¡®Las amistades peligrosas¡¯ llegan al Liceo con la ¨®pera ¡®Quartett¡¯
El teatro hace una prueba piloto con unas gafas inteligentes para ver los subt¨ªtulos
El peligroso juego de dos ex amantes que se plantean un reto seductor, la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, los personajes ideados por Pierre Choderlos de Laclos en Las Amistades Peligrosas ¡ªllevada al cine por Stepehn Frears¡ª irrumpir¨¢ en el Liceo con Quartett. Una ¨®pera contempor¨¢nea de Luca Francesconi con un montaje espectacular de la Fura dels Baus que no dejar¨¢ indiferente: la escena estar¨¢ dominada por una gran caja suspendida, de unos 24 metros cuadrados, en la que estar¨¢n encerrados toda la representaci¨®n los dos artistas que le dan vida: el bar¨ªtono escoc¨¦s Robin Adams y la mezzosoprano tambi¨¦n escocesa Allison Cook.
No ser¨¢ ese el ¨²nico nivel de la representaci¨®n porque detr¨¢s de esa caja ¡ªcolgada y sujetada por 600 cables de acero¡ª que es donde se percibir¨¢ lo cotidiano de los personajes, se proyectar¨¢ un v¨ªdeo de ellos mismos observ¨¢ndose ¡ªlo que piensan, lo que imaginan¡ª y hasta un tercer nivel que sit¨²a al espectador en la naturaleza o en una ciudad. La singular escenograf¨ªa de Alfons Flores representa el aislamiento: ¡°ellos encerrados en s¨ª mismos¡±.
Quartett llega al Liceo y a Espa?a por primera vez. Es una producci¨®n del Teatro de la Scala de Mil¨¢n donde se estren¨® en abril de 2011. Desde entonces se ha representado en varias ciudades europeas y en Buenos Aires. En el Liceo habr¨¢ cinco funciones: ¡°creemos que es la capacidad que tenemos de atraer a un p¨²blico interesado en una obra contempor¨¢nea que es de las mejores del siglo XXI¡±, explicaba la directora art¨ªstica del Liceo, Christina Scheppelmann. ?lex Oll¨¦ director de escena y padre de la criatura ¡ªse la encarg¨® personalmente el compositor¡ª hac¨ªa un llamamiento: ¡°que venga gente joven a ver Quartett, es un apuesta muy potente¡±. Oll¨¦, que regresa al Liceo seis a?os despu¨¦s de representar Le grand Macabre, subrayaba que la fuerza de la ¨®pera no es solo por el montaje sino por la actualidad de lo que se pretende explicar: la decadencia de una sociedad burguesa que vive fuera de la realidad. ¡°La relaci¨®n de la pareja es casi can¨ªbal, tiene algo de pornogr¨¢fico y de voyeur¡±, a?ad¨ªa.
Quartett tambi¨¦n servir¨¢ al Liceo de prueba piloto de unas gafas inteligentes ¡ªhabr¨¢ un n¨²mero limitado¡ª con las que el espectador podr¨¢ ver los subt¨ªtulos y una escueta informaci¨®n sobre el libreto y los personajes. Si la experiencia funciona bien se distribuir¨¢n m¨¢s gafas en otros t¨ªtulos con un precio de unos 10 euros.
Una de las singularidades de la ¨®pera de Francesconi es que sus dos protagonistas han sido los mismos desde la primera representaci¨®n. ¡°como nosotros mismos, los personajes cambian, evolucionan y encontramos cosas diferentes¡±, explicaba la mezzosoprano Allison. Su compa?ero de escena, el bar¨ªtono Adams, reconoc¨ªa que se sent¨ªa como ¡°un monstruo¡± dando vida al personaje de vizconde de Valmont. Los dos exhiben caracteres muy extremos ¡ªque en el cine encarnaron John Malkovich y GlennClose¡ª que les llevan al drama fatal. El director musical de Quartett ¡ª¨®pera de un solo acto¡ª es Peter Rundel que se encargar¨¢ de dirigir a la Orquestra Simf¨°nica del Liceu y combinarla con la ya registrada y tratada electr¨®nicamente por el IRCAM, el Instituto de Investigaci¨®n Musical de Par¨ªs.
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