Pilar Rahola gana el Ramon Llull con una novela sobre la convulsa Setmana Tr¨¤gica

Una mirada llena de contradicciones sobre uno de los episodios m¨¢s controvertidos de la historia de Barcelona, la Setmana Tr¨¤gica de 1909, y que puede funcionar como ¡°espejo inverso¡± de la situaci¨®n sociopol¨ªtica actual a partir de tres personajes ideol¨®gicamente opuestos de una misma familia, ha permitido a la periodista?Pilar Rahola ganar, con la novela Rosa de cendra, el 37? Premi Ramon Llull de les Lletres Catalanes. Convocado por el Grupo Planeta, es, entre los galardones a obras escritas en catal¨¢n, uno de los mejor dotados (60.000 euros) y de mayor difusi¨®n internacional, puesto que comporta tambi¨¦n su publicaci¨®n en castellano y franc¨¦s.

?¡°Aquel episodio recuerda en lo pol¨ªtico y en lo econ¨®mico al momento actual, se pueden hacer paralelismos peculiares, pero mi intenci¨®n ha sido tejer una historia familiar puramente literaria, no tomo partido por ning¨²n personaje¡±, insist¨ªa ayer Rahola, consciente de su peso medi¨¢tico y de su faceta como vehemente tertuliana y opinadora alineada con las tesis independentistas.

Bajo esa premisa, Rahola (Barcelona, 1958) refuerza que Rosa de cendra (¡°un homenaje al ep¨ªteto Rosa de foc con el que los anarquistas definieron la Barcelona de aquella ¨¦poca¡±) es una continuaci¨®n de su segunda y hasta ahora ¨²ltima novela, Mariona, que terminaba cuando esta desped¨ªa a su nieto que embarcaba destino a la Guerra de Cuba. En la novela ganadora, ese nieto es una de las tres grandes voces de la obra, al volver oscuramente marcado de ese conflicto. Otro de los miembros de la familia es un anarquista, amigo del pedagogo Ferrer y Guardia, creador de la Escuela Moderna y despu¨¦s fusilado en Montju?c y al que adem¨¢s Rahola a?ade su inclinaci¨®n homosexual, ¡°una condici¨®n terrible, pero que me permite introducir tambi¨¦n una mirada femenina¡±. La tercera mirada del poliedro social que caracteriza la ¨¦poca est¨¢ en otro personaje familiar que es miembro de la catalanista Solidaritat Catalana, amigo de Camb¨® y Prat de la Riba...

¡°Fue un momento de contradicciones profundas en la sociedad catalana, con el inicio del sindicalismo y el catalanismo pol¨ªtico ascendente, el populismo de Lerroux, la construcci¨®n del Palau de la M¨²sica y la apertura de la Via Laietana... Y en ese contexto est¨¢n mis personajes, por los que no tomo partido; aqu¨ª huyo de la opini¨®n¡±, apunt¨® la autora sobre un libro en el que asegura que ha trabajado ¡°casi cinco a?os¡± por lo que respecta a la documentaci¨®n hist¨®rica: ¡°no he le¨ªdo ni una sola novela al respecto; todo han sido ensayos¡±.

En la que es su cuarta novela tras una primeriza Aquell estiu color de vent (1983) y las m¨¢s recientes y consecutivas El carrer de l¡¯embut (2013) y la exitosa Mariona de hace apenas tres a?os (¡°no me he presentado a premios hasta ahora porque pensaba que ten¨ªa que picar piedra como escritora; ahora ya creo que me puedo poner el vestido de gala que es un premio como este¡±), admite, sin embargo, que la lectura de esa Barcelona en la que se acab¨® quemando conventos y alzando barricadas y, por extensi¨®n, la Catalu?a de la ¨¦poca, permite hacer similitudes con la actualidad. ¡°Las guerras internas del catalanismo encabezado por Solidaritat Catalana recuerdan mucho las tensiones de Junts pel S¨ª; o la participaci¨®n de republicanos y federales en ese catalanismo; o los movimientos alternativos de la ¨¦poca evocando los antisistema; y el del espa?olismo del momento, al de Ciutadans..., pero no ha sido buscado ni tomo partido¡±, insiste.

Asidua de las tert¨²lias audiovisuales, en especial de las vinculadas al Grupo God¨® --para el que escribe asimismo desde La Vanguardia--, se da la circunstancia de que Rahola sucede en el galard¨®n al tambi¨¦n periodista del mismo grupo V¨ªctor Amela, que gan¨® con La filla del capit¨¤ Groc. El perfil medi¨¢tico de ambos, as¨ª como el del ganador de 2015, Xavier Bosch (de nuevo periodista y relacionado con ese conglomerado comunicativo), refuerza la tendencia de estas ¨²ltimas ediciones del galard¨®n (que arranc¨® en 1981 y que ha llegado a reconocer a autores como Joan Perucho, Pere Gimferrer, Terenci Moix o Baltasar Porcel) de cuidar especialmente la popularidad de los premiados. Una manera de garantizar unas ventas en el endeble mercado del libro en catal¨¢n que compensen la inversi¨®n de la cuant¨ªa de la bolsa del premio literario.