la zona de protecci¨®n ac¨²stica. Unos a?os en los que adem¨¢s se ha vigilado muy poco¡±, se?ala el concejal Garc¨ªa Casta?o, que asegura que ahora la situaci¨®n se est¨¢ intentando revertir con m¨¢s supervisi¨®n policial y la ayuda de los vecinos, que denuncian los casos que ven. Una mejora condicionada, en todo caso, por la enormidad de la tarea en una zona con movimientos continuos de miles de locales y con unos medios de control limitados.
Desde 2014, casi cualquier establecimiento puede abrir sus puertas en la ciudad de Madrid sin necesidad de licencia previa. ?nicamente debe presentar una declaraci¨®n responsable, es decir, una documentaci¨®n que asegura que cumple las condiciones legales de la actividad econ¨®mica que se va a ejercer. La normativa dice que los t¨¦cnicos municipales tienen que comprobar en alg¨²n momento si lo que dicen los papeles se corresponde con la realidad; algo que ocurre, de media, 232 d¨ªas h¨¢biles despu¨¦s de presentada la declaraci¨®n (lo que supone casi un a?o entero si se cuentan los fines de semana y festivos), seg¨²n los datos de 2015 del Consistorio.
Los empresarios insisten en que este sistema ¡ªbueno para no obstaculizar el desarrollo econ¨®mico, aseguran¡ª no tiene nada que ver con el problema de los locales que ejercen una actividad distinta de la que le han concedido. Sin embargo, para las asociaciones de vecinos es precisamente el gran coladero del que se valen.
Si se localiza alg¨²n comercio que no responde a su actividad (bien en esa comprobaci¨®n, bien en una inspecci¨®n tras una denuncia), los empresarios se enfrentan a multas ¡ªque van desde los 60.000 hasta los 600.000 euros, segun Blardony¡ª, e incluso, al cierre del establecimiento, aunque muchos de los denunciados enderezan su comportamiento y respetan los l¨ªmites de la actividad que tienen concedida antes de llegar a ese extremo, concluye Garc¨ªa Casta?o.
Unos l¨ªmites que, en todo caso, a veces pueden ser borrosos. Por ejemplo, en algunos comercios de platos preparados pueden alegar que los taburetes que han puesto son para esperar y no para comer en el local. En un restaurante de una cadena de pizzer¨ªas en Moncloa (fuera de la zona de protecci¨®n especial, pero donde es igualmente muy dif¨ªcil conseguir nuevas licencias) la encargada asegura que les basta con tener mesas altas y dejar de vender cerveza a las 22.00 horas para no exceder los derechos que le da ser una pasteler¨ªa con barra de degustaci¨®n. Al menos eso le ha dicho su abogado, aunque la normativa dice claramente que este tipo de establecimientos no pueden vender alcohol, asegura una portavoz municipal. En todo caso, aparte de la altura de las mesas y de la cerveza con horario, ?qu¨¦ le diferencia de cualquier otra pizzer¨ªa que est¨¦ en la categor¨ªa de restaurante de comida r¨¢pida? La mujer contesta encogi¨¦ndose de hombros.
¡°?Qu¨¦ pensar¨ªa la gente de un m¨¦dico o un conductor sin la licencia para ejercer su profesi¨®n y sobre todo asumir las responsabilidades del ejercicio de la misma?¡±, se pregunta Esteban Benito, portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos de Centro. ¡°En el caso de la hosteler¨ªa nos encontratmos con un panorama plagado de normas intencionadamente vagas o maliciosamente complejas para el control ¡ªo m¨¢s bien el descontrol¡ª de las actividades¡±, a?ade
La mayor¨ªa de la quincena de locales contactados por este diario no ha respondido a la invitaci¨®n a aportar su opini¨®n. En un local de kebab detr¨¢s de la plaza de Callao, el dependiente asegura que tiene pedida la actividad de restaurante, aunque hay muchas posibilidades de que no se la concedan. Lo mismo sostienen los responsables del restaurante asi¨¢tico de Chueca. El due?o de un bar cerca de Alonso Mart¨ªnez demuestra, papeles en mano, que hab¨ªa alg¨²n error en la base de datos municipal (que se puede consultar a trav¨¦s de la web del Ayuntamiento); eso tambi¨¦n ocurre algunas veces.
Minoristas de alimentaci¨®n
Barra de degustaci¨®n. La normativa madrile?a dice que "los establecimientos destinados a las actividades de pasteler¨ªa, reposter¨ªa y confiter¨ªa, churrer¨ªa y helader¨ªa que dispongan de obrador [las cocinas y hornos para elaborarlos]" podr¨¢n tener "una barra de degustaci¨®n de sus productos, acompa?ados de caf¨¦s, chocolate, infusiones y bebidas refrescantes". Si se ofrecen productos distintos, deber¨¢n cumplir "la normativa de especial aplicaci¨®n para bares y cafeter¨ªas".
Platos preparados. Estos comercios son aquellos que "ofrecen comida preparada para llevar". Pueden tener obrador, pero "no pueden tener barra ni mesas", contesta por correo electr¨®nico una portavoz de la Concejal¨ªa de Urbanismo de Madrid. La normativa municipal establece claramente que su actividad es distinta de la de restaurantes y restaurantes de comida r¨¢pida, que cuenta con su propio ep¨ªgrafe.
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